Por Juan Gasalla - Cuando se
analiza las cuentas externas de la Argentina, puede decirse que el país quedó
un paso más lejos del resto del mundo. El sacudón político que significó el
triunfo electoral del Frente de Todos y la inminente salida del poder
de la coalición Cambiemos también golpeó en las expectativas económicas.
El reperfilamiento de vencimientos de deuda pública,
un férreo control de cambios y la caída dela cuerdo con el
Fondo Monetario Internacional aislaron más al país en términos financieros
y, por lo visto, para abrir un proceso que demandará años revertir.
La
realidad es que en la medida que los efectos de las restricciones cambiarias
empiezan extenderse e incidir en todas las variables de la economía, también
empiezan a aparecer las distorsiones, tan características de los esquemas
que aplican los gobiernos argentinos, más allá de su sesgo ideológico.
Las
restricciones al dólar enunciadas por el Banco Central, que apuntaron a pisar
la demanda de divisas privada, se aplicaron de forma moderada desde el 1° de
septiembre, después de un salto del valor del dólar de más de 30% a partir de
las elecciones primarias del 11 de agosto. Y se profundizaron desde el 28 de
octubre, ya consagrado Alberto Fernández como próximo Presidente, a una escala
más rígida que la impuesta con el “cepo" de la segunda presidencia de
Cristina Ferández de Kirchner, ahora con un límite de USD 200 mensuales para atesoramiento.
La
cuestión es que con el transcurrir los controles al dólar tienden a
apreciar de forma artificial la moneda doméstica, encarecen la producción local
y generan en lo inmediato una sensación de mejora en el poder adquisitivo
debido al atraso cambiario.
Debe
recordarse la frondosa experiencia argentina al respecto: después de 4 años de
control de cambios, entre el 31 de octubre de 2011 y el 16 de diciembre de
2015, el gobierno de Mauricio Macri recibió un tipo de cambio equivalente
hoy a 35 pesos por dólar, según calculó el economista Rodolfo Santángelo,
de la consultora MacroView.
Aunque incipiente,
la erosión cambiaria empezó a evidenciarse a un mes del ajuste del control de
cambios dispuesto en la medianoche del 27 de octubre, mientras la sociedad
asimilaba el resultado de los comicios generales. Varios son los motivos:
1) Alta
inflación Mientras los precios minoristas y mayoristas mantienen el ritmo
de alzas, medidos en dólares van cayendo en la medida que el tipo de cambio
permanece quieto. Según el último Relevamiento de las Expectativas de Mercado
(REM) del BCRA, la inflación de noviembre alcanzaría un 4,1%, más otro 4% en
diciembre. Además, los analistas consultados prevén que la inflación nivel
general será de 55,6% interanual en 2019, un guarismo que casi le empata a la
suba del dólar, en torno al 58% desde que empezó el año.
2)
Devalución del Real Brasil ese el principal socio comercial de la
Argentina. Por ese motivo, la divisa del país vecino es la que mayor
ponderación tiene dentro del Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM)
que elabora el BCRA, para sondear el nivel de competitividad de la Argentina,
acotado solo a la cuestión cambiaria. En el último mes el dólar en Brasil trepó
6,5%, de 4 a 4,26 reales, con una inflación casi inexistente. El
movimiento del real brasileño incide en un 30% en el nivel del tipo de cambio multilateral,
según estima el BCRA, seguido por el euro 20%, el yuan 15% y recién en cuarto
lugar por el dólar (13%). Ello se debe a que el ITCRM mide el precio relativo
de los bienes y servicios de la economía argentina con respecto al de los de
los principales socios comerciales en función del flujo de comercio de
manufacturas.
El
ITCRM alcanza los 122 puntos en noviembre Esto implica que se mantiene
unos 22 puntos porcentuales por encima de la “base 100” del 17 de diciembre de
2015, cuando se eliminó el control de cambios anterior. Pero exhibe un
deterioro 17 puntos en tres meses respecto de los 139 puntos del 31
de agosto, antes de que regresaran las restricciones al dólar.
3)
Demanda atrofiada Las restricciones cortaron de cuajo la demanda de
divisas privada y le quitaron sustento a cualquier atisbo alcista al
dólar. Hoy es el Banco Central el principal comprador del mercado: en el último
mes sumó unos USD 2.500 millones por sus intervenciones.
4) Más
liquidación de exportaciones Una medida clave que tomó el Gobierno a
partir de septiembre fue el de recortar los plazos para que los
exportadores liquiden divisas en el mercado mayorista. Esto, sumado a diversas
especulaciones acerca de un aumento de las retenciones al agro con la próxima
administración, incrementaron las liquidaciones del sector a un máximo
histórico para un mes de noviembre, que por cuestiones estacionales no se
destaca por la afluencia de dólares comerciales. A más dólares ofertados en la
plaza, más presión bajista para la cotización.
El sector
agroexportador liquidó USD 2.185 millones en noviembre, un 170% por
encima de igual mes del año pasado, según la Cámara de la Industria
Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de
Cereales (CEC). Como se ve, casi en su totalidad estas divisas fueron
absorbidas por la autoridad monetaria.
Conclusión: el Índice
de Tipo de Cambio Real Multilateral muestra un avance de apenas 4,7% en el
transcurso de 2019, aún con la brutal devaluación del peso que sumergió a
la actividad económica en una recesión más profunda que la prevista.
Un informe del IARAF, elaborado por los economistas Nadin Argañaraz y
Bruno Panighel, proyecta un contracción anual promedio de casi 3% en 2019,
después de haber caído 2,5% en 2018.
Más
allá de los diversos “cepos”, atrasos cambiarios y devaluaciones que sucedieron
en los últimos años, el PBI de Argentina es similar al de noviembre de
2010, para completar casi una década de estancamiento. Una década
perdida, al menos para la economía. ”El panorama no es optimista en el corto
plazo. La actividad económica seguirá, cuanto menos, estancada en los valores
más bajos de esta década", indicó el IARAF, a la vez que sentenció que
“Argentina es cada vez mas pobre en términos relativos y representa un
porcentaje menor del producto mundial”.
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