Por Mariano Cuparo Ortiz - El crédito en pesos volvió a
registrar una caída en octubre. Fue de 0,4% real y libre de estacionalidad, en
la comparación con septiembre. Como dato positivo se destaca que se trató de
una buena desaceleración respecto a la baja que se había visto en el mes
previo. Como negativo, lo remarcable es que la contracción no se frenó pese a lo pronunciado del deterioro
acumulado. En la comparación interanual, el desplome es
extraordinario: en octubre, el
crédito en pesos cayó 28,9% respecto de igual mes de 2018 en
términos reales. Los datos dejan entrever la continuidad de la recesión.
Los números del crédito en octubre fueron publicados el viernes por
el BCRA.
Por el lado del crédito al consumo se vieron resultados dispares. Y es que el Ahora 12 ayudó a impulsar a las
tarjetas de crédito, que mostraron una suba real y desestacionalizada de
1,2% en contra el mes previo (tomando como válida la inflación de
4,4% esperada por los analistas consultados en el último REM). En cambio, los préstamos personales, con una mega tasa
de 75,6%, cayeron 5,2% respecto a septiembre.
El crédito productivo volvió a mostrar repunte mensual en términos
reales: los adelantos subieron 7,9% y los documentos 3,9%, más allá de que en
las variaciones interanuales las bajas son pronunciadas. Los analistas que
trabajan en la diaria con pymes destacan dos factores. Por un lado, la recesión es la más larga en veinte años;
las empresas llegan con la lengua afuera y, más allá del alto costo financiero,
para sobrevivir toman el crédito que haya disponible; sobre todo si hay bajas
de la tasa en el margen. Por el otro lado, existe cierta expectativa de que
hayan consumos postergados por la crisis. Estas visiones optimistas sostienen
que, si al cruzar el Rubicón se estabiliza la macro, podrían repuntar las ventas durante las
fiestas.
En la actualidad el nivel del crédito es del
7,7% del PBI, lo que representa el peor registro desde el 2006. Para la
consultora LCG el año terminará en 7,6% y ese récord será un hecho. La
consultora afirmó: "Del lado del crédito, si bien el contexto recesivo
sigue mostrando fuertes caídas anuales, es probable que empiece a repuntar
marginalmente debido a la reducción progresiva de las tasas de interés, que
promete profundizar la administración entrante".
La recesión es una de las explicaciones para una baja tan notable del
crédito como la registrada en 2019. Y el resto de los indicadores también
mostraron que durante el mes pasado no parece haber ocurrido un despegue. Por
caso, la recaudación tributaria
cayó 6,2% real interanual y el IVA impositivo tuvo un desplome de 13,3% real.
Los despachos de cemento portland registraron una contracción el mes pasado de 8,5% contra 2018. La
producción automotriz informada por Adefa mostró
cierta desaceleración en la caída: el negativo fue de 17,7% (desde febrero no
bajaba del piso imaginario de caídas de 20%). Otro indicador relevante del
nivel de actividad local en octubre fue el superávit comercial récord con Brasil, y es que esa mejora ocurrió
por el fuerte ajuste en las importaciones, lo que se explica por la
recesión. Las compras al país vecino cayeron 32% interanual durante el mes
pasado y en lo que va del año alcanzaron una merma de nada menos que 50%
respecto al mismo período del 2018.
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