Por Javier Blanco -
El dólar despertó hoy de su larga siesta para pegar un salto que le hizo borrar
en la jornada las pérdidas que
había acumulado en las últimas dos semanas.
La cotización del billete, que
acumulaba cinco semanas en retroceso, trepó de $41,60 a $42,40 para los
negocios mayoristas, es decir, se encareció 80 centavos (1,9%) en el día, lo
que convirtió al peso en la moneda más devaluada de la jornada.
Contagiado de ese empuje, su
precio de venta al público, que había cerrado la semana anterior a un promedio
de $42,85 y comenzado la jornada a $42,92, cerró el día a $43,40, con un
aumento de 65 centavos que muestra que no llegó a captar parte del salto del
mayorista, ya que se aceleró sobre el filo de la rueda.
"En los últimos 15 minutos
subió 40 centavos, casi 1%, debido a que el mercado se encontró sin
vendedores", reseñó el analista Fernando Izzo, de ABC Mercados de Cambios.
"Se notó una escasez de oferta que coincidió con un incremento en la
demanda. Eso provocó la fuerte reacción del tipo de cambio que recuperó en una
sola rueda la caída de las dos últimas semanas", apuntó por su parte
Gustavo Quintana, de PR Cambios.
La menor oferta se debió a un
freno en el ingreso de capitales y una menor liquidación de los exportadores,
lo que quedó reflejado en el volumen total operado de US$ 700 millones, un
monto 20% inferior al operado el viernes.
Pero el despegue final llegó por
el estrecho nivel de negocios y el ya mencionado desbalance entre oferta y
demanda. De hecho los operadores coinciden en señalar que los últimos 40
centavos de suba del mayorista se produjeron en el cuarto de hora final de la
rueda y cuando sólo se registraron negocios por US$27 millones
En el mercado se discutía si el
rebote se produjo porque se instaló la percepción de que el precio del billete
ya había caído demasiado (lo que hace que los que tengan divisas para liquidar
tiendan a retenerlas y los que están tentados a comprar se lancen a hacerlo);
porque la tasa de interés local, que hoy cedió otros 18 puntos (quedó al 58,83%
anual la de referencia) o porque hay ahorristas menos dispuestos a hacer plazos
fijos, ahora que el plazo mínimo de imposición hace que venza luego de las
PASO.
"No vi nada especial en el
día, pero el rebote no me parece mal, aunque es preferible que sea suave, dado
que para mi gusto se había acelerado demasiado la baja", juzga el
economista Miguel Zielonka, de la consultora Econviwes, en obvia referencia a
los escasos beneficios económicos de un dólar bajista luego que la economía
absorbió el costo de su fuerte escalada, dado que los precios internos
"contagiados" de su suba luego no lo acompañan a la baja.
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