Por Jorge G. Herrera - A los fondos de inversión con foco en
los mercados emergentes lo único que les interesa respecto del caso argentino
es la resolución del Presupuesto 2019 y el monto final del programa que se
acuerde con el Fondo. Esta fue la principal conclusión recogida durante una
megacumbre de inversores, analistas y funcionarios sobre los mercados
emergentes que tuvo lugar en la Ciudad de México, organizada por el influyente
Institute of International Finance (IIF) y el Grupo Financiero Banorte. Allí se
dieron cita los principales hacedores de política locales, administradores de
fondos y economistas jefes que siguen la región. El artífice del evento fue el
argentino Martín Castellano, economista jefe para Latam del IIF, quien con buen
timing contó con el cierre de las negociaciones por el NAFTA y el cambio de
gobierno en México. Esta fue, quizás, la principal zanahoria que atrajo a casi
todos los fondos basados en EE.UU. con inversiones en la región. El escenario
elegido, el Hotel St. Regis de Reforma, uno de los más imponentes y modernos
del DF, acompañó el tenor del encuentro del que se recogieron interesantes
conclusiones y visiones sobre la actualidad de la región.
Si bien México, Brasil y Argentina ocuparon la mayor parte del tiempo de los
debates, la cumbre también analizó el futuro del NAFTA y de la economía de
EE.UU. y el accionar de la Fed.
Según lo recogido entre los inversores realmente impresionó positivamente el
acuerdo comercial que pudo alcanzar México en un momento donde la incertidumbre
vinculada a la política comercial de EE.UU. sigue siendo muy alta. Aunque, de
todos modos, los tiempos para la aprobación del tratado parecen demasiado
estrechos. Al respecto, participaron del evento toda la plana mayor del equipo
de Lopez Obrador procurando despejar las dudas de los inversores. Se apreció la
franqueza pero aún no quedó muy claro cómo van a financiar algunas de sus
propuestas económicas.
Con respecto a Brasil, el consenso preexistente era que el nuevo Gobierno va a
tener poco margen para modificar la dirección de la política económica. Los
resultados de las encuestas muestran que el riesgo de un cambio de rumbo está
en alza. Pero el panorama continúa muy abierto. Haddad, el alfil de Lula, ahora
con chances crecientes de entrar a la segunda vuelta, sigue siendo la gran
incógnita.
Con relación a la Argentina, todos están haciendo los números, tratando de
estimar el tamaño del próximo acuerdo con el Fondo necesario para dejar
tranquilo al mercado. Más allá de los recursos que lleguen, la percepción es
que no hay sustituto para el cumplimiento de las metas fiscales, por eso todos
los ojos están puestos en la discusión del Presupuesto. Con respecto a la
balanza de pagos, las dudas se centran en qué tan rápido y profundo va a ser el
ajuste de la cuenta corriente, la cuenta financiera, cuánto hay que pagar por
amortizaciones del sector público y privado, los vencimientos de deuda de corto
y las potenciales emisiones que puedan colocarse afuera. Claro que todos
también se hacen supuestos de "roll over" y salidas de residentes.
Hubo mucho debate sobre hasta dónde subirá la inflación en EE.UU., a cuánto
sube la tasa de interés la Fed y hasta dónde llegará el ciclo alcista de la
economía. De inflación se habla de más del 2%. Hasta 2,3% sería soportable y
2,5% ya peligroso. En este contexto, la Fed tendría que subir la tasa hasta el
nivel neutral. Según la Fed (disertó Nathan Sheets) la subiría como mínimo
hasta 2,5%, como máximo a 3% y allí pararía para ver qué sucede con la
economía. Con relación al nivel de actividad se estima que aún habrá entre 12 a
18 meses más de crecimiento y luego habría una alta probabilidad de recesión.
Sobre el tema comercial con China por ahora no le ven solución. Al respecto,
sobre el NAFTA, se habló también de que en pocas semanas se espera la firma con
Canadá y una de las ideas es que EE.UU. compre de países cuya propensión a
comprar bienes y servicios americanos sea mayor a la de los chinos.
Desde el punto de vista de los portfolio managers el panorama emergente viene
complicado. Todos están muy cautos. Ponen a Turquía y Argentina como claros
ejemplos de fracasos de políticas macroeconómicas y con baja calidad de sus
bancos centrales.
En cuanto a la región, según FMI, hay países que están bien como México,
Colombia, Perú y Chile y otros más complicados como Brasil y Argentina. En
general, se percibe mucha preocupación con Brasil y se espera una nueva crisis
sobre Argentina generada precisamente por su principal socio comercial.
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