Por Luis Autalan
- El consumo alcanzó en enero su octavo registro consecutivo en caída libre con
una contracción del 9,3% anual, según un informe del Instituto de Trabajo y
Economía Fundación Germán Abdala (ITFGA). En efecto dicho Indicador Mensual de
Consumo (IMC) reveló también que la serie sin estacionalidad reportó una merma
una de 0,9% mensual, definido por la caída de los salarios y las exorbitantes
tasas de interés. La fotografía estadística del primer mes de 2019 no sólo
corrobora el escenario de recesión sino que pone en evidencia que las medidas
para contener la inflación, vía medicina financiera arrasan con los salarios.
Para mensura comparativa respecto al último año electoral, al igual que el
corriente, la baja de consumo en 2017 ya había encendido luces rojas para la
Casa Rosada con una caída del 5,5%, todavía no se esperaba la sucesión de
tormentas en la economía que fueron postales del año pasado.
El ITFGA aportó algunos elementos que ejemplifican el escenario del
consumo arrasado, a saber: la venta de autos nacionales en enero cayó a la
mitad de los números para el mismo mes del año pasado y alcanzó un 54%,
mientras que el IVA Neto bajó un 8,1% anual.
Apelando a la estadísticas de pequeñas/medianas empresas agrupadas en
Came concluyeron en que las ventas minoristas se desplomaron 10% y cerca de un
77% de los comercios registraron una baja en sus ventas. Para el circuito
financiero, no apto para todo público, el crédito real en pesos cayó 21,9%
anual, con fuertes bajas en Adelantos (-25,2%), Documentos (-42,2%), Tarjetas
(-12,7%), Personales (-20,0%) y Prendarios (-26,3%).
Se veía venir
Tampoco es novedad que los expertos afines al Gobierno acepten que ésta
es una consecuencia de su estrategia, empero en organizaciones sindicales
adosan un dato que agrava todavía más el escenario: la Remuneración Imponible
Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) volvió a caer en diciembre y
acumula 8 meses ininterrumpidos en rojo, según lo subrayó desde el Observatorio
de Derecho Social de la CTAA, su coordinador Luis Campos, a BAE
Negocios. Queda a las claras que es una mensura que explica la merma de
adquisición de productos o servicios definida nada más y nada menos que desde
salario real.
El diagnóstico sindical, para dirigentes y asesores económicos, se ve
revelado también en datos en el último registro del Instituto Estadístico de
los Trabajadores (IET), que conforman organizaciones de la CGT y la CTA, que
arrojó para enero un 2,7% de inflación. El propio Iindec desmintió al propio
presidente Mauricio Macri respecto de pausa inflacionaria alguna, y arrojó un
2,9%. Léase los números oficiales superaron el cuadro de situación planteado
por los gremios. Fuera de discusión está el deterioro del poder adquisitivo.
Ese valor es un 11% inferior al de enero de 2018. "Si bien la tendencia de
los últimos meses encuentre al salario real en un supuesto piso a partir de
octubre último pasado, es improbable que este año el salario real retorne a los
niveles de 2017", sentenció Nicolás Trotta, uno de los responsables del
IET a este diario.
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