Por Florencia Donovan - Una luz de alerta comenzó a encenderse en el
mercado local. La tasa de interés de los bonos a 10 años del Tesoro de los
Estados Unidos, de referencia para todos los inversores en el mundo, escaló
durante la rueda de ayer a 2,6% y generó gran nerviosismo entre los operadores,
que temen que vuelva ubicarse en 2,62%, los valores máximos de comienzos de
2017, apenas asumió la presidencia Donald Trump .
Si bien para el final de la jornada la tasa se calmó y cerró en torno de
2,546%, el mismo nivel de la jornada anterior, para los mercados empieza a
tener una trayectoria que amerita ser monitoreada de cerca. Más aún en un
mercado como el de la Argentina, que depende de tasas bajas en el mundo para
poder financiar su déficit mediante la emisión de deuda.
Ya las condiciones financieras esta semana, aseveran en la City, no son
tan benignas como las que tuvo el ministro de Finanzas, Luis Caputo ,
la semana pasada, cuando se hizo de US$9000 millones con la colocación de tres
bonos en el mercado internacional. Entonces, la tasa de referencia de los
Estados Unidos estaba en 2,45%, casi 10 puntos por debajo de la actual.
"El viento de cola para los mercados emergentes el año pasado fue
la [baja] tasa de interés de largo plazo norteamericana. Pero ahora, de golpe,
se empezó a mover. No está todavía en una zona mala, el problema es hasta dónde
llega y con qué velocidad", apuntó Santiago López Alfaro, socio de Delphos
Investment. "La velocidad del movimiento es lo que asusta al mercado. Si
la tasa se sigue moviendo, no vamos a tener un comienzo de año tan bueno para
los emergentes; lo mismo si sube a 3%", advirtió.
La tasa a 10 años, de hecho, viene escalando casi sin pausa desde que
comenzó 2018, ya que pasó de los 2,40% a fines de diciembre a 2,55% esta
semana. También está subiendo en forma pareja la tasa de interés más larga de
los EE.UU., a 30 años de plazo: se ubicó ayer a 2,9%, contra 2,74% de fines de
2017.
"La tasa de Estados Unidos nuevamente se está mirando
muchísimo", coincidió Sebastián Cisa, jefe de la mesa de operaciones del
Grupo SBS. "Esto impacta en los precios de los bonos argentinos, sobre
todo en los tramos medio y largo de la curva", apuntó. Desde principios de
año, el bono a 100 años de la Argentina, el más largo de toda la curva, cayó
cuatro dólares, y se operaba ayer en torno de los US$100, su mismo valor de
emisión.
El economista Luis Palma Cané considera que es "lógico" que
esté subiendo la tasa de 10 años porque hay una correspondencia de largo plazo
entre la tasa de corto plazo que marca la Reserva Federal (la Fed) y la de
largo plazo del mercado. "Pero -aclara- tenemos un espacio de tiempo,
porque la suba de la tasa de la Fed va a ser gradual y anunciada. De todas
maneras, es válido adelantar la toma de fondos por parte del Gobierno".
El mercado espera que este año la Fed suba su tasa de referencia de
cortísimo plazo en tres oportunidades, llevándola del 1,50% al 2,25% anual. La
mayoría de los bancos centrales del mundo desarrollado está subiendo tasas para
mantener un equilibrio entre el crecimiento económico y la inflación.
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