Por Luis Beldi - La aversión
de los inversores del mundo al riesgo, en otro momento podría ser una excusa
para justificar la constante suba del riesgo país. Pero la Argentina, recibe
solo un porcentaje de esa influencia, porque el centro del mal está en la
vulnerabilidad de su economía por la falta de dólares.
Pero no está de más
ver qué escenario global se le avecina a un país que debe renegociar su
deuda. Las protestas de Chile y de Hong Kong han contribuido a profundizar
las crisis de las bolsas sudamericanas y asiáticas.
En Chile desde hace
un mes, cuando comenzaron las manifestaciones, el dólar subió 11,7% y la bolsa
perdió 13% de su valor. Ahora el Banco Central anunció que saldrá a vender USD
4 mil millones para sostener al peso chileno.
En Asia bajaron
todas las bolsas por las marchas de Hong Kong. Las bolsas de Europa tuvieron su
propio infierno porque Donald Trump anunció que puede aumentar los
aranceles de los vehículos que se importen de ese continente, si continúan con
sus políticas comerciales.
En este
marco, la renegociación de la deuda local puede tornarse más dura porque
los acreedores quieren bajar el riesgo de sus carteras. Para un inversor
la mejor manera de alejarse de un país vulnerable, es deshacerse de sus bonos,
de sus acciones y de su moneda. Por eso el dólar sigue siendo lo más preciado
en la Argentina y, ahora, en la región.
Pero la peor de las
novedades le llegó de Brasil que está dispuesto a firmar un tratado de libre
comercio con China. La idea de Jair Bolsonaro es hacer lo mismo con
la Unión Europea y Estados Unidos. Para la Argentina, es otro dato
negativo porque no solo está perdiendo a su principal socio, sino a quien puede
ser una de las locomotoras que impulse la economía local.
Lo que está
haciendo Brasil, estará presente en la renegociación de la deuda, porque los
acreedores, principalmente el FMI, le van a pedir a la Argentina superávit
fiscal y profundas reformas a la economía como hizo su vecino. En otras
palabras, exigirán cambios en el régimen previsional, laboral y en la
estructura del Estado, estrategia que estuvo ausente en la plataforma de Alberto
Fernández.
Ni el FMI ni los
acreedores privados, aceptarán quitas ni prolongación de plazos si el plan
económico que les presentan no los convence. Que haya superávit fiscal es
condición necesaria. Tal vez este camino que forzosamente debe emprender, es el
que impide que los vencedores de las elecciones presidenciales hagan anuncios
concretos sobre lo que piensan hacer en los primeros noventa días de Gobierno.
Esa indefinición
mantiene tensos a los mercados. Los empresarios no entienden como Alberto
Fernández no armó sus equipos para que cada ministerio reciba las cifras
necesarias para comenzar a planear una salida de la crisis. La transición en la
práctica no existe y el anuncio de quienes serán los futuros ministros,
tampoco.
Por eso el riesgo
país que llegó a tocar 2.549 puntos cerró en 2.513 puntos básicos. Se
moderó sobre el cierre por la mejor performance de los bonos largos donde el
Discount en dólares con ley Neoyorquina aumentó 0,67%.
El Bonar 2024
aumentó 1,79%. Su precio mejoró porque es el bono más negociado para hacer
operaciones de contado con liquidación para mandar dólares al exterior.
De hecho, el
“contado con liqui”, como lo llaman en la jerga, perdió 59 centavos y cerró en
76,93 pesos.
El otro dólar
alternativo, el MEP o dólar Bolsa, tuvo una baja $1,18 a $71,51. Las
dificultades para comprar y vender dólares a través de los bonos en el mercado
local, provocaron esta pérdida de valor.
En el mercado
oficial, en bancos y casas de cambio la divisa subió un centavo a 63 pesos. En
la plaza mayorista, donde el Banco Central compró USD 135 millones para evitar
que baje su precio, el dólar subió 3 centavos a 59,73 pesos. En la plaza
marginal, el dólar libre subió 75 centavos a 66,75 pesos.
La Bolsa acusó el
impacto local y el del exterior. El S&P Merval padeció su cuarta caída
consecutiva y cerró 3,26% abajo con escasos negocios por $ 440 millones.
Las empresas de
energía fueron las más castigadas. Edenor perdió 6,38%; Central Puerto, 5,18% y
Pampa Energía, 5,01%.
En Wall Street los
ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares–
tuvieron un mal día. A la baja de las empresas de servicio se le sumaron
los bancos. Transportadora Gas del Sur (-5,89%), Central Puerto (-5,54% y Banco
Galicia y Supervielle con 3,89% cada uno, fueron los grandes perdedores.
La situación de la
economía se agrava y los inversores se sobre estoquean de dólares. En los
bancos sigue el goteo de depósitos. El viernes pasado se perdieron USD 52
millones. Los únicos plazos fijos en pesos que se renuevan son los que indexan
por el costo de vida.
La buena noticia es
que el Banco Central incrementó sus reservas por la compra de dólares en la
plaza mayorista. Subieron 58 millones a USD 43.472 millones.
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