Se intensificaron en las últimas jornadas las visitas y reuniones de
fondos e inversores del exterior. Quienes participaron de esos encuentros
dejaron trascender un clima de optimismo. ¿Están todos tan comprados?, se
preguntó irónicamente un histórico hombre del mercado, muy cercano al primer
mandatario y que ya recogió el barrilete, como dicen en la jerga, al referirse
cuando se da vuelta la apuesta al “carry trade”. Uno de los encuentros más
animados fue el de EMTA-AdCap en el Hilton. La estrella, obvio, era Bausili que
sudaba pensando en la licitación de Letes linkeadas. El secretario de Finanzas
había recibido la órden que no dejara ni un peso libre en el mercado. Es que
entre el Dual y el POMO, en Economía y en el BCRA temblaban
pensando que todos esos pesos tendrían destino de dólar. Hasta Sandleris
levantó la barrera para que los bancos entraran en estas Letes. Dios pagará. Un
economista de un legendario banco de inversión americano le explicaba a
interlocutores que esos bonos vencían antes del famoso 22/6, cuando se conozcan
los competidores a la presidencia. De ahí el temor de Bausili y Sandleris que
festejaron” el dato del IPC de abril. La verdad que mucho para celebrar no hay,
entienden en el mercado. Porque si bien dio menos que marzo la economía está
con una fiebre de precios de casi 56% anual. A parte quienes leen bien los
números advierten que las presiones inflacionarias siguen siendo muy
generalizadas: solo 4 de los 12 principales grupos del IPC tuvieron una inflación
por debajo del 3% en abril y ninguna por debajo del 1%. Además, en 6 de los 12
grupos del IPC, la inflación anual está por encima del 50% (dos de los cuales
están por encima del 60%). Esto refleja la generalización de las presiones
inflacionarias. Si hay cierto debate entre los que creen que las últimas
medidas intervencionistas moderarán la tasa de inflación y los que creen las
presiones cambiarias y la incertidumbre política no darán tregua, por ello
advierten que el BCRA debe tener la máxima cautela en la calibración de corto
plazo de las tasas de interés. Veremos la muñeca de Sandleris.
En estos días en todo encuentro, a pesar del hartazgo general,
empresarios, banqueros, inversores y analistas siguen interrogando a los
politicólogos, encuestadores y contactos con la Rosada y con todo el abanico
opositor sobre los escenarios posibles. De lo que se habla mucho, según cuentan
los habitués a esos encuentros templarios es la interna en Cambiemos que escala
de la mano de los radicales sin green card. Dicen que es lo más parecido al
final de “Game of Thrones”. Y siguen preguntando si habrá algo más en el menú
de octubre además del polarizado “chicken o pasta”. Todos tienen claro que el
partido oficial es “dólar-precios o muerte”. Macri no da el partido por perdido
mientras Marcos y Durán agitan el estandarte de CFK. Lo cierto es que la gente
con estas tasas de inflación tienen cierta amnesia del pasado. Un riesgo para
Mauri.
El Summit de AmCham fue el evento del año. Fue todo el espectro político
y económico. En los pasillos estuvo muy opinado el efecto MSCI. Unos lobos de
Wall Street decían que podía esperarse un efecto negativo en lo inmediato
porque a pesar que la cartera de los emergentes es mucho más grande que la de
frontera el porcentaje que tendrá Argentina en el índice emergente-frontera es
mucho menor al que se esperaba. Esto da lugar a que en términos absolutos la
diferencia implicaría unos u$s2.000 a u$s3.000 millones en contra. Otro lobo
señalaba que el incremento de la volatilidad en Wall Street es una señal porque
con los nuevos tambores de guerra comercial es un cóctel explosivo. Explicó que
el índice VIX se disparó un 80% en una semana y escaló a máximos de cuatro
meses (casi 21 puntos) por obra y gracia de Trump. A mediados de abril estaba
en 11 puntos. Si bien es lógico este movimiento ya que cuando la renta variable
cae con fuerza, la volatilidad sube con fuerza, y viceversa, lo que preocupa
son sus consecuencias. Pese a todo otro allegado a AmCham comentó la última
movida de Warren Buffett que contradiciendo su filosofía de inversión (no
invertir en tecnológicas porque no las entiende) destinó u$s900 millones en
Amazon. Hablando de apuestas otro financista comentó la multa que Bruselas de
aplicó al “cartel”. Se refería a la decisión de la Comisión Europea que multó a
Barclays, The Royal Bank of Scotland (RBS), Citigroup, JPMorgan y Mitsubishi
UFJ Financial Group (MUFG Bank) con 1.070 millones euros por conformar un
cártel en relación con el intercambio de once divisas (el euro, la libra, el
yen, el franco suizo, los dólares estadounidense, canadiense, neozelandés y
australiano y las coronas danesa, sueca y noruega). Lo más interesante es que
hubo un “arrepentido” o más bien un “testigo protegido”, el UBS, quien develó
la existencia del cártel y por ende no ha sido multado. Amigos son los amigos.
Volviendo al país, un dato de color lo brindó un conocido abogado del sector
asegurador que comandó una misión comercial de inversores norteamericanos a
Entre Ríos con un éxito insospechado, pensando en el momento actual. Una
reconocida multinacional estaba negociando con granjeros polleros entrerrianos
el abastecimiento de sus locales, con especial énfasis en las patas de pollo.
No había caso, cada vez que un pollero le decía cuánto le podía vender, o más
bien qué producción anual le podía garantizar, el americano decía “¡No, no, no,
no es suficiente! ¡Necesito más! Ahí un productor entrerriano no se contuvo y
le dijo: ¿Qué quiere que tenga pollos de seis patas?
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