Por Juan Gasalla - A menos de
tres semanas para el recambio presidencial el dólar operó con mínimas
variantes. El férreo control de cambios permite una estabilización de
las variables financieras a pesar de la falta de certeza sobre las
iniciativas económicas y financieras que planea el presidente
electo, Alberto Fernández, quien mantiene en vilo a la plaza local, en
medio de trascendidos sobre eventuales nombres y medidas que podrían llegar con
el nuevo gabinete.
En las
sucursales del Banco Nación se ofreció la divisa de EEUU
a $62,50 para la venta al público. En el promedio de bancos
del microcentro porteño se vendió a 62,90 pesos.
En el
mercado mayorista se sostuvo en $59,69, en una operatoria que
caracterizó por la reaparición de las compras de entidades oficiales.
Marco
Valenti, jefe de Research de IEB (Invertir en Bolsa), dijo que “Argentina se
encuentra bajo el escrutinio de los mercados, ya producidas las elecciones
generales, porque es un factor que genera intranquilidad que el nuevo
equipo de Gobierno no presente un plan o siquiera mencionar quienes serían
los principales funcionarios en las carteras económicas”.
Como nota
destacada del día, el dólar libre o informal llegó a ceder un peso al
mediodía en el reducido mercado paralelo, a $65,75 para la venta, para
cerrar a $66,50, con una brecha de con del dólar minorista de apenas 5,7 por
ciento. Una oferta que se amplía por la necesidad de pesos justificó
una baja de 25 centavos, después de que muchos ahorristas apelaran durante el
período electoral a la compra de divisas como cobertura.
El
mercado cambiario local también está expectante sobre lo que suceda en
Brasil, el principal socio comercial de la Argentina. En el país vecino el
dólar sondeó la semana pasada los 4,22 reales, en un techo histórico. Hoy
se opera a 4,20 reales.
“En las
últimas dos semanas el dólar se disparó un 5% con respecto al real”,
indicó Miguel Ángel Boggiano, director de Carta Financiera. “Todo indica
que estamos por ver una gran devaluación en Brasil”, agregó, en referencia al
elevado déficit fiscal del gigante sudamericano (en torno al 7% del PBI) y de
su alto endeudamiento (del orden del 92% del PBI).
“El
dólar frente al real está en tendencia alcista desde mediados de 2011. Puesto
de otro modo: el real está perdiendo terreno contra el dólar casi sin
pausa desde hace ocho años”, enfatizó Boggiano.
“Las cotizaciones
paralelas, las brechas y la volatilidad de los valores libres son las
variables más relevantes de este entorno en donde hay ganadores y
perdedores”, indicó Nery Persichini, gerente de Inversiones de GMA
Capital. “El gran beneficiario es, sin dudas, el Banco Central. Desde el
endurecimiento del 27 de octubre, la entidad, en su carácter de único
demandante libre en el spot, compró más de USD 1.600
millones y estabilizó la caída de reservas, un hecho celebrado por el
Tesoro a la hora de pagar vencimientos”, subrayó.
Según Allaria
Ledesma y Compañía, "la brecha cambiaria se mantiene estable en torno
al 30%, lo que evidencia el fuerte grado de dolarización que habían
realizado los agentes económicos, previo a las elecciones. La mayor cantidad de
pesos por ahora se refleja solamente en una baja de las tasas de corto plazo”.
“En las
antípodas, una víctima silenciosa de las restricciones fue el mercado
de futuros, sin la profundidad ni la representatividad del pasado. Sin bancos
ni agentes especuladores que arbitren tasas implícitas, solamente exportadores
e importadores efectúan coberturas. Así, el open interest es
el más bajo desde 2014 y un tercio de lo que fue en los últimos tres
años y medio”, describió Nery Persichini.
“Lo
que se esperan son definiciones concretas y oficiales. Cada día que corre
sin éstas, hacia el 10 de diciembre, el escenario se va a poner un poco más
complicado o ‘espeso’, con cotizaciones más pesadas”, evaluó Sabrina
Corujo, directora de Portfolio Personal Inversiones.
A falta
de crédito externo, el Banco Central está urgido por recomponer sus activos a
través de las compras de divisas que efectúa en el mercado mayorista,
habida cuenta que es un actor excluyente en una plaza restringida para todos
los demás y con esas divisas se efectúan pagos de deuda en moneda extranjera.
En tres
semanas posteriores a las elecciones presidenciales del 27 de
octubre, el BCRA sumó unos USD 1.650 millones, después de haber
efectuado ventas por unos
USD 7.460 millones entre el 9 de agosto y el 25 de octubre.
Las reservas internacionales alcanzaron los USD 43.505 millones el viernes 15, según datos sujetos a
ajuste.
Los depósitos
en dólares del sector privado –en efectivo- se contrajeron en los últimos
tres meses un 42,9% o USD 13.937 millones, desde los USD 32.499 millones
del 9 de agosto (previo a las PASO) a USD 18.562 millones el pasado 13 de
noviembre, la cifra más baja desde el 14 de noviembre de 2016.
La
entidad monetaria fijó este martes la tasa de referencia de las Letras de
Liquidez (Leliq), equivalente a la de política monetaria, en 63,002%, tras
la absorción de $139.057 millones, que cubrieron los vencimientos del día.
“Luego
de las elecciones, el Banco Central incrementó las restricciones
sobre el mercado cambiario -por lo que ahora pasó a ser comprador de
divisas- y empezó a achicar el stock de Leliq, quitándole demanda a estas
letras vía la baja de tasas -a 63% anual- y dejando de remunerar los encajes de
cuentas a la vista”, recordó la agencia Allaria Ledesma.
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