Por Leandro Gabin - El mercado
financiero está apostando a que el acuerdo entre la Argentina y el Fondo
Monetario Internacional (FMI) sea lo suficientemente bondadoso como para disparar una fuerte
recuperación de los precios de los bonos y una
prolongada paz cambiaria.
Algo de esto se estuvo viendo en las últimas dos semanas. El riesgo país
medido por el JP Morgan cede 20% en septiembre y pasó de 770 puntos a 620
unidades. Los rendimientos de los títulos, que llegaron a 11% en dólares,
ajustaron fuerte a menos de 9% en algunos casos.
Todo esto producto de un clima
global más positivo para los emergentes y las expectativas de que ahora sí el
nuevo programa con el Fondo despeje las dudas de los inversores.
El Ministerio de Hacienda y el Banco Central se
encargaron en los últimos días de ir puliendo el discurso. En reuniones
con banqueros e inversores, sin dar demasiados detalles, hablaron de que es
inminente la finalización de las negociaciones técnicascon el
staff del FMI.
El mensaje que transmite el ala
económica del Gobierno es que serían cuestiones de "horas, días" para
terminar de pulir el acuerdo y que a más tardar a principios de la semana que
viene estaría completamente sellado.
De ahí en más, el equipo negociador liderado por Roberto Cardarelli y
Alejandro Werner (que ya estarían de regreso en Estados Unidos después de haber
pasado por Buenos Aires) elevará al directorio el nuevo paquete acordado con el
país para que luego el board del organismo lo vote.
Se
aprobaría formalmente cerca de finales de mes, tal como señaló
Nicolás Dujovneeste jueves en
Diputados.
Visto bueno para un mayor ingreso de fondos
La posibilidad de conseguir
dinero adicional es lo que estaría sobre la mesa. En principio, entre u$s15.000 y
u$s20.000 millones más que se sumarán a los u$s50.000 millones ya acordados
hace tres meses.
Según dejaron trascender desde el Gobierno a banqueros, el Fondo es consciente
de que un acuerdo que contemple tan sólo el adelantamiento de desembolsos
podría generar dudas financieras hacia adelante y "cierto grado de
estrés", y que sólo una partida de fondos adicionales ayudaría
a despejar el horizonte.
¿Qué se discute entonces con el FMI? El organismo
dio el visto bueno a las metas fiscales que propuso el Gobierno (déficit cero
para el 2019).
"Las discusiones ahora se centran en el programa monetario y el impacto de
las medidas políticas en la economía. Hay más discusiones sobre la ejecución
que sobre el diseño del programa", describieron desde el banco Credit
Suisse (CS), que mantuvo reuniones hace pocos días con funcionarios de
Hacienda, BCRA y Casa Rosada.
Según pudo saber iProfesional, los puntos en
los que estaban tardando en acordar un poco más eran los vinculados a las metas
de inflación y cuánto dinero de lasreservas puede ser utilizado para intervenir.
El Fondo cree que el "inflation target" fracasó en la Argentina y que
ya no tiene sentido tener estimaciones estrictas acerca de esa variable tan
sensible, que lo único que hace es desgastar al Gobierno.
Además, no sirve para anclar las
variables de la economía. "Las metas fueron un invento de (Alfonso) Prat
Gay que luego tomó como bandera (Federico) Sturzenegger. Pasaron papelones por
incumplirlas y ni siquiera a Caputo le interesa mantenerlas", comentaba un
banquero privado con línea directa al despacho del presidente del Central.
En el Credit Suisse creen que el foco del Gobierno en el corto plazo está en el
nuevo acuerdo con el FMI y en el
Presupuesto 2019. Destaca que Casa Rosada espera que los mercados,
particularmente el del dólar, "se calmarán cuando estas negociaciones
hayan sido completadas".
Así, el circuito cambiario empalmaría con lo que está sucediendo con el
resto de los activos locales. La Bolsa anotó el jueves la séptima suba
consecutiva y hubo mayor demanda por bonos argentinos,
tanto en dólares como en pesos.
Además, en las mesas de dinero
dicen que hay un incipiente ingreso de capitales desde el exterior, algo que se
evidenció con los casi u$s1.000 millones que atrajo la licitación de Letras
Capitalizables del Tesoro (Lecap).
Los bancos piden un "market maker" al estilo de las AFJP
Con respecto a la situación del
mercado cambiario en general, los funcionarios del Central le transmitieron al
banco suizo este panorama:
1.- Se mantendrá un doble marco de política monetaria con la tasa de interés
(de la Leliq) como principal herramienta pero con más
compromiso con los agregados monetarios
2.- El
foco seguirá siendo la estabilización del peso frente al dólar.
Se buscará evitar que un exceso de liquidez de las Lebac sea la
principal fuente de volatilidad en el mercado de divisas
3.- Se
mantiene el plan de reducción del stock de estos títulos. Según
las estimaciones, el BCRA necesitará utilizar entre u$s3.000 millones y
u$s4.000 millones de sus reservas para abastecer al mercado a medida que las Lebac vayan
venciendo.
Caputo, su vice Gustavo Cañonero y el director y hombre de confianza
Pablo Quirno, recibieron este jueves a operadores del mercado local en el Salón
Bosch del Banco Central.
Si bien evitaron dar precisiones
sobre el acuerdo con el FMI, deslizaron
que cuando se anuncie serán mucho más claros sobre sus planes sobre política
monetaria. Admitieron que hasta ahora "estaban apagando
incendios" y que a partir de la recuperación de septiembre habrá
modificaciones.
Del otro lado, los
financistas locales le pidieron a Caputo previsibilidad y que trabaje para
recrear las AFJP o algún tipo de inversor institucional que pueda contribuir a
moderar los shocks externos, para otorgar liquidez al
mercado y eliminar la renta financiera.
Los hombres de la City le
solicitaron que alguien tiene que hacer de "market
maker". Es decir, quien compra o vende para marcar precios y así
evitar volatilidades extremas en los activos. "Cuando hay corrida contra
los fondos, es necesario tener esto", le indicaron.
El número uno del Central escuchó y si bien no prometió nada, tomó apuntes y
avisó que está trabajando para recrear esa figura. En su "descargo"
ante los operadores, diferenció las etapas de la crisis: desde
finales de abril y hasta principios de agosto, se trató de una (crisis) cambiaria
tradicional.
Pero desde agosto, lo que golpeó a la
Argentina fue una crediticia por el escándalo de los "cuadernos".
"El tema de los cuadernos
pegó fuerte. Cuando irrumpió esta cuestión el rendimiento del Bonar 2026 saltó
320 puntos básicos, más del triple que en plena corrida cambiaria de
abril", explicó Caputo.
El presidente del Central afirmó que este mes ya se observa un mercado más
tranquilo, y que el temor a un default de los bonos ha ido
quedando atrás. Sin embargo, no le dio el acta de defunción a la corrida
contra el dólar. Para eso faltará que se conozca el acuerdo
con el Fondo y, claro está, la reacción del mercado.
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