Por Julián Yosovitch - En las últimas semanas hemos visto un rally
importante de la tasa americana a 10 años, rozando la zona de máximos de 2,60%
registrada a comienzo de 2017. La suba de tasas de la Reserva Federal de los
Estados Unidos (Fed) para este 2018 y que, según analistas, se prevén entre
tres y cuatro subas adicionales genera una primera presión a que el rally en la
"10Y" como se la llama en la jerga se materialice. Por otro lado, la
reforma tributaria en EE.UU. genera un incremento en el déficit fiscal que empuja
a que la deuda americana sea más riesgosa que antes, por lo cual lleva a que
las tasas de los bonos del tesoro también se eleven y alcancen zonas
superiores.
Estos factores empujaron a analistas reconocidos en Wall Street a
comenzar a apostar en contra de los bonos del tesoro, especulando con una suba
de las tasas. Por ejemplo, Bill Gross, ex director de PIMCO y actual Portfolio
Manager de Janus Capital alertó que la 10Y podría alcanzar los niveles de 3%
rápidamente este año.
Este proceso de suba de tasas tanto de la Fed como de la 10Y implica un
serio riesgo para los activos de emergentes. Argentina, que integra el mismo
grupo enfrenta ahora riesgos internacionales producto de su proceso de apertura
y regreso a los mercados en los últimos años. El problema del proceso de suba
de tasas no es exactamente la suba en sí, sino más bien la velocidad con que
dicha suba se materialice. Si continuamos viendo un rally en la 10Y, acompañado
con subas de tasas de la Fed, esto podría poner presión a los bonos de
emergentes y locales.
El gradualismo en la suba de tasas con el que el mercado especula les
podría dar a los emergentes el tiempo y espacio suficiente para adaptarse a ese
nuevo contexto. Ahora bien, si la suba es muy abrupta, los capitales pueden
verse empujados a tomar decisiones de salida de emergentes e intentar regresar
a los países centrales, generando desbalances en el resto de los mercados a
nivel financiero y macroeconómico.
Desde agosto pasado hasta la fecha, la 10Y pasó de 2,02% a los niveles
actuales de 2,53%, avanzando un 25% y testeando máximos de 2017. Gran parte de
ese rally se dio en diciembre, cuando la tasa paso de 2,31% a los 2,53%
actuales, subiendo un 9,50% y en ese mismo periodo el bono centenario local
paso de u$s 104 hasta los u$s 100,70 actuales, perdiendo un 2,9% y ampliando su
spread en 22 puntos básicos. Si bien en las últimas semanas se dieron novedades
locales que movieron las distintas variables, sin duda el factor internacional
deja de ser un elemento clave a considerar de cara a 2018.
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