Por Juan Diego Wasilevsky - Tras el
impacto positivo que generó el "efecto Pichetto" en la previa a las
elecciones primarias, el Gobierno se encontró con un "oasis" que era
impensado hace unos meses.
El dólar, por un lado, ha venido cerrando
varias jornadas en baja. Algo similar ocurrió con el riesgo país, un indicador
que refleja los niveles de confianza de los inversores internacionales sobre la
economía.
En paralelo, si bien parte del viento de cola
que se avecinaba todavía es una amenaza latente, la súbita –y también
inesperada- recuperación del precio de la soja se constituyó en un argumento
más que explica el clima de paz que se respira en el mercado.
Es cierto que nadie baja la guardia. Desde
consultoras como Economía & Regiones, por ejemplo, alertan que la
estabilidad del billete verde es solo una cuestión temporal y que hay
crecientes riesgos de que "salte otra vez" en la medida en que la
fórmula de Alberto y Cristina Fernández marquen diferencias amplias en las
PASO.
Sin embargo, en el macrismo se está planteando esta carrera hacia las PASO como un
"relanzamiento" de la gestión. Y parte de ese nuevo impulso que Macri está dándole a su imagen -luego del golpe mediático
que supuso la elección de Pichetto como candidato a vice-, tendrá continuidad
en un escenario internacional y en numerosos "mano a mano" con los
principales líderes mundiales.
Es cierto que la participación de Macri en la próxima cumbre del G20, a partir del 28 de
junio en Osaka, Japón, es parte de la obligación protocolar que tiene por
formar parte de la troika de países organizadores: la Argentina figura como el
último anfitrión, Japón como el actual, mientras que Arabia Saudita será el
próximo.
Pero no es solo una cuestión meramente protocolar.
La nueva gira internacional del Presidente supone un gran despliegue porque,
además de visitar Japón, también viajará a Malasia y hasta se evalúa la
posibilidad –no confirmada aún- de un viaje relámpago con destino a Francia.
Y esta agenda internacional, cargada e
intensa, también será una manera de hacer política hacia adentro: el mensaje que dará Macri desde el escenario del G20 -con fotos con los
mandatarios incluídas- será una forma de ratificar el mejor clima financiero
que se vive por estos días en el plano local.
Básicamente porque el despliegue que tendrá
su gira a muy poco de las PASO, contrasta con lo que ocurría en abril. En ese
entonces, en pleno estrés por la corrida cambiaria, Macri se había visto obligado a cancelar –como nunca
antes le había sucedido- un viaje por Francia, Bélgica y Suiza.
Esta decisión no solo generó un fuerte
malestar diplomático con esos países. También hizo evidente en ese momento la
gravedad de la crisis.
Ahora, el contexto es diferente: la imagen
del Presidente se viene recuperando y la agenda política vuelve a imponerse
tras los cimbronazos que dejaron el salto del dólar y el recalentamiento de la
inflación.
Así lo refleja un relevamiento de Isonomías,
que muestra que la brecha sobre la intención de voto entre Macri y Cristina Kirchner se achicó considerablemente y
ahora el gap es de apenas dos puntos (34% y 36%, respectivamente).
"Esto es una continuidad. Van
cuatro años de una política consistente en todos los principales foros
internacionales. Y su vinculación con los líderes de las potenciales es una
decisión que le ha dado buenos resultados. Basta chequear el apoyo clave que
logró de parte de Trump para destrabar el acuerdo con el FMI", apunta el
consultor Marcelo Elizondo.
En efecto: durante
la crisis financiera, en 2018, el espaldarazo internacional se convirtió en una
de las principales armas de Cambiemos.
Y en los momentos en que Macri necesitaba señales de apoyo contundentes, allí
estuvieron el propio Trump y otros líderes europeos, que ayudaron a equilibrar
la pérdida de confianza que estaba minando la imagen del Presidente en el plano
local.
El hecho de que esta buena sintonía con los
líderes de las potencias fue una fuerza importante para equilibrar el barco
cuando las aguas se empezaban a poner turbulentas es una visión que comparte
Fabián Calle, analista internacional de la Universidad Austral: "Sin el
activismo del presidente de EE.UU., el paquete del FMI no hubiese llegado a los
u$s57.000 millones. Ni siquiera hubiera superado los u$s24.000 millones, monto
que no hubiese calmado los movimientos especulativos. Ese gap, el Gobierno se
lo debe a la intervención de la Casa Blanca".
La canciller alemana, Angela Merkel, fue otra
de las líderes de peso que, desde la platea internacional, ayudó a apuntalar al
Gobierno en su cruzada por asegurarse los fondos necesarios para reforzar la
confianza de inversores.
Y el corolario de esta estrategia se dio en
el marco de la Cumbre del G20 en Buenos Aires, cuando un Macri con lágrimas en los ojos hablaba del éxito del
"operativo seducción" hacia los principales mandatarios del planeta y
la imagen, que recorrió el mundo, se convirtió en una postal que ayudó a
levantar la moral entre las golpeadas filas de simpatizantes de Cambiemos.
Para Raúl Ochoa, experto en comercio
internacional y uno de los integrantes del think tank de la última cumbre de
los 20 que se hizo en Buenos Aires, este viaje a Japón es más estratégico que
nunca: "Tras el apoyo que recibió desde el exterior, para Macri es importante seguir fortaleciendo lazos. Se tiene
que mostrar como presidente en ejercicio de la Argentina, pero también, debe
dar un mensaje de continuidad de las políticas. Y este foro va a ser importante
para enviar ese mensaje".
Reuniones, negocios y dólares
Según fuentes oficiales, de no haber
modificaciones de último minuto, el Jefe de Estado se embarcará el lunes en un
viaje que lo llevará a Yakarta, capital de Indonesia. De allí partirá rumbo a
Japón, donde se desarrollará la cumbre los días 28 y 29.
Todavía no se confirmó oficialmente, pero
podría haber posibilidades de que Macrirealice una escala posterior en Francia, donde el
objetivo principal sería darle impulso al acuerdo de libre comercio entre el
Mercosur y la Unión Europea.
El canciller Jorge Faurie sí ratificó
que Macri ya tiene marcadas varias de las reuniones privadas
con numerosos mandatarios, entre los que se encuentran Trump y su par chino, Xi
Jinping, Shinzo Abe (Japón), Emmanuel Macron (Francia), Pedro Sánchez (España)
y Mark Rutte (Holanda).
Entre los encuentros más importantes está el
que mantendrá con el líder del gigante asiático. Es que la agenda oficial
estipula que unos días antes del G20 el jefe de Gabinete, Marcos Peña, estaría
viajando a Beijing para terminar de concluir las negociaciones que permitirán
avanzar con un préstamo por u$s7.900 millones por parte de esa nación para
financiar la construcción de la cuarta central nuclear, esta vez con tecnología
china.
Un detalle: la negociación para avanzar con
este proyecto la inició Cristina Kirchner durante su última gestión. La
diferencia es que la valuación de la obra, en aquel entonces, era de unos
u$s9.000 millones, es decir, más de u$s1.000 millones por encima del valor
actual.
En el caso de la cumbre con Trump, todavía no
trascendió la agenda, pero se rumorea que la crisis de Venezuela ocupará un
lugar central. Además, la cuestión seguridad y terrorismo seguramente sea otro
de los temas que se traten en la agenda, dado que Mike Pompeo, secretario de
Estado del jefe de la Casa Blanca, vendrá a la Argentina en el marco de una
cumbre que se realizará a mediados de julio.
Y, por supuesto, la
reelección de Macri será "el" tema de la reunión, luego de
los continuos espaldarazos que recibió por parte de Trump.
"Los problemas que enfrenta el Gobierno
en el plano interno son preponderantes y están por sobre su agenda
internacional. Pero la realidad es que Macri, si apuesta a una continuidad, sabe que debe seguir
teniendo asegurados los buenos vínculos con los países más poderosos",
plantea Ochoa.
Para el experto, la influencia directa de Trump ante el FMI y el apoyo financiero de
China son gestos que podrían tener que repetirse en el caso de darse una
segunda gestión.
Elizondo coincide: "La Argentina buscó
convertirse en un mercado confiable y esto le permitió recibir financiamiento
cuando se cerraron los mercados. En esto tuvo muchísimo que ver la buena
relación de Macri con los líderes mundiales y también tendrá un peso
importante en caso de darse un segundo mandato".
Si bien no ocupa la primera plana de los
medios, la realidad es que la disponibilidad de dólares constantes y sonantes
sigue siendo un problema acuciante: desde Ecolatina plantean que las reservas
brutas rondan los u$s70.000 millones, pero las netas merodean los u$s20.000
millones.
"Son acotadas y necesarias para cancelar
la deuda pública en moneda extranjera, ante la imposibilidad de acceder a los
mercados de crédito", advierten desde la consultora.
En tanto, desde Economía & Regiones
alertan que "el dólar volverá a saltar", en parte porque la falta de
credibilidad daría lugar a una caída de la demanda de dinero que generaría una
instantánea sobreoferta de pesos.
La consultora de Diego Giacomini desconfía
del alcance del "efecto Pichetto". Bajo su óptica, el candidato a
vice de Macri "no es un superhéroe que todo lo puede y
siempre vence". Por el contrario, plantean que un escenario probable es
que la teoría económica "termine jugando un rol de súper villano".
Por eso, ante la chance de imponerse en los
próximos comicios, el macrismo sabe que nunca está de más tener en la agenda de
contactos el número de teléfono de los principales líderes mundiales.
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