Por Daniel Sticco - La crisis cambiaria de los últimos meses
determinó una reducción de la deuda pública en más de USD 31.000 millones
La Secretaría de Finanzas, a cargo de Santiago Bausili, informó que el
total de la deuda pública, externa e interna, disminuyó en octubre a USD
310.479 millones, desde un monto extremo de USD 341.958 millones anotado en
julio, previo a la crisis cambiaria que provocó el resultado de las PASO,
adverso al Gobierno, y luego ratificado en las elecciones generales de octubre.
Respecto del nivel estimado para septiembre significó un recorte de
USD 773 millones, el cual se explicó principalmente por pagos netos a los
acreedores al cerrarse los mercados para acceder a la renovación de
préstamos a más plazo por USD 1.064 millones y el efecto de la devaluación
sobre las acreencias en pesos y en monedas diferentes al dólar por el
equivalente a USD 323 millones.
Por el contrario, mantuvieron la senda ascendente en su conversión en
moneda extranjera los compromisos en pesos ajustados por inflación, sumaron USD
266 millones; y la capitalización de Bonos del Canje, Préstamos Garantizados,
Pagaré Banco Nación, Bocones y otros, por USD 326 millones, principalmente.
De este modo, en el trimestre agosto a octubre el Gobierno nacional
logró, impuesto por las condiciones de mercado, la
reducción del total de los compromisos del sector público en en
más de USD 31.000 millones, en ese caso principalmente por efecto de la
depreciación del peso que pasó a cotizar de $45 a más de $60 por dólar que
provocó la “licuación” de casi USD 18.500 millones; mientras que otros USD 13.343 millones se recortaron por pagos
netos a acreedores, principalmente un conjunto de bancos que solicitaron la
cancelación anticipada de crédito contra garantía de títulos
públicos que perdieron aceptación en la plaza.
Estructura de los compromisos de la Administración Central
La Secretaría de Finanzas también informó que al 31 de octubre la
situación de la deuda en situación de pago normal estaba nominada en un 80% en
moneda extranjera y 20% en pesos.
Del total de las obligaciones en divisas, casi en una proporción de 4 a
1 corresponde a dólares, mientras que cerca de un cuarto se concentra en Derechos Especiales de
Giro, que es la moneda técnica que usa el Fondo Monetario,
determinado por la proporcionalidad de los países miembros de mayor peso en el
directorio de la entidad; y un 9% en la moneda de la Comunidad Europea.
En términos de tasa de interés, la estructura está concentrada en poco
más de la mitad fija; 39% variable y 10% cero cargo.
Mientras que por tipo de instrumento, pese al rol activo que en el
último año tuvieron los desembolsos del Fondo Monetario, la mayor parte estaba
concentrada en títulos públicos; con poco más de 70% cuando se agregan las
Letras del Tesoro y adelantos transitorios del Banco Central; 22% organismos
internacionales y el resto se reparte en organismos oficiales 2%; y saldo
pendiente de reestructuración y otros por el 2% restante.
Los economistas del Banco Central esperan “para el cierre de 2019 e
inicio de 2020 -dada la evolución reciente de las principales variables
financieras y del sector real de la economía- un escenario operativo desafiante
para el sistema financiero. En términos de riesgos exógenos, los factores de
incertidumbre local podrían llevar a configurar nuevos períodos de tensión
sobre los mercados y en el nivel de actividad agregado, con eventual efecto
sobre el proceso de intermediación del sistema bancario”.
Sin embargo, en su Informe de Estabilidad Financiera la autoridad
monetaria resalta: “los factores de fortaleza relativa que actualmente
muestra el sistema financiero argentino”, de ahí que considera: “deberían
registrarse episodios muy extremos de materialización de riesgos para que las
condiciones de estabilidad financiera local se vean afectadas de forma
significativa”.
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