Por Daniel Sticco - Unas de
las preocupaciones de "los mercados" tras el resultado de las PASO y
el severo giro negativo que tuvieron los precios de las acciones y, en particular,
de la renta que ofrecen los bonos emitidos por el Gobierno nacional, es la
capacidad de pago de los vencimientos a partir de 2020, si se cae el Acuerdo
con el FMI.
Más aún después del
paquete de medidas de emergencia para resignar recursos tributarios
y aumentar los gastos en asistencia a los sectores de menores recursos para
compensar aquellos efectos, que se expresaron con contundencia en el salto del tipo
de cambio, la caída de reservas en divisas en el Banco Central, y el punto de
quiebre de la desaceleración de la inflación.
De ahí que la
primera acción del flamante ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, fue
explicitar las cuentas fiscales con los datos cerrados a julio y las
proyecciones trimestrales hasta fin de año, con un ajustado sobrecumplimiento
de las metas con FMI, las cuales serán analizadas "pronto" por los
técnicos del organismo de crédito multilateral.
Y como ya ocurriera
en los meses previos, un factor clave para generar excedentes de recursos
fiscales en una economía recesiva pero con alta inflación fue el singular
aumento de "otros ingresos", a tasas de tres dígitos al año, más que
duplicando a la inflación en 12 meses.
Si bien en esta
oportunidad se evitó presentar un análisis con las explicaciones de las
variaciones de los principales rubros de la hoja de balance de Hacienda, Infobae pudo
observar que un aporte significativo hasta el primer tercio de agosto fueron
las ganancias del Banco Central transferidas al Tesoro, pero que se espera
continúe hasta fin de año, con la batería de medidas activadas desde la última
semana para estabilizar el mercado de cambios en un sendero acorde con la tasa
de inflación esperada. También se suman las utilidades de la Anses y ventas de
activos del Estado.
Números contundentes
Si en julio los
ingresos extraordinarios hubiesen mantenido la dinámica de los recursos
tributarios y crecido 53,2% en lugar de 125,3% hubiesen aportado $19.500
millones menos, y determinado la persistencia de un déficit primario algo
superior al de un año antes.
Mientras que en las
proyecciones a septiembre y diciembre el aporte extra de "otros
ingresos" respecto de lo esperable en línea con el comportamiento del
resto de los recursos se estima el necesario para cumplir con lo justo con la
meta comprometida con el Fondo Monetario Internacional de déficit fiscal antes
del pago de intereses de la deuda de 0,5% del PBI.
La base de las
ganancias del Central están en las rentas que la entidad ha venido obteniendo,
y espera volver a repetir con las ventas de dólares a futuro a una valor
determinado, en base al efecto de la devaluación sobre las reservas, a la
proyección de las altas tasas de interés y de inflación, y un cierre de
contrato a fin de período a un precio inferior, si logra estabilizar los
mercados y recrear la confianza de los fondos de inversión del exterior, y la
suba del oro.
Sin duda, se trata
de un supuesto fuerte en perspectiva, dada la incertidumbre que ha generado el
escenario preelectoral de octubre tras el contundente resultado de las PASO.
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