Por Martín Dinatale - Alberto
Fernández exhibió un discurso “europeísta” y solicitó apoyo a los representantes
de los países que integran la Unión Europea para negociar con mayor poder
frente al FMI. Asimismo, el presidente electo prometió que hará “todo lo
posible” para que el acuerdo de libre comercio de la UE con el Mercosur se
concrete.
Las dos
definiciones ocurrieron durante un almuerzo diplomático servido en un hotel
porteño. Junto a Fernández se alinearon Felipe Solá, Cecilia Todesca,
Gustavo Béliz y Juan Pablo Biondi, una parte importante de sus actuales
asesores que formaran parte de su gobierno cuando suceda a Mauricio Macri.
El
presidente electo llegó a las 13:15 al salón Posadas II del Palacio Duhau donde
lo esperaban 22 embajadores y representantes diplomáticos de la Unión Europea
para escuchar sus ideas y propuestas para la Argentina que viene. Coordinados
por la embajadora de la UE, Aude Maio-Coliche, los diplomáticos vieron a un
Fernández muy predispuesto a entablar una relación profunda de la Argentina con
Europa desde el 10 de diciembre.
Antes
de comenzar el almuerzo, la embajadora Maio-Coliche le entregó una carta a
Fernández del presidente del Consejo Europeo Donald Trusk y el presidente de la
Comisión Europea Juan Claude Junker en la que lo felicitaron por el triunfo
electoral y se mostraron dispuestos a “reforzar los lazos de amistad y cooperación
entre nuestros países y nuestros pueblos”, Y le desearon “el mayor de los
éxitos”.
“Habló
de todo y sin reparos. Se mostró muy europeísta y fue muy realista sobre la
economía complicada que tiene el país”, reveló a Infobae uno de los allegados
de Fernández. La comida fue distendida y se sirvió lomo cremoso de papa con
pancetas y un tinto Malbec.
Además
de solicitar el apoyo de los embajadores europeos frente al FMI,
Fernández también adelantó que antes de asumir en la Casa Rosada viajará a
Francia para reunirse con Macron y aprovechará también la estadía en Europa
para visitar a Italia y Alemania. En ambos casos fue invitado por las
autoridades de esos países para mantener un contacto inmediato.
Por
otra parte, hacia el inicio del almuerzo, Fernández tranquilizó a los
embajadores europeos sobre el futuro acuerdo de la UE-Mercosur. Les
planteó abiertamente que quería revisar ese entendimiento sellado por el
gobierno de Mauricio Macri en julio pasado, aunque aclaró que ello no implicaba
poner reparos. “Estuve a favor desde hace años y haré todo lo posible que para
que se concrete ese acuerdo”, les dijo el presidente electo.
En este
sentido, el embajador de España, Sandomingo Nuñez, recordó que cuando era
jefe de Gabinete de Cristina Kirchner, Fernández ya había estado en Madrid
respaldando las negociaciones por el acuerdo de libre comercio que llevó más de
10 años en cerrarse. Ahora vendrá la etapa de la ratificación
parlamentaria donde el presidente electo no pondrá objeciones una vez leído en
detalle ese acuerdo. “Nadie firma un cheque en blanco”, aclaró uno de los
dirigentes que acompañaron a Fernández.
La
embajadora Maio-Coliche destacó a Infobae que “la reunión fue
muy positiva, con mucho entendimiento y con un mensaje muy alineado a nuestros
valores”. Así, la embajadora de la UE se mostró confiada en que la Argentina
avanzará en lo inmediato en el acuerdo de libre comercio con la UE-Mercosur, ya
que ello implica un flujo comercial para más de 500 millones de habitantes.
También
el presidente electo aprovechó un comentario del embajador de Holanda, Roel
Nieuwenkamp, para destacar el modelo del Consejo económico Social que
allí funciona para resolver conflictos empresariales, sindicales y sociales.
En otro
tramo del almuerzo, los embajadores y representantes de embajadas europeas se
mostraron interesados por el futuro de la economía argentina y las medidas que
tomará Fernández. El presidente electo fue tajante y directo: dijo que
seguirá adelante con los controles cambiarios “porque Macri nos dejó sin reservas”,
aclaró. También se mostró dispuesto a facilitar las inversiones europeas
en la Argentina. Actualmente el 44% de las inversiones extranjeras que recibe
el país provienen de Europa.
No
obstante, la mayoría de los embajadores de la UE se mostraron preocupados por
la seguridad jurídica, los cambios de reglas en la Argentina y la eventual
inestabilidad económica.
Hubo un
pasaje del almuerzo donde Fernández se explayó sobre la situación de Bolivia y
reiteró la existencia de un golpe de Estado que dejó afuera a Evo Morales del
poder y del país vecino. Planteó claramente que no va a reconocer a la
presidenta interina Jeanine Añez y deslizó que espera que Macri haga lo mismo.
En unas
semanas -el próximo 10 de diciembre- se verán las caras de nuevo; cuando Fernández
-ya presidente de la Nación- salude a todos los embajadores en el Salón Blanco
de Balcarce 50.
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