Por Juan Carlos de
Pablo - Quienes utilizamos
las estadísticas que elabora el Indec recibimos con alivio y beneplácito la
noticia de que Marco Lavagna presidirá el organismo a partir del 10 de
diciembre.
Lo del alivio alude
a los antecedentes. A partir de algún momento de 2007, el Indec comenzó a
"dibujar" sus estimaciones de la tasa de inflación, medida por
precios al consumidor, dibujo que afectó a todas las estimaciones que
utilizaban esa tasa como insumo. Ejemplos: redujo el costo de la canasta básica
y el número de personas por debajo de las líneas de pobreza e indigencia y
sobreestimó la tasa de crecimiento del PBI en términos reales.
Que el Indec
dibujaba quedó claro cuando, según el instituto, la tasa de inflación había sido
de 1%, mientras que las estimaciones privadas la ubicaban en 3%. A propósito:
el gobierno de entonces no solamente dibujaba, sino que perseguía económica,
personal y judicialmente a quienes realizaban las estimaciones privadas.
La designación de
Marco Lavagna sugiere que Alberto Ángel Fernández no cometerá el mismo pecado.
¿Quiere esto decir
que el Indec dirá la verdad? El Indec estima, generalmente sobre la base de
encuestas. Por consiguiente, todas las mediciones están sujetas a errores
muestrales. En un país con un tercio de economía informal, con groseras
subestimaciones de los ingresos cuando se calcula la pobreza, etc., lo más que
podemos pretender es llegar a una verdad estadística.
La mala lectura de
esto es que no hay que prestarles atención a las estadísticas; la buena lectura
es que hay que tomarlas con pinzas (en particular, no teorizar sobre
decimales).
Bien se ha dicho
que las estadísticas, como las bikinis, lo que muestran es importante, pero lo
que ocultan es fundamental. A los estadisticomaníacos hay que decirles que lo
que ocultan es fundamental; a los estadisticofóbicos, que lo que muestran es
importante.
Nadie consulta al
Indec para saber si está ocupado o desocupado o si las ventas de su empresa
están aumentando o disminuyendo. Lo consulta para saber si lo que le está
ocurriendo a él (o a ella) es un fenómeno individual o a muchos les está
pasando lo mismo. En este sentido, las estadísticas son muy útiles.
Enorme desafío
profesional se le plantea a Marco Lavagna, que esperamos que trabaje como
medidor, no como dibujante.
Jorge Todesca,
quien presidió el Indec durante la presidencia de Mauricio Macri, se ganó el
respeto de todos porque tuvo que dirigir un instituto poblado por
"dibujantes" y encima llevar adelante su gestión mientras luchaba con
fuertes problemas de salud. Jorge, gracias.
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