Por Jorge Herrera - El stock de préstamos
privados en pesos se elevó a $1.764.683 millones a fin de octubre pasado. Esto
implicó un crecimiento mensual del 4% y del 8% interanual. En los últimos dos
meses, se observa una fuerte reacción del crédito privado. Después de la
paliza que viene sufriendo el crédito privado, con fuertísimas caídas en
términos reales (de más del 25% desde que se inició la crisis en 2018), los
últimos datos son una inyección de alivio y de esperanza en que pueda verse
algún impacto, positivo, en el nivel de actividad en el corto plazo. Ya que el
crédito bancario suele anticipar, de alguna manera, el comportamiento de la
actividad doméstica, a pesar que el mercado crediticio local es exiguo en
términos del PBI y frente a las comparaciones internacionales.
Así y todo, permite
vislumbrar posibles efectos en la demanda interna. Sin embargo, este aparente
“boom” crediticio que vive el sistema financiero local en el último bimestre no
sería tan así. Antes de pasar a analizar el porqué vale señalar que el stock de
préstamos privados en dólares ha retrocedido a niveles de u$s11.848
millones a fin de octubre. Desde las PASO los créditos privados en
dólares, la contracara de los argendólares, o sea, de los depósitos privados en
dólares, acusan una caída de u$s4.400 millones (un 37% del stock total).
Lo que ocurre es
que el reciente “boom” crediticio está principalmente explicado por el accionar
conjunto del inicio del desarme del stock de Letras de Liquidez del BCRA (Leliq)
y por la caída de depósitos privados en dólares (con la consiguiente pérdida de
reservas del BCRA, vía encajes de argendólares). Debe recordarse que el
BCRA en la previa electoral, ajustó el programa monetario induciendo a que los
bancos cancelaran los préstamos privados en dólares, que en su mayoría están en
manos de empresas vinculadas al sector exportador. De esta manera esperaba
el Central que los bancos recuperaran una oferta adicional de divisas para
canalizar en el mercado cambiario interno. Fue así como se fueron recortando y
precancelando, cuando las pautas contractuales lo permitían los créditos
otorgados en dólares. No puede soslayarse que en paralelo hubo una corrida
contra los argendólares, que cayeron desde las PASO más de u$s13.400 millones
(las reservas vía encajes cayeron en más de u$s7.500 millones).
Por lo tanto lo que
fueron haciendo los bancos, con sus clientes exportadores, es decir, los que
tenían créditos en dólares (prefinanciación o financiación de exportaciones,
etc.) fue armando un producto financiero “sintético” por el cual le
transformaban el préstamo en dólares a pesos y le garantizaban un tipo de
cambio (o sea, una especie de seguro de cambio). De esta manera cayó
abruptamente el stock de préstamos en dólares y creció muy fuerte el de pesos. Hay
que recordar que el último salto del tipo de cambio implicó que muchas
entidades vulneraran los niveles de exposición cambiaria en términos del
patrimonio, según la normativa del BCRA. Por ello debían reducir dicha
exposición y ofrecer a cambio financiación en pesos.
Por ello se observa
que entre septiembre y octubre el stock promedio mensual de los préstamos
privados en pesos aumentó $53.000 millones y $70.300 millones respectivamente.
Mientras que por el lado de los créditos en dólares hubo una caída de u$s3.400
millones en esos meses. Por eso es que no puede considerarse a semejante
aumento del crédito privado un boom, y menos, esperar que haya algún impacto en
el nivel de actividad.
Los datos oficiales
del BCRA muestran que por el lado de los préstamos privados en
dólares, la reducción del stock en todas las líneas, principalmente, Documentos
y solo Tarjetas muestra un leve aumento. Mientras que por el lado del
financiamiento en pesos al sector privado, las líneas vinculadas con Adelantos
en cuenta corriente y con Documentos son las que explican la mejora con
aumentos de $50.000 millones y $37.000 millones respectivamente en los dos
últimos meses, en los saldos promedio mensuales.
También hubo una
mejora vía Tarjetas que aportaron otros $42.000 millones en el saldo promedio
mensual de setiembre y octubre.
El resto de las
líneas siguen en franco retroceso, como Personales que encadenan 6 meses de
caídas y Prendarios con más de un año de caídas sostenida.
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