Por Martín Torino - Por temor a que se reiteren las caóticas protestas
alrededor del Congreso y a que la CGT se una para trabar al Ejecutivo, el
Gobierno dio marcha atrás y no tratará la reforma laboral en febrero. Ante este
escenario, en Casa Rosada esperan aprobarla alrededor de mayo y hasta abren la
posibilidad de cambiar artículos de la ley, con el fin de sumar el consenso de
lo que llaman "peronismo racional": así llaman al senador Miguel
Ángel Pichetto y diputados del peronismo que sólo votarían la reforma si la
Casa Rosada consigue el apoyo de gremios poderosos de la CGT.
Las protestas por la reforma previsional persisten en la retina de
Balcarce 50. "Tuvimos un diciembre muy caliente y, los actores con los que
tenemos que negociar, que es el peronismo más racional, nos dice: no fuerzen
más la máquina porque no podemos acordar en tan poco espacio", explicó una
alta fuente de Cambiemos. Además, revelan que la CGT "entró en un proceso
de desunidad que terminó de explotar en diciembre" y que al estar
fragmentada la central de los trabajadores, el Gobierno no puede lograr que el
Senado -en alusión al bloque de Pichetto- apoye sin el respaldo gremial. Por
estas razones, la Casa Rosada tuvo que postergar el debate.
Otro punto que complica el escenario para la reforma son las causas
judiciales de los gremialistas como Marcelo Balcedo y Víctor Santa María.
"Se ponen mucho más a la defensiva", explicó un funcionario, al
reconocer que temen una avanzada judicial contra otros gremios. "Con este
clima, apurar la reforma va a lograr que se unan todos ahora, pero para
frenarla", aceptaron en el Gobierno.
En Balcarce 50 apuestan a lograr sacar adelante la reforma antes de la
mitad de año, luego de un arduo debate en las comisiones del Congreso. La Casa
Rosada abre las puertas a que haya cambios en el proyecto actual que facilita
el blanqueo de trabajadores informales, reduce la base de cálculo de
indemnizaciones y también crea un Fondo de Cese Laboral que abarata los
despidos en algunos sectores.
Este es el tipo de medidas con las que el presidente Mauricio Macri cree
que estimulará la inversión extranjera en el país. "Con esto damos
previsibilidad. Definimos bien cómo se calcula la indemnización para que no
haya jueces con resoluciones tan distintas o abogados demandando por diversos
puntos", explican en el Gobierno. "Esa imprevisibilidad hace que el
empresario no tome trabajadores", agregan.
En Casa Rosada creen que hay sectores sindicales con los que pueden
acordar tales como "Los Gordos" que representan a Comercio,
Metalúrgicos, Sanidad y Alimentación. Pero también resaltan que el líder de la
UOCRA, Gerardo Martínez, podría apoyar ya que la construcción es uno de los
sectores que más crece en los últimos meses. En tanto, ponen en duda el apoyo
del líder de Camioneros, Hugo Moyano, o de Gastronómicos, como Luis
Barrionuevo. A su vez, tampoco esperan recibir el aval de legisladores que
responden al ex diputado Sergio Massa. "No creo que aprobemos la reforma
con apoyo de gobernadores, como pasó con la previsional", explicó un alto
funcionario que incluso reconoce que puede llegar a haber disturbios en la calle.
"La CTA no va a acompañar y gremios aliados al kirchnerismo tampoco porque
estos juegan a quebrar", dicen. Entretanto, el Gobierno apunta a avanzar
con otras leyes que están entrelazadas con la reforma laboral. En la lista está
la Ley de Financiamiento Productivo, la Ley de Competencia y la Ley de Compre
Nacional.
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