Por Javier Blanco - El cambio de estrategia del Gobierno a fin de año
-al obligar al Banco Central a bajar las tasas de interés y, así,
impulsar a la vez una recuperación del tipo de cambio- y el aumento que en forma
paralela registraron las tasas de interés en el mercado internacional hicieron
que el ingreso de capitales en el país con fines especulativos cayera en
febrero al menor nivel de los últimos 7 meses.
Así lo dejó ver el Informe Cambiario de febrero, que difundió ayer el
Central, que muestra que las inversiones de cartera de no residentes en el país
alcanzaron apenas los US$253 millones, lo que implica una reducción del 50%
respecto de enero (US$533 millones) y de casi 8 veces menos que el nivel récord
que habían alcanzado en septiembre, cuando se acercaron a los US$2000 millones.
De esta manera se confirma que el salto que tuvo el dólar y los movimientos de la
tasa locales e internacionales le asestaron un golpe a la denominada
"bicicleta financiera", que tan rentable había sido durante 2017,
básicamente dada la estabilidad que había mantenido precisamente el tipo de
cambio en un contexto de tasas de interés elevadas para los niveles que regían
en el resto de los mercados.
El informe mostró una reducción también en el déficit de la cuenta
corriente cambiaria, que cayó a la mitad del nivel de enero y resultó "un
67% inferior al promedio mensual de 2017", valoró la consultora ACM, que
apuntó además que la cuenta corriente comercial a su vez mostró que "el
déficit de bienes continúa siendo cubierto con crédito comercial, ya en que en
febrero fue superavitaria en U$S436 millones pese a que el intercambio resulta
sostenidamente deficitario".
También bajó la "fuga de divisas", que alcanzó los US$1343
millones, alejándose del récord de US$1518 millones que marcó en enero.
La que sigue reportando rojos es la balanza de servicios, que cerró con
un déficit de US$1272 millones y amplió a US$2712 millones el acumulado en el
año, monto que equivale al cobro de 10 días de exportaciones". A ese
resultado aportó el pago de tarjetas por consumos de residentes en el exterior,
que llegó a US$876 millones.
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