Por Pablo Wende
- A pesar de la estabilidad del dólar a lo largo de este mes y la disminución
de la inflación en abril, las tasas de interés no bajarán en forma
significativa. Así lo dio a entender el titular del Central, Guido
Sandleris, que precisa mantener un férreo control de las variables monetarias
para evitar nuevas crisis financieras o cambiarias hasta las elecciones. El
dato es clave para los ahorristas que eligen opciones en pesos, desde plazos
fijos hasta bonos de corto plazo (como las Lecap o los Boncer).
El número del Banco Central quiere "curarse en salud" y no
cometer el mismo error que en enero, cuando apuró la reducción de tasas ante la
caída del tipo de cambio. El resultado fue pésimo: se produjo un
fuerte rebote del 11% del dólar en marzo y la inflación tuvo un pico ese mismo
mes de 4,7 por ciento. El aprendizaje es que no son momentos para
"aflojar las riendas" ni de descuidarse, mucho menos a medida que se
acerca el período electoral.
Sandleris remarcó en su conferencia de ayer que por primera vez en
muchos años la Argentina tuvo "ocho meses consecutivos de tasa real
positiva", es decir rendimientos que le ganaron a la inflación. Pero esta
tendencia se acentuará en las próximas semanas.
El JP Morgan publicó un informe dirigido a clientes en el que espera que
la inflación baje a 3,1% en mayo. Sin embargo, la tasa de referencia que
utiliza el Central para tomar Leliq a siete días baja en forma casi
imperceptible. Lo que a principios de febrero era un rendimiento de 44% ahora
está por encima del 71,5%. La proyección de inflación para los próximos doce
meses, sin embargo, no supera el 35%.
Apurar una rebaja de tasas en pesos aliviaría al Central, ya que debería
pagarle a los bancos menos intereses, pero siempre estaría el riesgo de
gatillar un cambio de portafolio por parte de muchos ahorristas: salir de
inversiones en pesos y pasarse al dólar. Para que eso no ocurra, o que
suceda en menor medida, la "zanahoria" debe ser muy grande.
En las últimas semanas se intensificó la pelea de los bancos para captar
plazos fijos entre no clientes, aprovechando la plataforma web que puso a
disposición el Central. Los que aprovecharon fueron sobre todo los bancos
públicos, que salieron a pagar tasas de 55%, como sucedió con el Nación.
Quienes decidieron tomar el riesgo están consiguiendo grandes
rendimientos este mes, aprovechando por un lado tasas altas y por otro que el
dólar se mantuvo muy estable. Ayer incluso cerró por debajo de los $46 en
el mercado minorista. Claro que la apuesta tiene sus riesgos, especialmente
teniendo en cuenta que en junio habrá fuertes definiciones electorales y se
conocerán los nombres de los precandidatos presidenciales.
La evolución de los plazos fijos es puntillosamente monitoreada por los
bancos, pero también por los analistas económicos. El peligro de una caída del
stock para correr al dólar por ahora no se verifica, en parte por el aumento de
tasas de las últimas semanas.
El aumento de la demanda de pesos que podría verificarse en junio por la
necesidad de fondos del Tesoro y también de los privados por el pago del medio
aguinaldo incluso podría impulsar aún más las tasas para arriba.
La contracara de este fenómeno es que la actividad económica tiene más
dificultades para reactivar, algo que se notó claramente en estos últimos
meses. El consumo, por ejemplo, no termina de despegar aunque podría empezar a
levantar muy lentamente a partir de las paritarias que se están cerrando. Y las
empresas siguen pagando tasas astronómicas para salir a financiarse vía
descuento de cheques o un descubierto en cuenta corriente.
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