Por Veronica Dalto - Los altos índices de inflación que no dejan de
superar las expectativas llevaron al Gobierno a lanzar el paquete de medidas
que incluye congelar unos 60 precios y aplanar algunas tarifas de servicios
públicos. Sin embargo, se estima que el costo fiscal será poco relevante
en el presupuesto (0,05% del PBI) y, en cambio, le ayudará a cumplir las metas
de déficit primario a fin de año (en 0,75% del PBI).
"Un 0,05% del PBI es poco desvío en relación a los posibles
ingresos por el desvío de inflación tan elevado respecto a la meta (fijada en
el Presupuesto) y su posible impacto en las cuentas fiscales",
dijo Gabriel Zelpo, economista jefe de Elypsis.
"Tuvimos más inflación. Calculando linealmente, que hay que tomarlo
con cuidado, nos dejaría 0,75% del PBI de mejora en el resultado fiscal",
calculó Zelpo al prever una inflación de 38% versus el 23% que había
presupuestado Hacienda. En cambio, consideró "ínfimo" el peso de
los $9.000 millones que costarán las medidas anunciadas.
De todos modos, no prevé que el gobierno llegue al déficit primario
cero, sino que se acercará al 1% del PBI. Porque el FMI permite ajustar el
resultado en 0,3% del PBI para gasto social (que en parte ya se ejecutó con la
actualización de la AUH), 0,2% del PBI para obra pública financiada por
organismos multilaterales y 0,4% de las rentas del FGS de Anses que se pueden
empezar a computar.
El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró en conferencia de
prensa del miércoles pasado, en el anuncio, que el costo fiscal del plan
asciende a $9.000 millones, debido a quelas únicas medidas incluidas en el plan
que representan un costo fiscal surgen de la decisión
de evitar nuevas subas en las tarifas del gas y la electricidad hasta fin de
año. Y que se cubrirá sin inconvenientes con ahorros en otras
partidas presupuestarias de la Administración central y con mejoras en la
recaudación.
Ese costo pesa sólo 0,05% del PBI, porque la mayor parte del
"congelamiento tarifario" se realizó después de las mayores subas en
los servicios públicos.
Sucede que las tarifas de electricidad tenían programado un 48% de aumento
y sólo se suspende el 4% que se iba a dar en mayo y otra vez en agosto.
Además, la suspensión es sólo para las familias, los aumentos persisten
para las empresas. Las actualizaciones del gas en abril (10%), mayo (9%) y
junio (7,5%) se mantienen (con el diferimiento del 22% de la factura de
invierno al verano). En tanto, el agua seguirá adelante con el aumento del 27%
en mayo. Y el aumento en colectivos y trenes ya se aplicó en el primer
trimestre, un promedio del 40%. Sólo el subte no subirá a $21 en mayo, pero
después de llegar a $19 en abril.
El Gobierno aplanó los precios de gas y electricidad hasta fin de año
En tanto, la ayuda de 0,75% que genera la inflación en el cumplimiento
de las cuentas fiscales, se debe a que el Gobierno en el Presupuesto previó
que un aumento de 1% de inflación por encima de la inflación proyectada (23%)
representaría una mejora fiscal de 0,05% del PBI. Si la inflación termina en
38%, como prevé Elypsis, el resultado fiscal mejoraría en 0,75% del PBI.
Se debe a que una mayor inflación arroja un excedente de recaudación de
los impuestos nacionales (0,1%), pero elevaría el gasto en prestaciones
sociales 0,03% por la fórmula de movilidad e incrementaría 0,001% el gasto en
compras del Estado para las políticas de vacunación y alimentarias y una
presión al alza en el gasto en subsidios (0,009%).
Con todo, el FMI advirtió sobre la caída de la recaudación debido a
la recesión (aunque recortó la caída del PBI para este año) y reprogramó las
metas fiscales para el segundo y tercer trimestre. Es que los otros dos desvíos
adversos en el Presupuesto son la caída en el nivel de actividad (el
Presupuesto fue optimista) y un tipo de cambio superior (las retenciones se
fijaron en pesos) a los previstos, lo que se está verificando en la realidad.
Para Zelpo, es necesario esperar a los próximos meses, cuando ingresa el
monto fuerte de derechos de exportación, antes de afirmar que la recaudación
crece menos de lo previsto. En tanto, la ayuda que genera la inflación en el
presupuesto también le da al gobierno margen para impulsar el gasto
discrecional. "Que no sorprenda con decretos incrementando el
gasto", señaló.
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