Por Claudio Zlotnik - ¿Qué
pasará con el dólar en las próximas jornadas? ¿Hay chances de que el Banco Central vuelva a comprar en el
mercado? ¿O el despegue de la cotización de las últimas horas anticipa futuras
alzas?
Todas estas son preguntas que
se hacen a diario ahorristas e inversores. Y, al intentar trazar una
proyección, los operadores de la City
están poniendo la lupa en una operación que tendrá lugar en el cortísimo plazo
y que podría tener impacto en el tipo de cambio.
Se trata de la venta de Prisma, la compañía que maneja el negocio de las
tarjetas Visa en la Argentina, cuya concreción se dará la semana que
viene.
Por esa transacción, los bancos dueños de Prisma percibirán u$s725 millones. En
el mercado financiero descuentan que esas entidades deberán desprenderse de
esos billetes verdes, ya que los bancos se encuentran muy regulados en cuanto a
la tenencia de moneda extranjera y ya no tienen margen para quedárselos.
Analistas y operadores consideran que la
liquidación en el MULC (Mercado Único y Libre de Cambio) de estos u$s725
millones podrían significar una presión hacia la apreciación del tipo de cambio.
Se trata de un monto
equivalente a lo que se opera a lo largo de una jornada y media. Por lo tanto,
según consideran en algunas mesas del microcentro porteño, esta súbita oferta
de divisas podría constituirse en una presión bajista para la cotización del
billete verde.
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia le había dado a los bancos
dueños de Prisma un plazo hasta el próximo miércoles 23 para desprenderse de la
compañía. Esto quiere decir que, a lo sumo, recibirán el dinero por la venta
esa misma jornada. Y así como les llega, están
obligados a darse vuelta y ofrecerlos en el mercado.
Algunos operadores señalan que hay instituciones que ya adelantaron una parte
de esas ventas en la última semana, de manera de llegar más holgados al
miércoles que viene.
Detalles de la operación
Cabe destacar que los bancos
propietarios de Prisma son los mayores del sistema financiero, incluidos
algunos públicos, como el Provincia de Buenos Aires. Entre los privados, los más relevantes son el
Santander Rio, BBVA Francés, Galicia, Macro, HSBC, ISBC y, Patagonia Comafi.
En total, las acciones se distribuyen entre 14 entidades.
El comprador del 51% de la compañía financiera es el fondo de inversión
estadounidense Advent. Las empresas involucradas tienen tiempo hasta el año
2022 para vender el 49% restante e la empresa.
La Comisión Nacional de Defensa de la Competencia había ordenado a los bancos
dejar de controlar ese negocio financiero ya que, a su entender, realizaban un abuso de posición dominante del
mercado de medios de pago.
Advent es un fondo con sede en Boston y ya ha realizado otras inversiones en la
Argentina. Tuvo participaciones (ya vendidas) en los laboratorios Fada Pharma y
LKM, la bodega Graffigna, la empresa de asistencia médica Universal Assistance
y la postal OCA. En la región, en tanto, tiene inversiones en Perú, Colombia y
Brasil.
La concreción de la venta de Prisma tendrá, también, un impacto fiscal
innegable. Las entidades vendedoras tendrán que depositar en la AFIP una
ganancia extraordinaria que les deja esta operación.
El economista Alejo Aristei, de Balanz Capital, lo explica de esta manera:
“Como las valuaciones de balance de Prisma que reportaron los bancos son
significativamente inferiores al precio de mercado, esto les permitirá reportar
una ganancia significativa, que repercutirá en el 'valor libro' de cada uno,
mejorando los ratios de capital. ICBC y Santander Rio son los que más
crecimiento de valor contable tendrán por esta operación".
De acuerdo con los cálculos de Aristei, la
AFIP embolsará una cifra que estará en torno a los 200 millones millones de
dólares en concepto de Impuesto a las Ganancias.
“Este monto es el resultado de
la abultada diferencia entre el 'valor libro' y el valor de mercado de Prisma”,
contempla el economista, en diálogo con iProfesional.
La suerte del dólar
En las últimas horas, la
cotización del dólar se alejó del piso de la banda de Sandleris. En el segmento
mayorista quedó en $37,71; veinte centavos arriba de dicho piso. A principios
de semana, el Banco Central intervino con compras,
justamente, con el objetivo de sostener la cotización, que había caído fuera de
la zona de no intervención.
También es cierto que los últimos movimientos en el mercado cambiario
respondieron en su totalidad a lo que aconteció en el contexto internacional.
La suerte del peso argentino no hizo más que acompañar lo sucedido tanto con el
real brasileño como con el peso mexicano, por citar dos casos referenciales.
No obstante eso, los operadores de la City insisten: el ingreso de los u$s725 millones por la venta de
Prisma podría desembocar en una presión bajista del tipo de cambio.
Incluso, advierten que podría no ser el único factor que influya durante las
próximas semanas. Esto es así dado que en el Banco Central aguardan un flujo neto
positivo en el ingreso de capitales. Sobre el escenario que se viene, se
destacan los siguientes puntos:
● Cosecha de trigo: un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba estima que la
producción alcanzará las 19 millones de toneladas a nivel nacional. Con un
precio del trigo de casi u$s200 por tonelada (según la Bolsa de Comercio de
Rosario), la producción total aportará en el corto-mediano plazo un total de
u$s3.800 millones.
Cierto es que los productores no tienen la obligación de liquidar los dólares en el MULC. Pero, en un
escenario de calma cambiaria, lo más probable es que vendan y coloquen en
plazos fijos los pesos que no utilicen para afrontar sus costos en moneda
local. Esa es la opción más rentable en un corto período si se mantiene la pax
cambiaria.
● Balanza comercial: la Argentina dio vuelta la ecuación, como producto de la
devaluación y la recesión, que impacta de manera notable en el volumen de
importaciones. Al respecto, los datos más actualizados provienen de la relación
comercial con Brasil.
El déficit comercial con el país vecino pasó de un interanual de u$s9.010
millones a comienzos de 2018 a otro de u$s4.389 millones interanual en
diciembre último. Esto significa, ni más ni menos, una reducción del 51,3% del
rojo comercial en los últimos diez meses.
Las importaciones provenientes de Brasil cayeron un 55% en diciembre respecto
del mismo mes de 2017. Y, a su vez, las exportaciones de la Argentina a Brasil
crecieron un 27%. En consecuencia, el
último mes del año pasado, la Argentina registró un superávit comercial de
u$s261 millones.
● Atesoramiento: la compra neta de billetes verdes por parte de los minoristas se
derrumbó 70% en diciembre último confirmando la tendencia observada desde
octubre, cuando se puso en marcha el apretón monetario de Guido Sandleris.
La compra de divisas por parte de ahorristas pasó de u$s2.500 millones entre
mayo y agosto del año pasado, a desplomarse hasta los u$s1.195 millones en el
noveno mes del 2018
Incluso, en octubre pasado fue incluso más marcada la caída en el ritmo de
adquisición de billetes verdes, con un saldo neto que quedó en u$s475 millones
La frutilla del postre fue noviembre, cuando hubo un aluvión de venta de
divisas por parte del público y se produjo un
"desatesoramiento" que llevó el resultado final a ventas netas por
u$s107 millones.
● Turismo: también ayudó a cerrar la brecha. El efecto del dólar alto, tasas
elevadas y recesión, ayudó a reducir considerablemente el rojo neto de la
balanza por viajes al exterior: cayó a un tercio (de u$s900 millones a u$s300
millones mensuales).
El gran interrogante quedará sobre el escenario internacional, del cual la
Argentina es muy dependiente.
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