Por Francisco
Jueguen - Lo que el Gobierno vende públicamente como una
"agilización" de trámites o como la "desburocratización del
Estado", parte del sector industrial lo percibe como un potencial
"daño" a sus intereses y lo espera con máxima cautela. Pese a que la
situación ya era descontada en el sector manufacturero, esta mañana se develará
el verdadero impacto económico de un combo de normativas que el Ejecutivo
publicará en el Boletín Oficial.
El ministro de
Producción, Francisco Cabrera, anticipó ayer quizás una de las batallas que
vendrán disimuladas en los cientos de decisiones escritas en lenguaje técnico.
El foco estará principalmente en una resolución de la Secretaría de Comercio.
En esa norma, el Gobierno dispone reducir la cantidad de bienes bajo régimen de
licencias no automáticas de importación -una conocida traba a las compras en el
exterior-, en momentos en que la industria se queja de atraso cambiario y falta
de competitividad, y cuando el Indec informó en noviembre que el déficit
comercial nominal del país es el peor en la historia (con relación al PBI, es
similar al de 1998).
Cerca de Cabrera
contaron a LA NACION que esta decisión abarcará insumos y productos
que no se fabrican en el país o aquellos que ya estaban recibiendo autorización
de importación en 48 horas, por lo que no generaban un problema. "Es mejor
que esa aprobación sea automática", dijeron en esa cartera.
Consultados
por LA NACION, en la Unión Industrial Argentina (UIA) descontaron que la
decisión oficial tendrá un impacto. La magnitud es todavía un misterio. En la
entidad que conduce Miguel Acevedo afirmaron que esperarán la publicación del
decreto para analizar minuciosamente cómo afectan los cambios a los múltiples
sectores que la UIA representa.
Según anticipó ayer
Producción, se permitirá la importación de manera directa de 314 productos que
se encuentran en la actualidad bajo el régimen de licencias no automáticas.
Esto forma parte, informó la agencia estatal Télam, del "plan de
desregulación de la economía, la reducción de trámites burocráticos y en
cumplimiento de acuerdos alcanzados con los países miembros del Mercosur".
Según Cabrera, la
reducción significará una sensible merma sobre "un universo de 1600
licencias no automáticas" existentes en la actualidad. En la etapa más
proteccionista del kirchnerismo apenas superaban las 600.
La nueva
nomenclatura alcanzará insumos como laminados de acero, aluminio semielaborado,
polipropileno, poliestireno, PVC e hilados de algodón, entre otros productos.
En tanto, el ministro aclaró que la resolución, que no modifica los aranceles
de importación existentes y apunta a agilizar la incorporación de estos
materiales, que son utilizados por industrias como la automotriz, de
electrodomésticos, maquinaria en general y agrícola, construcción, envases,
juguetes, piezas y partes, imprenta y telas.
Además de insumos
para la producción, entre las posiciones que dejarán de requerir licencias no
automáticas se encuentran productos como patines para hielo, muebles de bambú,
pesas para básculas y filtros electrostáticos, productos con baja demanda.
Por otro lado, como
parte del acuerdo con la industria de motos para aumentar la producción y el
patentamiento, la nueva disposición incluirá un cambio de estatus para cinco
tipos de motocicletas que podrán ingresar a través de licencias automáticas
manteniendo los aranceles acordados.
"No sabemos
qué impacto tendrá. Nadie vio el DNU", contaron en una importante empresa
industrial, en la que, sin embargo, admitieron que esperaban la jugada oficial
desde noviembre.
Cambios en el comercio
exterior
El Gobierno
eliminará de la lista de licencias no automáticas de importación unos 314
productos de un universo de 1600, según anticipó ayer el Ministerio de
Producción, que conduce Francisco Cabrera.
Están los de
insumos, como laminados de acero, aluminio semielaborado, polipropileno,
poliestireno, PVC e hilados de algodón, entre otros.
La medida del
Gobierno llega en tiempos en que el déficit comercial (nominal) es récord
histórico y las importaciones crecen a una velocidad mucho mayor que la de las
exportaciones, sobre todo gracias a los autos que llegan de Brasil.
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