Por María Julieta
Rumi - Si bien el gobierno argentino no se mostró preocupado por la suba de la
tasa del bono a 10 años de los Estados Unidos -el argumento es que ya había
financiado un tercio de sus necesidades financieras del año en enero y apostó a
cubrir el resto con deuda en pesos y en otras monedas-, varios analistas temen
que haya llegado el fin del financiamiento barato para los países emergentes.
En la reunión del
Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que tuvo lugar ayer, hubo un panel
para analizar el flujo global de capitales en el que no se zanjó la discusión,
aunque sí hubo algunos acuerdos.
La primera en hacer
referencia al tema de las tasas en los Estados Unidos fue la costarricense
Laura Alfaro, profesora de Economía de la Universidad de Harvard. Según ella,
los antecedentes son claros: cada vez que Estados Unidos aumenta la tasa de
interés, América Latina entra en crisis.
"Temo que la
gente se dé cuenta de que estuvimos en el nivel más bajo de interés y no
hicimos demasiado en materia de infraestructura ni de productividad. Nos
daremos cuenta de que hubo cosas que tuvimos que hacer", afirmó, y dijo
que "lo que complica el flujo de capitales es ese ruido, esa
incertidumbre, el reality show del que somos testigos". "El mercado
está viendo cómo reacciona frente a esa incertidumbre. Cuando vemos problemas,
reaccionamos en exceso", agregó.
Sin embargo, su
visión no fue compartida por Scott Grimberg, portfolio manager de mercados
emergentes de CalPERS (el sistema de retiro de los empleados públicos de
California), y Alberto Ades, socio y jefe de investigación de la administradora
de fondos Light Sky Macro LP, que expusieron otra perspectiva de la situación
actual.
Diferente
contexto
"Este es un
contexto diferente. Los mercados emergentes están mejor que en 2013 y que en
los 90. Es como 2004 o 2005, yo lo veo más estable. Las balanzas externas son mejores
y muy atractivas", afirmó Grimberg, mientras Ades apuntó al cambio en la
composición de la deuda de los países.
"Por el alto
precio de las commodities y los desequilibrios en las balanzas
vimos que muchos países cambiaron su composición de deuda, y eso reduce la
vulnerabilidad. La mayor parte de la deuda es en moneda local", explicó
Ades, y puso como ejemplo de estabilidad a la Argentina. "Aquí vimos que
en los últimos meses la moneda se movió un 15% y no se tocaron los depósitos ni
hubo crisis. Esto es una diferencia significativa respecto del pasado. Los
países desarrollados y sus inversores están viendo a los emergentes y van a
diversificar sus carteras. La tendencia seguirá a largo plazo", auguró el
gestor.
Por su parte, el
director del Departamento del hemisferio occidental del Fondo Monetario
Internacional (FMI), Alejandro Werner, dijo que "hay mucho ruido, pero
todas las acciones están dentro del rango de un sistema de bienes y servicios
de libre flotación".
"Esto es lo
que hemos visto hasta ahora, y eso no tendría impacto en los flujos a mercados
emergentes más que algunas emisiones que generen alguna volatilidad",
esgrimió, y dijo que es "muy poco probable un escenario de guerra
comercial" en el que habría una corrida hacia títulos de calidad.
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