Por Daniel Blanco
Gómez - A poco más de una semana para que asuma el presidente
electo, el mercado atraviesa una calma que podrá continuar o no a partir
de las determinaciones del nuevo mandatario una vez que llegue al sillón de
Rivadavia, sobre el plan económico; la política monetaria; la política cambiaria;
la renegociación de la deuda público-privada; y la relación con el Fondo
Monetario Internacional.
Mientras que
sectores castigados durante los últimos años por la estanflación, como la industria (acumula más de 7% de caída en lo que va de 2019)
aguardan la concreción de un Pacto Social que preste
condiciones para una reactivación de la producción y la puesta en marcha de la
economía.
En ese contexto,
analistas consultados por Infobae coincidieron en que hoy se está
operando al ritmo de esas señales y en modo ´wait and see´, al tiempo que
destacaron que la atención para los próximos días va a estar focalizada en lo
que tiene que ver con el anuncio del equipo que acompañe al presidente electo y
los primeros lineamientos de política económica en términos fiscales,
monetarios y cambiarios. Pero sobre todo, a la espera de definiciones con respecto
a la reestructuración de la deuda.
“Yo no apuntaría a conocer un programa porque
es demasiado ambicioso en este momento. Lo que si se va teniendo es cierta
orientación de lo que pueda ser la política monetaria del gobierno de Alberto
Fernández. La expectativa es que se va a volver a la emisión monetaria
dejando de lado el crecimiento cero de la cantidad de dinero. Y ahí la
consecuencia puede llegar a ser un salto inflacionario o un aumento de la
brecha entre los tipos de cambio”, apuntó Sabrina Corujo, directora
de Portfolio Personal Inversiones.
Con respecto a lo
que suceda con le renegociación de la deuda pública consideró que va a haber
una propuesta para los acreedores pero advirtió que no cree que surja una vez
que sea electo el Gabinete. “Lo que tiene que definir el nuevo Gobierno es
si va a ir a negociar con todos los acreedores y en simultáneo o no. Por el
otro lado, hay que negociar con el FMI. En ese sentido es posible que vayamos a
un programa de facilidades extendidas con el Fondo. Lo que no cabe duda es que
hay que renegociar el Stand By vigente”, destacó.
Corujo detalló
que en el mercado los bonos se están operando en un rango de 35 a 37% de
paridad a 45 o 50%. Y agregó que van reaccionando con un volumen acotado a todo
rumor que surge por lo que hasta que no existan novedades concretas del plan
económico “el mercado se va mover como hasta ahora en base a lo que se va
filtrando, con mucha volatilidad y poco volumen".
En esa
línea, Ezequiel Zambaglione, Head Strategy de Balanz, coincidió en
que lo que le falta al mercado en estos días es información. En
tanto, destacó que básicamente las claves a través de los precios de los bonos
son dos. La primera es saber qué decisión van a tomar con respecto a si van a
seguir pagando los cupones a lo largo de la negociación con los acreedores, que
va a ser difícil y tiene muchos actores. “El nuevo Gobierno sabe que si
sigue pagando no le va a alcanzar la plata entonces va a querer negociar para
ahorrarse las reservas del Banco Central que tiene ahora para destinarlas a
otros fines”, analizó.
La segunda clave,
señaló, es conocer qué tipo de negociación tiene el nuevo gobierno en la cabeza
y en ese punto sostuvo que “la impresión es que está interesado en una
negociación más amistosa con los acreedores".
Y la tercera
es qué plan económico tiene el gobierno como para que la economía crezca y
haya equilibrio fiscal. “La propuesta para negociar la deuda junto con el plan
económico tiene que ser creíble para que Argentina vuelva a tener acceso al
mercado de capitales. Yo considero que atrás del Gabinete están las respuestas
a todas estas preguntas”, amplió.
Cabe destacar que
si bien el suspenso se va terminando, los analistas y operadores coinciden en
que lo más difícil de administrar, más que el riesgo es la incertidumbre.
Para Gustavo
Ber, titular del estudio homónimo, lo que está sucediendo con el mercado
durante la transición de poder y en medio de las restricciones cambiarias
es "una novela muy larga con episodios traumáticos, que está bueno
que se vaya terminando”. Y remarcó que los termómetros que dan cuenta de lo que
sucede con la economía y las finanzas esta vez no pueden actuar de forma
anticipada dando grandes señales porque el hermetismo pareciera ser el común
denominador de esta etapa.
Asimismo, añadió
que hay mucha incertidumbre más allá de que hay lineamientos de hacia
dónde apuntan los vientos: “cuestiones de política económica que están más
o menos claras que marcan una orientación de lo que puede venir. Hoy por hoy
tenemos una operatoria lateralizada dentro de un acotado rango de trading.
Posiblemente la semana que viene siga siendo así. Pero hay que estar pendiente
a las variables”, explicó.
En relación a la
negociación de la deuda con acreedores sostuvo que lo que hay que tener en
cuenta es lo que va a pasar con los vencimientos post 10 de diciembre. “Sobre
todo la deuda en pesos. La primera bola de nieve que se viene es la de vencimientos
reperfilados. Y ahí seguramente habrá un reestructuración y una
negociación más rápida”, afirmó.
Según Ber,
parecería que el nuevo gobierno irá primero por la negociación de la deuda
local, tanto en pesos como en dólares y después por la internacional en
simultáneo con un nuevo acuerdo con el Fondo, aun cuando no aporte nuevos
recursos. No obstante, advirtió que Argentina depende de los recursos
domésticos y agregó que hacerle frente a la deuda con la caja no es algo que se
haga en ningún lado del mundo. “No podes pagar la deuda contra las
reservas. Esta situación tiene los meses contados y se tiene que resolver en
los próximos 120 días por los menos”, planteó.
El contexto global
y regional
Otros aspectos
relevantes que tendrá expectantes a los mercados tienen que ver con lo que
suceda nivel global y los tumultos regionales. Desde el punto de vista del
apetito por el riesgo global se transita por un sendero positivo con la bolsa
de Nueva York rompiendo nuevos máximos.
En este
aspecto se están viendo monedas con fuertes depreciaciones como en Brasil,
Chile, México y Colombia. “Que la moneda se devalúe en la región no es positivo
para la Argentina, sobre todo en un contexto de adormecimiento del tipo de cambio”,
sostuvo Ber. “El atraso cambiario lo tenemos a la vuelta de la esquina. Por
ahora las brechas están lejos de reflejar eso producto de la necesidad de pesos
y la excesiva dolarización durante las elecciones, pero habrá que estar atentos
a esto”, sentenció.
Cabe recordar que esta semana el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, dijo en el
balance de gestión de esa cartera para el período 2016-2019: “en
términos de bienestar, los resultados económicos del programa 2016-19 fueron
inferiores a los esperados. Y que por lo tanto no habrá reducción de la pobreza
y el desempleo sin un crecimiento sostenido, ni crecimiento sin estabilidad, ni
estabilidad sin consistencia macroeconómica” (equilibrio fiscal, balance
externo, prudencia monetaria).
De esta manera, los
temores que surgen en el mercado están atados a la capacidad y a la voluntad
que tenga el gobierno de Alberto Fernández de revertir este cuadro de situación
en un marco donde si bien el peronismo se ha vuelto a unir, es sabido que no
todos tienen un criterio unificado sobre el proyecto de país al que apuntan.
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