Por Luis Beldi - La falta de
certezas hace que el mercado se maneje día a día, pero hay señales firmes de
hacia donde va una parte del dinero de los inversores. Los que salen del
plazo fijo, compran dólares aternativos, “libre” o van a la Bolsa.
Los que eligen las
acciones se dividen entre los cazadores de oportunidades que compran cuando
todo se derrumba y venden cuando suben. El riesgo es que pueden ganar en pesos,
pero perder en dólares, ya que la divisa que toman como referencia es el dólar Bolsa
que es más de 20% más alto que el oficial al que, obviamente, no tienen acceso.
El otro grupo de
inversores de la Bolsa, apuestan a más que duplicar en dólares su inversión.
Compran una acción para tomar ganancias en el mediano o largo plazo. Mientras
tanto, no se hacen problemas por la volatilidad diaria del mercado. Es como
tener un bono de la deuda y esperar su vencimiento. Todas las bibliotecas
dicen que si alguien espera a las acciones el tiempo que sea necesario, gana.
Después están los
que eligen los fondos de bonos Latam, que tienen mayoría de bonos
latinoamericanos y un porcentaje de Bonos del Tesoro de Estados Unidos. En
estos momentos, están ajustando sus carteras. Redujeron de forma poco
significativa su exposición en Chile, donde los bonos perdieron un porcentaje
irrelevante de su paridad, para comprar títulos de Brasil que están francamente
en alza y de Paraguay, porque los dólares de los argentinos los eligieron como
un buen destino. Saben que, si aumentan las retenciones o ponen impuestos
elevado a las exportaciones, Paraguay crece porque hay mercadería que se “muda”
de noche para salir por el puerto paraguayo y eludir esos gravámenes.
El problema que
tienen los bonos paraguayos que, a pesar de la paridad elevada y el bajo
riesgo, tienen poca liquidez. Se tarda más en colocarlos.
“Es el día a día.
Los inversores tienen dudas y temores. Por caso, hay una enorme preocupación
por si pondrán el impuesto al Patrimonio Neto a los que blanquearon sus dólares
en el exterior”, señaló Federico Sidi, de Compass Group. “Además, los que
tienen pesos porque salieron de los plazos fijos no tienen demasiados destinos
para invertirlos”, agregó.
La volatilidad de
la Bolsa explica este humor. El S&P Merval sumó un alza de 4,30% con
negocios por $ 1.294 millones, bastante menos de los casi 2 mil millones que
negociaba la semana anterior, pero de todas maneras es un volumen respetable.
“Lo que hay que
tener en cuenta es que los inversores miden el volumen de negocios y los
precios de las acciones en dólares. Si el dólar sube, el volumen debe acompañar
la suba, caso contrario consideran que el mercado se está achicando. Las
apuestas en la Bolsa no son para ganar en pesos, sino en dólares. Así que por
más que aumente el precio de las acciones si no superan a los dólares alternativos,
para el comprador no es negocio”, señaló Sidi.
Por eso las
preferidas de los últimos tiempos fueron Aluar y Ternium. La empresa de
aluminio exporta casi todo o que produce y Ternium está radicada en Texas. Es
como tener dos papeles atados al dólar. Los que compran creen que habrá una
fuerte devaluación.
Pero ahora, se
sumaron los bancos que venían maltratados en las últimas ruedas. Por eso Grupo
Financiero Valores ( 8,33%), Banco Galicia ( 7,93%) y Supervielle ( 7,37%)
fueron los que más ganaron. Macro aumentó 5,62% y BBVA, 4,77%.
En Wall Street los
ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en dólares
y que se utilizan para hacer operaciones de contado con liquidación- se
recuperaron con generosidad de la caída del viernes. Banco Supervielle ( 6,86%)
lideró las alzas seguido por Grupo financiero Galicia ( 6,36%), Telecom
Argentina ( 5,82%), Banco Macro ( 5,47%) y BBVA ( 5,16%).
Otros ahorristas e
inversores eligen mantenerse en pesos, pero se inclinan por los depósitos
indexados que continúan creciendo. El miércoles de la semana pasada subieron
$447 millones ( 3%). Es una clara apuesta a la inflación futura. De hecho saben
que va a ser muy alta en los últimos dos meses del año.
Los depósitos en
dólares siguieron en baja. El 30 de octubre se retiraron de los bancos USD 174
millones. De todas maneras, el ritmo de retiros parece ceder.
El dólar tuvo un
día tranquilo porque el mercado no tiene señales claras. En bancos y casas de
cambio, la divisa perdió 2 centavos y operó a $ 63,33. En la plaza mayorista,
donde rige el super cepo, subió 2 centavos a $ 59,71 con negocios más elevados
por USD 364 millones. Esto fue porque el Banco Central compró divisas porque
aumentó la oferta de los exportadores y no querían que el dólar bajara.
Los dólares
alternativos soportaron bajas de 1,5% a $78,77 en el caso del contado con
liquidación y de 2,3% a $ 74,49 en el dólar Bolsa o MEP.
El “libre” con
operaciones escasas, pero mayor oferta del “chiquitaje” que vende el cupo de
USD 200 mensuales, perdió $ 1 y cerró en $66,50.
El riesgo país
quedó sin cambios. Subió apenas una unidad a 2.277 puntos. Los bonos largos de
la argentina con legislación neoyorquina, siguen en alza pero no hay
vendedores. La mayoría de estos títulos proviene del canje de la deuda que hizo
Néstor Kirchner y vencen en 2033 y 2038. Esto hace presumir que quedarán afuera
de cualquier default o reperfilamiento. Su rendimiento de 16% los hace
atractivos.
Pese a todo, el
título más buscado fue el Bonar 2024 que el viernes paga intereses y los que lo
compraron es para hacerse de dólares billetes comprando estos títulos en pesos.
Por eso, comenzaron la semana con una suba de 5,05%.
Las reservas, por
las compras del Banco Central y la suba del oro, aumentaron USD 32 millones a
USD 43.321 millones. Es la segunda suba consecutiva. El viernes crecieron 34
millones.
La falta de
precisiones, hace ver que el rumbo de los pesos no va a cambiar. Se orientarán
al dólar bolsa, de manera selectiva a las acciones y a los plazos fijos
indexados.
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