Por Javier Blanco -
El Banco Central (BCRA) invirtió un promedio de US$111,3 millones de las
reservas por día en lo que va de marzo para estabilizar el precio del dólar en
torno de $20,50 y evitar que prolongue una tendencia alcista, debido al impacto
que ya había mostrado sobre la inflación.
La entidad usó ayer
con ese objetivo otros US$365,3 millones, con lo que estiró a US$1557 millones
el total volcado en el mercado en los últimos 14 días (2,7% del total de
reservas), cifra de la que surge el promedio antes indicado.
De esta manera
busca suplir la insuficiente oferta privada de divisas, aunque corriendo a la
vez el riesgo de terminar estimulando la demanda, como suele ocurrir cuando el
mercado detecta un oferente dispuesto a abastecerlo a precios inferiores a los
que estaría dispuesto a convalidar.
"Es un riesgo
cierto y que seguramente lo llevará a mantenerse activo interviniendo por
varias semanas más, pero que debe asumir para dar una señal muy clara de que no
permitirá más alzas por un tiempo, dado que, porque se lo hayan impuesto o no,
ya no está dispuesto a subir las tasas de interés", juzgó el economista
Eric Ritondale, de la consultora Econviews. El analista destacó que esto
también le sirve para "contraer la base monetaria en forma inmediata y sin
costo cuasifiscal".
Para su colega
Martín Alfie, de la consultora Radar, al BCRA le está tocando pagar el costo
del cambio en la estrategia antiinflacionaria y de financiamiento por la que
optó el Gobierno. "El mercado se había acostumbrado al aporte de la oferta
financiera y, de repente, se frenaron todas las emisiones en el exterior. Por
ejemplo, Buenos Aires quería salir a emitir afuera y no pudo, va a terminar
colocando acá y en pesos", apuntó.
Aun así, para Alfie
lo que no termina de quedar claro es cuál es la lectura del BCRA. "Se
puede inferir que está sosteniendo la oferta hasta que entre la liquidación de
la cosecha gruesa para evitar nuevas alzas del dólar, debido al recalentamiento
que tuvo la inflación durante los últimos meses. Y está claro que cuenta con
poder de fuego suficiente para sostener esa apuesta. El problema será si los
exportadores no liquidan a este precio", explicó, al referirse a los
riesgos de la estrategia oficial.
Por lo pronto, si
algo quedó claro ayer en el mercado es que tener el dólar bajo control pasó a
convertirse en una especie de obsesión. Esa sensación se fortaleció ayer apenas
las operadores notaron que el BCRA irrumpió en el mercado para mantener a raya
el precio a pocos minutos de iniciadas las operaciones, aun cuando el billete
cotizaba con un aumento de apenas 2 centavos respecto de su cierre previo.
Una nueva
obsesión
"Arrancó
temprano con las ventas", apuntó el operador Gustavo Quintana, de PR
Cambios, cuando se negociaba a nivel mayorista a $20,29 para la venta. "En
ese momento comenzó a cargar posturas de venta con precios a la baja, que
hicieron que la cotización se acomodara en la zona de $20,26 hacia el mediodía,
antes de cerrar a $20,2250, es decir, con una baja de 4,5 centavos
(0,25%)", explicó Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios. Por ese
reacomodamiento la cotización al público se mantuvo estable y con tendencia a
una leve baja todo el día, hasta quedar a un promedio de $20,57, dos centavos
por debajo de su nivel de clausura de anteayer.
Con la venta de
reservas de ayer, el BCRA retiró de circulación otros $7392,8 millones y amplió
a $31.500 millones la contracción por esta vía en los últimos 14 días. Se trata
de un monto similar al monto neto expandido tras la última renovación parcial
de Lebac, considerando lo que los bancos colocaron en pases y Leliq el día
después.
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