Por Ariel Maciel - Los industriales comenzaron a mostrar
signos de preocupación y decepción por las novedades que dejó la cumbre
presidencial entre Mauricio Macri y Jair Bolsonaro. Empresarios del sector
reclamaron que la administración central deberá avanzar en la
"competitividad país" antes que en un acuerdo para flexibilizar el
Arancel Común Externo del Mercosur, al señalar que una "apertura
indiscriminada" al mundo, en el medio de una profunda crisis
manufacturera, dejará a la industria al límite de su continuidad.
Para intentar ponerle un freno
a la avanzada de ambos gobiernos, distintos integrantes de la cúpula de la
Unión Industrial Argentina
( UIA) comenzaron a reactivar las relaciones
internas -en receso por período de descanso de verano- con el fin de visitar al
ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, y trasladarle la preocupación que
se instauró entre los dueños de las fábricas.
No habrá reunión en Buenos
Aires aunque también se descartó una foto en alguna playa. Mucho menos en Punta
del Este, como suele suceder cuando se encuentra la mesa chica para diseñar el
funcionamiento general de la política interna en la UIA. Pero las conversaciones se multiplicaron
en las últimas horas y el malestar quedó plasmado en los primeros contactos.
Fuentes consultadas por BAE
Negocios confiaron que las negociaciones para abrir el mercado
"sorprendió" y dejó "sabor amargo" en la UIA. "Nos van a fundir. Ahora sí que
habrá lluvia de importaciones y no hay forma de salir al mundo. O son burros o
hay mala intención", dijo un integrante de la conducción.
Existe, aclaran, una necesidad
de mantener aceitadas las relaciones con el Gobierno porque la demora de una
negociación del AEC podría ser una carta estratégica para evitar chocar con el
socio regional, sin desactivar el pedido del propio Bolsonaro.
"Que bajen los aranceles
externos comunes, sin entender que Brasil ya empezó reformas de fondo, e
inclusive va a avanzar con una reforma impositiva, cosa que Argentina la
pospuso al 2020 una liviana reforma que había hecho, es algo que debería
preocuparnos", afirmó, en diálogo con este diario, José Urtubey,
integrante del Comité Ejecutivo de la UIA.
El empresario salteño aclaró
que la industria argentina no está "en igualdad de condiciones" para
competir en el mundo. "Deberíamos trabajar para darle más competitividad
al país y a partir de ahí, eventualmente, pensar en conjunto con Brasil en eso.
No podemos seguir abriéndonos indiscriminadamente al mundo sin encarar reformas
que nos den competitividad. Ahí radica el mayor error", enfatizó.
Uno de los puntos de mayor
preocupación es la persistente caída del empleo. Los números que ayer mostró el
CEU dejó claro que el sector se mantendrá en contracción por mucho tiempo.
"No hay soluciones mágicas si es que la actividad económica sigue cayendo
como está pronosticada, no sólo por las proyecciones locales sino también por
la OCDE, el Banco Mundial y el FMI, que pronostica una caída del 1,9% al igual
que la actividad industrial. Por lo que, para reactivar el empleo fabril, hay
que reactivar la industria", afirmó Urtubey.
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