Por Jorge Herrera - La estabilidad del dólar junto al reciente leve retroceso dieron lugar a
que el BCRA aprovechara para ajustar, a la baja, la
tasa de interés de referencia (de las Leliq). Así, en mayo el promedio de la tasa
diaria bajó más de 300 puntos porcentuales y en lo que va de junio se aceleró
en más de 500 puntos. En paralelo, la inflación también mostró una
desaceleración amarreta, pero desaceleración al fin.
En este contexto surge un dato
alentador: la demanda de dinero parece haberse estabilizado. Cabe recordar que
a partir de la crisis cambiaria del año pasado el proceso de desmonetización
(huida del peso) se aceleró. Todos los agregados monetarios se derrumbaron,
sobre todo los del sector privado. Desde marzo, los datos oficiales dan cuenta
de que el proceso de huida del peso se habría estabilizado. Así, por ejemplo,
el agregado M1 (billetes y monedas en poder del público más depósitos a la
vista) está creciendo, según el BCRA, a más del 5% mensual. También el M2 (M1
más las cajas de ahorro) y el M3 (M2 más plazos fijos) acusan mejoras a partir
del aumento de los depósitos privados. Estos agregados pasaron de crecer de una
tasa interanual del 15% a más del 25%.
O sea, por un lado la demanda de
dinero transaccional, debido principalmente al efecto inflacionario ya que la
economía sigue en recesión, se recuperó. En eso ayudó la estabilidad cambiaria
también. Pero además las mayores tasas de interés, debido al apretón monetario
y la pax cambiaria, se tradujeron, sobre todo, en más plazos fijos.
Claro que los agregados amplios no
mejoraron completamente debido a que los depósitos oficiales cayeron. Pero el
balance es positivo. El sector privado dejó, por ahora, de escapar del peso.
Clave para la paz cambiaria.
Pero de frente a lo que viene no
cabría esperar que las tasas de interés de las Leliq sigan retrocediendo.
Vienen por delante meses estacionalmente expansivos, o de alta demanda de base
monetaria, tanto por el efecto aguinaldo como en menor medida por vacaciones.
Está claro que en las próximas cinco semanas habrá más demanda de pesos.
La mayor demanda de liquidez
implicará que el BCRA intente seguir con la baja de tasas. Pero los números del
sistema financiero parecen no brindar tanto margen.Según estimaciones del
mercado el sistema financiero parece seguir en “rojo”, o sea, no llega a
cumplir con las exigencias de encajes mínimos, pese a la baja vigente este mes.
Lo que abre el interrogante de si el BCRA aplicará otra vuelta de reducción de
encajes para evitar que las tasas de interés salten por el aire.
Desde el
punto de vista de los ahorristas este panorama se puede traducir en una nueva
fase de atractivas tasas de interés pasivas porque la demanda de base generará
un faltante de liquidez en los bancos. Todo esto es lo que se proyecta, por lo
menos, hasta las elecciones Primarias. Un nuevo round del carry trade. Aunque tampoco nadie puede desestimar
ningún cisne negro, ni externo ni doméstico, tanto de parte del oficialismo
como de la oposición.
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