El ministro de
Hacienda Hernán Lacunza reconoció
hoy que Mauricio Macri deja
una herencia no deseable al comparar el fin de su mandato con el estado que
recibió cuando era el que asumía el compromiso de conducir el país, tras ocho
años de gobierno de Cristina Fernández de Kirchner: "Son dos
herencias no deseables, con matices", dijo el funcionario, que intentó
explicar con metáforas la situación en uno y otro momento.
En una entrevista
con Romina Manguel en
el programa Va de vuelta, en Radio Nacional, Lacunza intentó poner paños
fríos al debate que se podría abrir al afirmar que "este momento en la
Argentina es para cooperar, no polemizar". Al tiempo en que aclaró que
"lo mejor que podemos hacer por los argentinos es que este gobierno termine bien, con la
mayor cantidad de recursos posibles".
Pese a que afirmó
que "habrá tiempo de hacer balance más adelante y comparaciones con otros
gobiernos", no pudo evitar hacer su propia evaluación y afirmó
que "el anterior gobierno terminó con mejor fachada y peores
cimientos, las condiciones futuras eran muy difíciles de maniobrar; este gobierno termina con peor fachada en
términos de bienestar y con mejores cimientos".
A la hora de la
autocrítica, afirmó que "hay cosas que indudablemente no
funcionaron, la inflación es
bastante más alta que a fin de 2015 y la pobreza también es
alta", pero, tras reconocer que "hay datos objetivamente
peores", aclaró que "ahora este gobierno los muestra". Y
agregó: "La inflación nos duele,
la pobreza también".
Más adelante,
intentó una metáfora para describir la situación y describió que "no es
que la Argentina es un Fórmula 1 pero es un vehículo con algunos repuestos
renovados (...) Ahora, el auto
está en la banquina, en mejores condiciones para salir a la ruta".
"Nuestros
resultados no fueron mejores en términos de crecimiento" y explicó
que "para tener altos
salarios en dólares tenemos que ser más competitivos si no, no le
vendemos a nadie".
Consultado sobre el
documento que, sin firma, comenzó a hacer circular el Gobierno, y que le
mereció duras críticas del Frente de Todos, explicó que "el documento hace
referencia a los cimientos, la
situación coyuntural no es normal, los controles cambiarios no son un
instrumento permanente, son para evitar males mayores".
Y, mientras en una
entrevista el presidente electo, Alberto
Fernández, afirmaba "no podemos pagar la deuda en las condiciones
que está la economía argentina", el ministro consideró que "la deuda es más o menos el 70 por ciento del
producto, no es un nivel de deuda prohibitivo".
Además, describió:
"La Argentina tiene un programa de vencimientos exigentes para los
próximos cuatro años. La negociación tiene que hacer más énfasis en los plazos, que en los montos".
Sobre las
conversaciones con las futuras autoridades, afirmó que "el gobierno
electo está definiendo su programa y su equipo, hay que dejarlo trabajar y
cuando lo defina, estamos a disposición".
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