Por Gabriel
Rubinstein - El Gobierno asumió con el FMI 3 compromisos cuyo cumplimiento en
las actuales circunstancias es complejo: a) mantener un sistema cambiario
flotante con intervenciones (compra o venta) muy limitadas; b) ciertas metas de
inflación interanuales (a revisar cada 3 meses); y c) una baja del déficit
primario a 1,3% para 2019.
Ahora bien: si por no intervenir, el dólar sube, por ejemplo, a $30 en días o
semanas venideras, la meta de inflación se sobrepasaría (incluso más allá de
los límites de "tolerancia" establecidos), excepto que no se realicen
los ajustes tarifarios comprometidos. Pero en este caso, los subsidios
aumentarían bastante, haciendo casi imposible cumplir la meta fiscal.
Ergo, flotar en este contexto de iliquidez y nerviosismo en el mercado
cambiario podría ser pronto no compatible con las metas inflacionarias y/o las
metas fiscales.
¿Y entonces? No veo más remedio que, dentro del marco del acuerdo pactado con
el FMI, procurar importantes intervenciones en el mercado cambiario, enmarcadas
estas bajo el paraguas permitido de la "disfuncionalidad" del mercado
cambiario.
A este respecto habría 2 acciones que el BCRA podría acometer:
a) Las anunciadas subastas de dólares del Tesoro, por un monto que tal vez sea
de unos u$s10.000 millones (u$s7.500 del FMI y u$s2.500 de ingresos que
vendrían vía BIRF, CAF,BID y otros).
b) Posibles subastas del BCRA, hoy hasta u$s2.000 millones
"permitidos" en el acuerdo con el FMI (u$s7.500 destinados a
Reservas, menos u$s 5.500 millones suba de reservas comprometidas).
Además, se podría (diría más bien, se "debería") emprender:
a) Que el BCRA se endeude en dólares a más de un año de plazo, lo cual sería de
libre uso para intervención cambiaria (estimo que podrían conseguirse hasta
u$s15.000 millones en repos u otros mecanismos).
b) Que el Tesoro sea activo en colocar Letras dolarizadas contra pesos, como
mecanismo para abastecer la demanda de dólares (provenientes de Lebac u otros
orígenes).
Pero también, estimo sería muy conveniente, que el BCRA manifieste claramente
cuál es el tipo de cambio real (TCRM) que considera "adecuado". Muy
probablemente, la economía necesite ahora como "ancla", más que metas
de inflación cuyo cumplimiento es bastante aleatorio (las tasas de interés son
un mecanismo muy débil para ese objetivo), una suerte de "meta de tipo de
cambio real", que sirva para ordenar mejor la economía.
Una posibilidad sería:
a) Que el BCRA exprese que en estos momentos un TCRM de 110 sería el adecuado.
Si se empezara con fecha 15 de junio, equivaldría a un dólar de $27,70.
b) Todos los días informar y publicitar ese dólar, que podríamos llamar
"dólar competitivo de referencia", que se modificaría todos los días
acorde con un TCRM de 110 (por ejemplo, si la única variación en el día fuera
que el real se depreciara 10%, dado que Brasil interviene en un 31% ahora en el
TCRM, y no hubiera inflación ese día en ningún país, el "dólar competitivo
de referencia" sería $28,56).
c) El BCRA podría informar al mercado que cualquier alejamiento
"significativo" de ese valor sería indicativo de la necesidad de
intervenir. Sería una forma de ir creando una suerte de "banda
cambiaria" sin dejar de cumplir lo acordado con el FMI (dicho sea de paso:
quien nos mandó firmar con el FMI tan limitada capacidad de intervención?)
En estos momentos, "manda el dólar". Esperemos que la nueva
conducción del BCRA esté a la altura del grado de dolarización que nuestra
economía exhibe.
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