Por Rubén Rabanal - Los ojos de la política y la economía
estarán puestos en Nueva York desde este fin de semana. Mauricio Macri se
instalará allí el domingo para una agenda donde su discurso ante la ONU será,
quizás, el punto más publicitado, pero el menos estratégico. Macri no pensaba
estar presente este año en la lista de presidentes que darán sus discursos
desde el lunes para abrir la Asamblea General de Naciones Unidas, pero la
economía lo hizo cambiar de idea.
El Presidente llegará a Nueva York con el objetivo prioritario de reforzar
todas las señales de confianza posibles hacia el mercado. Es por eso que la
agenda ayer continuaba abierta a la espera de un anuncio central que el
Gobierno espera poder dar entre lunes y martes: el acuerdo con el FMI.
De ahí que es estratégica la presencia de Nicolás Dujovne en la ciudad de Nueva
York. Mientras Macri mantendrá reuniones dentro y fuera de la ONU con Donald
Trump o el presidente del gobierno de España, Pedro Sanchez (todo un guiño al
progresismo habida cuenta las amistades cercanas que siempre tuvo el Presidente
argentino en el Partido Popular), el ministro de Hacienda apurará la agenda de
negociaciones con el FMI y también fondos y bancos de inversión.
Si todos los planetas de alinean, juntos darán las buenas noticias desde Nueva
York.
El miércoles hubo otro avance en las señales de apoyo que el Gobierno de
Estados Unidos le da a la Argentina. El propio Macri recibió en la residencia
de Olivos a un grupo de legisladores demócratas y republicanos que pasaron a
darle su apoyo a las reformas que Argentina encara en materia económica y al
posible ingreso a la OCDE. Estaban encabezados por Edward Royce, el presidente
de la estratégica comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de
Representantes.
Ayer el FMI puso otro granito de arena. En una conferencia de prensa el vocero
del organismo, Gerry Rice, habló de los importantes progresos que lleva
adelante el país y hasta alabó el proyecto de Presupuesto Nacional 2019 como
"una parte fundamental del plan de las autoridades para fortalecer la
política económica y promover la confianza".
"Es importante porque protege en gasto en asistencia social y en salud, y
particularmente incluye un aumento en la Asignación Universal por Hijo. Esto es
clave a la luz de los desafíos económicos que presenta el país", dijo.
Nadie en la Casa Rosada había pedido tanto.
El mercado viene siguiendo esa misma línea en las últimas 48 horas. La
recuperación de los bonos, tanto los nominados en pesos que actualizan por CER
como los dolarizados, puede leerse de varias formas. Los inversores creen que
el país está listo para cerrar un acuerdo con el FMI más definitivo que el
anterior y que hasta puede haber fondos extra a los u$s50.000. Por el otro lado
los activos argentinos están a precios mas que atractivos tras las enormes
caídas por lo que los compradores están "fishing in the bottom", con
la chance de obtener grandes rendimientos mientras el dólar está en un nivel
que consideran de equilibrio. El carry- trade de nuevo y, quizás, como nunca.
Es el momento, aseguran en el Gobierno, de equilibrar las variables y comenzar
a cerrar heridas. De ahí la importancia de las reuniones que Macri mantendrá
con medios de comunicación especializados en finanzas el lunes bien temprano en
Wall Street y luego un almuerzo con las cabezas de los fondos y bancos que están
mirando a la Argentina.
Luego vendrán las fotos con Donald Trump y una cena en el Soho para recibir el
premio del Atlantic Council, curioso socio en estas ocasiones ya que allí anida
el patriciado del Partido Demócrata y si algo hace falta por estos días es que
Macri se lleve bien con la administración republicana. Recién el martes será el
turno para marchar hacia la ONU.
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