LA
NACIÓN – Con la intención de crear empleo privado e impulsar la inversión y la
competitividad, la Fundación Libertad y Progreso confeccionó
un documento con 10 medidas que debería, a su
criterio, tomar Alberto Fernández en sus primeros
100 días como presidente. De acuerdo con el think tank liberal, las decisiones
que se tomen durante ese lapso serán determinantes para la solución ordenada de
la deuda pública y la recuperación de confianza.
«Se
deberían implementar en los primeros tres meses, porque es cuando el gobierno
tiene más fuerza política para hacerlo», dijo a LA NACION el
director de Políticas Públicas de Libertad y Progreso, Manuel Solanet.
Además
del poder político que se requiere, insistió en la urgencia que existe para su
implementación. «Se está negociando con el FMI y eso no puede durar demasiado,
todo este esquema debería ejecutarse lo antes posible», añadió.
Según
la fundación, si se sigue el plan propuesto, a partir del año 2021 la Argentina
puede tener un crecimiento anual del 6% y
crear cuatro millones de empleos privados productivos en
cuatro años. Desde el organismo aseguran que las propuestas que recomiendan
permitirían «absorber el millón de jóvenes que ingresarán en ese periodo al
mercado laboral, además de un millón de empleados públicos, un millón de receptores
de planes sociales y un millón de personas que hoy están en la economía
informal».
Las
medidas apuntan a lograr un superávit fiscal que
permitirá disminuir la presión impositiva y reestructurar sin quita la deuda
pública. Ese logro, según la fundación, constituirán el eje del plan a
presentar al FMI en lo inmediato para desbloquear los desembolsos pendientes.
La
organización sostiene que con estas medidas el actual círculo vicioso de
pobreza, estancamiento, déficit e inflación se convertirá en el círculo
virtuoso del crecimiento, el empleo, el mejoramiento del salario real y la
estabilidad monetaria.
En
relación con a si cree que Fernández llevará adelante el plan sugerido, Solanet
indicó: «No creo que tenga otras alternativas. Puede llevarlas adelante, porque
cada medida va acompañada por amortiguadores sociales». El directivo agregó que
proponen que cada medida se tome desde inicio, pero que sus efectos sean
graduales.
Para la
fundación, la clave de la recuperación será la inversión privada, que deberá
darse en un marco de reglas de competitividad. Para lograr el desarrollo
sostenido, aseguran que es necesario encarar reformas estructurales que liberen
las fuerzas del sector privado. Para eso proponen las siguientes medidas. En
sus términos:
Reforma
laboral. Se
deberán privilegiar los acuerdos laborales a nivel de empresa sobre los
acuerdos colectivos a nivel de sector de actividad, lo que requerirá que se
unifique la representación de los trabajadores de la empresa. Además, desde la
fundación advierten sobre la necesidad de asegurar la libertad sindical,
desregular y simplificar los controles administrativos de la autoridad de
aplicación y de la policía laboral, aumentar la productividad y reducir el
sobrecosto y el riesgo laboral. Para reducir el costo y riesgo de despido,
respetando los derechos adquiridos, recomiendan la supresión hacia adelante de
la indemnización por despido, y a su vez formulan compensarla mediante un fondo
y seguro de desempleo. Para llevar adelante esto, será necesario una reforma,
mediante decreto o ley, de los artículos 17, 18 y 19 de la ley 14.250 de
Convenciones Colectivas y de los artículos 231 a 255 de la Ley de Contrato de
Trabajo. También, recomiendan modificar mediante decreto reglamentario el
artículo 84 de esta última ley.
Reforma
de la administración nacional. Para alcanzar una mayor eficacia, eficiencia y reducir el número de
empleados de la administración nacional, proponen incorporar la gestión por
resultados, continuar la digitalización y decretar una nueva estructura en el
marco de las atribuciones establecidas en la ley 25.164 de Empleo Público. La
fundación incluso propone un organigrama con seis ministerios y una Jefatura de
Gabinete. El decreto deberá establecer la dotación de personal de cada unidad
administrativa, por categoría. De forma transitoria y por 90 días, las unidades
administrativas de la vieja estructura deberán ser asignadas a cada ministerio
hasta que se cubran los cargos de la nueva estructura. Una vez completado el
reencasillamiento del personal, los que no fueron reubicados quedarán en la
condición de disponibilidad establecida por el artículo 11 de la ley 25.164, es
decir, no cumplirán tareas, pero cobrarán sueldos por uno o dos años para
evitar el costo social de que queden sin ingresos. Desde la organización
proponen, además, incentivos a las empresas que contraten al personal que no
fue reubicado, como eximir de los aportes patronales durante un período de dos
años y subsidio sobre los gastos de capacitación en el nuevo empleo. También, para
llevar adelante esta reforma, se deberá otorgar una jubilación temprana a
quienes, quedando en disponibilidad, no hubieran conseguido empleo en dos años
y tengan más de 60 años de edad.
Reducción
gradual de planes sociales. La fundación aconseja que ir reduciendo la ayuda a quienes menos lo
necesiten e incentivar el otorgamiento de empleo generalizando, por ejemplo, el
plan Empalme. «Se deben transformar los planes sociales en empleo», afirmó
Solanet. A su vez, proponen suprimir los fondos asignados a la Economía Popular
y realizar una auditoría internacional para revisar los excesos cometidos en la
asignación fraudulenta de las prestaciones por invalidez.
Continuar
con la reducción de los subsidios a la energía y al transporte. Sugieren normalizar en un
plazo prudencial las tarifas y precios para que cubran los costos, contemplando
una ganancia que incentive la inversión en el sector. Para amortiguar el
impacto sobre los estratos de menores ingresos se propone un subsidio a la
demanda, como puede ser la tarifa social.
Elevación
de la edad jubilatoria. El plan sostiene que se debería igualar a mujeres y varones en 65 años
y llegar en una década a los 70 años para ambos sexos. Dentro de la medida, se
le reconocerá a las madres el equivalente a dos años de aportes por cada hijo
hasta un máximo de 7 años.
Reforma
de la Coparticipación Federal. La propuesta prevé el envío al Congreso de una ley que permita la
devolución de potestades tributarias a las provincias (como Ganancias de
personas físicas, Combustibles, Bienes Personales, Internos), el reemplazo de
Ingresos Brutos por Ventas (son provinciales) y la calibración de este con la
alícuota del IVA (es nacional) para empalmar con distribución primaria vigente.
Sugieren la supresión de la coparticipación vertical y una compatibilidad con
actual distribución secundaria mediante un Fondo de Redistribución Horizontal
que produzca un empalme con el sistema vigente. Al tratarse de porcentajes
inamovibles, recomiendan que los aumentos de los gastos de las provincias sean
acompañados por impuestos provinciales adicionales. De esa forma, según
explican en el plan, se alinearán los incentivos y se propenderá a gastar menos
y mejor».
Eliminación
gradual del impuesto al cheque y de los derechos de exportación. Esta medida deberá aplicarse a
medida que se disminuya el gasto público, pero con un curso preestablecido por
ley.
Formalizar
Tratados de Libre Comercio. Desde la fundación sugieren trabajar en la concreción del Tratado de
Libre Comercio entre el Mercosur y la Unión Europea, acordar con Brasil y los
otros dos socios del Mercosur la reducción del arancel externo común e iniciar
la negociación de otros tratados bilaterales de libre comercio.
Permitir
el uso de otras monedas. Para la fundación es necesario corregir las normas que impiden el uso
de otras monedas, derogar el curso legal forzoso del peso y facilitar el uso de
dinero electrónico. «No proponemos la dolarización, pero creemos que deberían
circular libremente otras monedas, incluso en contratos o alquileres», añadió
Solanet.
Desregulación
y simplificación normativa. La organización apunta especialmente a las normas de la AFIP, del
Banco Central (BCRA) y de otros organismos regulatorios, así como a «desandar
las normas intervencionistas como la ley de Alquileres».
LA
NACIÓN - Por Catalina Bontempo
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