Por
Sofía Bustamante - En las modificaciones que se hicieron por medio del mega
decreto de ayer también se incluyó a la actividad cambiaria, y si bien todavía
falta la reglamentación del Banco Central (BCRA), el organismo avanza hacia la
flexibilización de un mercado que, en algunos casos, todavía se rige por normas
determinadas durante el corralito de 2001.
Según
el comunicado del Central, entre las medidas para favorecer la inclusión
financiera, "se modifica la ley de casas y agencias de cambio con el
objetivo de brindar más flexibilidad al sistema, favorecer la competencia a
través del ingreso de nuevos operadores al mercado de cambios, y reducir sus
costos".
En
concreto, las modificaciones pretenden "generar un mercado de cambios
competitivo y eficiente, que provea soluciones a quienes necesitan cambiar
pesos por otra moneda de manera segura y accesible a toda hora, en lugares
comunes y cualquier día de la semana"
. De
hecho, se sustituyó el artículo 1´ de la Ley N´ 18.924, que empieza diciendo
que "ninguna persona podrá dedicarse al comercio de compra y venta de
monedas y billetes extranjeros (...)", por: "Las personas que se
dediquen de manera permanente o habitual al comercio de compra y venta de
monedas y billetes extranjeros (...)".
Aunque
no se pueden definir los posibles jugadores, porque no se reglamentó todavía,
va a haber un criterio de habitualidad. Por ejemplo, hoy un comercio no puede
aceptar dólares de un turista como forma de pago. En cambio, se espera que, en
esos casos, se juzgue la habitualidad: solo estará cometiendo un delito si se
detecta que compra dólares diariamente, ya que debe estar habilitado por el
BCRA para hacerlo.
Al
respecto, el CEO de FDI, Mariano Sardans comentó que "la ley cambiaria hoy
está pintada", dado que "hay total libertad, pero intentarán
derogarla de a poco, desarmando todo este control cuyo origen fue el
Corralito". En esa línea, agregó: "Quieren liberar completamente al
mercado, que en algún momento las grandes cadenas de farmacias o de
supermercados puedan comprar y vender dólares, sin tener que andar justificando
la operación en la AFIP, como se hace en cualquier lugar del mundo, como se
hace en Uruguay o Estados Unidos".
El
objetivo final, dice el Central, es abrir el mercado para que se reduzcan los
costos.
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