Por Francisco Jueguen - ¿Qué hará Alberto Fernández con
la deuda? Esa es la pregunta que los
principales bancos y fondos de inversión vinieron a buscar la semana pasada a
la Argentina.
Una puerta tocaron seguro: la del Gobierno. Los
representantes de las principales entidades
financieras fueron recibidos el miércoles de la semana pasada por
el secretario de Finanzas, Santiago
Bausili. La información fue confirmada a LA NACION por el
Ministerio de Hacienda. En el Frente de Todos, cerca de Guillermo Nielsen y de Miguel Pesce, hombres cercanos al
presidente electo, dijeron que no tuvieron contactos, pero Matías Kulfas y Cecilia Todesca prefirieron
no responder la consulta de este medio.
El 6 de este mes, Bausili recibió en la Secretaría
de Finanzas a representantes de Merrill Lynch Bank of America, Monarch, MFN
Partners, Itaú, Blackrock, Investec, JP Morgan, VR Capital, Farallon Capital y
Lazard, entre otros bancos y fondos de inversión.
Según pudo averiguar LA NACION, la deuda y su
futuro fueron el principal tema de conversación con el secretario de Finanzas.
La reunión fue pedida tiempo atrás por Sebastián Rondeau, vicepresidente
de Bank of America Merrill Lynch en
Uruguay, entre las primarias de agosto y las elecciones generales, tiempos en
los que se anunciaron el "reperfilamiento" de la deuda y el primer
cepo cambiario.
Según contaron, el grupo de banqueros llegó con
"una agenda importante preparada" y con la creencia de que ya
existirían definiciones acerca de qué pasará con la deuda que tiene la
Argentina con acreedores privados. De los encuentros con las fuentes del
oficialismo se fueron con las manos vacías, ya que en el Gobierno recalcaron
que aún no hay una contraparte -un equipo económico- con el que trabajar la
transición e incluso los pasos a seguir con relación a la deuda argentina.
Y a pesar de que buscaron plantear con el Gobierno
las diferentes opciones existentes a tomar, la información relevada desde el
Palacio de Hacienda fue escasa.
"Se está perdiendo mucho tiempo", afirmó
a LA NACION una fuente que participó de la reunión en Buenos Aires. "Al
final el tema de la deuda es un corolario del plan económico y de qué querés
que sea la Argentina, un país conectado o no financieramente y políticamente
con el mundo", agregó ante las dudas que existen en el "albertismo"
y también en Wall Street sobre la existencia o no de un plan económico y las
definiciones -más allá de los nombres que se revolean por WhatsApp- sobre un
equipo económico que logre restablecer la confianza.
"El gabinete lo daré a conocer el 10 de
diciembre cuando asuma", afirmó ayer el presidente electo de visita en
Uruguay para apoyar al Frente Amplio en las elecciones.
Justamente, una de las posibilidades a la hora de
lograr un alivio con la deuda que se barajó inicialmente fue una solución a
"la uruguaya", esto quería decir sin una quita de capital e
intereses, pero con un plan fiscal sustentable en el tiempo que permitiera
patear los vencimientos de pasivos en el tiempo. Varios economistas cercanos a
Fernández le recomendaron tomar otro camino, con quita de capital o intereses
para dar sustentabilidad futura a su modelo.
Sobre la deuda, el Gobierno envió antes de las
elecciones un proyecto de "reperfilamiento" al Congreso que fue
ignorado por el Frente de Todos, pero que puede ser relevante luego del traspaso
de mando y a la hora de reactivar el trabajo del Parlamento en las sesiones
extraordinarias a las que Fernández convocará para tratar este tema y la vuelta
de la emergencia económica, que le otorga más poderes al Poder Ejecutivo. Los
casi US$150.000 millones a reestructurar aún no tienen destino claro. Así lo
demuestra el riesgo país.
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