Por Juan
Gasalla - El Riesgo País de Argentina retoma la senda
declinante, después de haber rozado los 2.500 puntos básicos la semana pasada.
El indicador de JP
Morgan resta este miércoles 86 unidades para la Argentina, a 2.274
puntos a las 16, con un retroceso acumulado de de 7,4% en dos ruedas.
La demanda por los
títulos argentinos estuvo en las últimas horas más tonificada, luego de
conocido un diálogo mantenido
entre el presidente electo, Alberto Fernández, y la directora gerente del
Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva.
Fernández le explicó
a la titular del Fondo que los principales objetivos del programa económico de
su administración contarán con una propuesta de pago que el país pueda cumplir,
de la mano de la recuperación del crecimiento del
PBI sin más ajuste fiscal. Para Georgieva el diálogo fue
constructivo y reiteró que el FMI está dispuesto a colaborar con el nuevo
gobierno.
El Presidente
electo recibirá el 10 de diciembre una economía en recesión por
segundo año seguido, una inflación de 50% anual,
un tipo de cambio alto en la comparación histórica y una tasa de pobreza del 38%, al
margen de un reperfilamiento de deuda soberana establecido por la
administración de Mauricio Macri que mantiene en vilo a los mercados.
Un reporte de Portfolio
Personal Inversiones indicó que “el mercado empieza a descontar nuevamente
cierta mayor probabilidad de un tratamiento diferencial en la
restructuración de la deuda según legislación”.
No obstante,
desde Research for Traders advirtieron que la recuperación de precios
de los bonos de Argentina responde “en parte por compras de
oportunidad después de varias ruedas de bajas”. Agregaron que “lo
que más preocupa en el mercado es el tema de la deuda pública, ya que
Argentina deberá enfrentar importantes vencimientos el año próximo, tanto en
pesos como en dólares, y tiene cerrado el financiamiento”.
Actualmente
las paridades de los títulos públicos bajo legislación argentina se
ubican en torno al 37,5%, mientras que los de ley Nueva York alcanzan
el 41,5 por ciento. Esto significa que por cada USD 100 invertidos en
deuda argentina en el momento de la emisión, se recuperan entre 37,5 y 41,5
dólares con la venta del título en el mercado secundario.
Un informe de Balanz
Capital subrayó que “las paridades de la deuda soberana ya están incorporando
una reestructuración más agresiva que lo que la mayoría de analistas
sugieren”.
“La mayoría de los
bonos continúan mostrando paridades entre 35% y 40%, reflejando la incertidumbre respecto
al tipo de negociación que va a llevar adelante Argentina, y las
contradicciones que parece haber entre el mandato del nuevo Gobierno de no
continuar reduciendo el gasto público, junto con la necesidad de resolver
rápidamente el problema de la deuda mediante un acuerdo con los inversores
externos que no aceptarían una quita de capital y el FMI que exige
que la deuda vuelva a ser sustentable”, detalló Balanz.
De todos modos,
fuentes del mercado precisaron que podría contemplarse un recorte de hasta
20% en el capital de las emisiones en moneda extranjera y una
postergación de dos años para el pago de los intereses, que en un
escenario de superávit comercial superior a los USD 10.000 millones anuales
permitiría en ese plazo recuperar reservas al Banco Central y equilibrar
las cuentas públicas, asediadas por vencimientos de deuda anuales equivalentes
a 3,5% del PBI.
En cuanto a
la deuda en pesos, las exigencias se concentran en los primeros cinco
meses de 2020, aunque por tratarse de pagos en moneda doméstica Alberto
Fernández contará con una cierta flexibilidad para negociar, incluida una mayor
emisión monetaria.
Para el
economista Rodolfo Santángelo, con el nuevo Gobierno que asumirá el
próximo 10 de diciembre, “va a haber un aumento de impuestos para que
la situación fiscal esté bajo control. La reestructuración de la deuda va
a ser en lo económico la prioridad número uno”. Consideró además que "no
tenemos financiamiento, moneda y equilibrio fiscal, por lo que no podemos
enfrentar las demandas”.
|