Por Mariano Casal - La mayoría
del Gobierno insiste en ubicar a las "cuestiones externas" como
causales de todos los males económicos del último año. Sin embargo, la
necesidad de tener una ley de gastos 2019 como señal de gobernabilidad a Wall
Street y al mercado local obligó a Casa Rosada a bajar sus excusas de una
manera brutal y envió al ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, a reconocer el
panorama pesimista actual y el proyectado para el año próximo en la Comisión de
Presupuesto de Diputados, donde se dio el clásico peloteo opositor contra las
políticas oficialistas. Tras casi tres años de ajuste "babé",
Cambiemos busca un equilibrio fiscal primario.
Una parte de la oposición anticipó el voto negativo a la iniciativa y buscó
confrontar con Dujovne, incluso casi sin hacer preguntas concretas. Allí se
ubicaron la izquierda y el cristichavismo vía Axel Kicillof, en un tándem cada
vez más simbiótico entre ambas bancadas. Por su parte, el peronismo y el
massismo aprovecharon la presencia del ministro para hacerlo trastabillar en
distintas partes del articulado del Presupuesto 2019, en medio de una reunión
que tuvo un inicio muy poco serio (ver aparte).
Desde el peronismo, Diego Bossio solicitó a Dujovne que diera precisiones sobre
las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y sobre
comentarios hechos desde los Estados Unidos con respecto a la viabilidad de
algún mecanismo de dolarización de la economía. "Las negociaciones con el
Fondo las estoy efectuando en pleno uso de mis facultades y no puedo adelantar
el resultado, que va a ser comunicado en los próximos días y ustedes lo van a
conocer mucho antes que se vote el Presupuesto", respondió el ministro
sobre el primer punto. En cuanto a la segunda cuestión, dijo que el país
"no está embarcado en ninguna negociación para cambiar el esquema
monetario, ya que el tipo de cambio flotante se va a mantener".
Bossio también apuntó a los supuestos "cambios" que busca Casa Rosada
para reestructurar deuda pública de acuerdo con las "condiciones
imperantes del mercado", es decir, quitar las condiciones de mejoras en
montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales. Dujovne replicó:
"Cuando la deuda estaba en poder de bancos, no cotizaba en el mercado. Con
la normativa vigente, para efectuar canje de deuda hay que cumplir dos de tres
condiciones. Argentina no planea ningún megacanje o reestructuración, y la
modificación simplemente es para mejorar el perfil de endeudamiento y en
operaciones que son menores, ya sean semanales o quincenales".
Por su parte, el secretario de Hacienda, Rodrigo Pena, ratificó que "lo
producido" por el Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES será
respetado y utilizado, tal como marca la Ley de Reparación Histórica, para
fondear haberes una vez que estén consumidos los del blanqueo, situación que
-anticipó- ocurrirá en 2019.
"El Presupuesto no es equilibrado, tiene un déficit del Producto de tres
puntos, que es cuando se pagan todos los intereses. Para ser serios,
agradecería que habláramos con propiedad", aseguró Marco Lavagna, espada
del Frente Renovador, quien agregó: "¿Por dónde va a salir la economía?
Veo el resumen de los cuatro años de gestión, más allá del resultado electoral,
es una acumulación de 220% de inflación, casi 35% por año; un PBI per cápita
que caerá seis puntos; y deuda externa superior al 100% del PBI. No encuentro
la lógica".
Dujovne en ese momento habló de "desequilibrios heredados". En esa
línea, manifestó: "Salimos del cepo, corregimos precios de servicios
públicos desalineados y el punto de arranque era con inflación elevada estando
en default. La economía había sido arrasada en términos institucionales por la
pérdida de estadísticas públicas y en 2017 vimos frutos". El ministro
después sostuvo que "no hay equilibrio fiscal, sino primario" para el
año próximo, y dejó claro que "queda por delante la tarea de seguir
trabajando el equilibrio fiscal luego del pago de intereses": allí pidió a
la oposición "acompañar" el Presupuesto y alentó a "persistir en
este rumbo".
Con respecto a tarifas eléctricas, y tras diferenciarlas de las del gas, el
secretario de Energía, Javier Iguacel, adelantó que habrá una suba del costo
mayorista en enero próximo para compensar la inflación desde agosto pasado
hasta fin del corriente año. Después, éstas tendrán incrementos a la par de la
inflación de 2019. Eso no quita que el aumento sea distinto en cada provincia,
ya que se trata de un sistema jurisdiccional -excepto la Ciudad y Buenos Aires-
y con diversos cargos de distribución local.
"En su mejor estimación, la economía cae en tres de los cuatro años que
estuvieron en el Gobierno. Traigan una respuesta para inflación y recesión. Den
respuestas a los argentinos que están sufriendo", lanzó Kicillof, quien
deslizó que el "Presupuesto espantoso" enviado por Casa Rosada
"no se puede votar". Dujovne lo escuchó y le recordó: "El
Presupuesto de 2014 tenía un 6,2% de crecimiento y caímos 2,5%. Miremos a
Venezuela, tenemos que recordar siempre los argentinos lo que nos podría haber
pasado con políticas de la administración precedente".
La comisión pasó del martes al miércoles próximo -por el paro sindical- la
visita a la Comisión de Presupuesto de Diputados -que comanda Luciano Laspina,
del PRO- del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien intentará darles
volumen político a los escurridizos peronistas que responden a gobernadores,
claves para la votación. El jueves intervendrá la flamante Oficina del Presupuesto,
por lo que Cambiemos no llegará al plan inicial de dictaminar ese día. Tampoco
se descartan más intervenciones de ministros.
Tal como contó este diario en días anteriores, las previsiones del Presupuesto
2019 estiman una inflación del 23% -de enero a diciembre-, un dólar promedio a
$40,10 -$42 a fin de año- y una caída del 0,5% de la actividad económica.
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