Por Jorge Herrera - Según estimaciones privadas
a fin de año la deuda bruta
total estará en el orden de los u$s320.000 millones (equivale a poco más del
90% del PBI). Pero la deuda neta o más bien la relevante, es decir, excluyendo
la deuda intrasector público y la que está en poder del BCRA (que son otro
problema y no entran en ninguna renegociación) apenas superaría los u$s210.000
millones (60% del PBI). Esta está en manos de los inversores privados y los
organismos financieros internacionales públicos y privados. Y es la que entrará
en la renegociación.
En poder de los
inversores habrá aproximadamente unos u$s125.000 millones (más del 35% del PBI)
donde hay unos u$s15.000 millones en Letras (en pesos y en dólares), casi
u$s41.000 millones en bonos bajo ley local y más de u$s65.000 millones en bonos
bajo ley extranjera, más unos u$s2.900 millones de otros créditos. Pero además
hay casi u$s82.000 millones en cabeza de organismos financieros internacionales
y del Club de París.
Así se va armando
el rompecabezas de la futura renegociación y por ende la estrategia oficial.
Porque, para empezar nadie le sorprenderá que las Letras en pesos se vuelvan a
“reperfilar”, o sea, a reprogramar sus vencimientos. Pero otra historia son los
Títulos bajo ley argentina, que a su vez están nominados en pesos y en dólares,
y otra es la de los Títulos bajo ley extranjera. Sobre esta última es clave
no incumplir y ya veremos porqué. Por lo pronto vale señalar que es la que
entra a negociarse con los acreedores, sobre los cuales debe conseguirse la
“mayoría”, un 66% del total. En cuanto a la primera, las dudas ran en si todo
conduce a una propuesta unilateral hasta si sobrevuela el fantasma de la
pesificación.
En resumen, tenemos
por un lado a la deuda bajo ley argentina nominada tanto en pesos como en
dólares con grandes chances de que sea “reperfilada” y se cancele en
cuentagotas. Y por otro lado, la deuda bajo ley extranjera en mano se bonistas
y la que está en cabeza de organismos internacionales y Club de París. Con
respecto a esta todo indica que resulta imperioso que se afronten los
vencimientos por venir con reservas, para así evitar el default, mientras se
renegocia con los acreedores. Aquí entra a terciar el stock de reservas que
herede Alberto
Fernández más lo que pueda comprar en el mercado en los
próximos meses (cabe recordar que con cepo se reduce la fuga y el superávit
comercial debería ser adquirido por el BCRA engrosando reservas y quedará por
ver si esterilizan o no y cuánto).
Al observar el
ajustado calendario de vencimientos del primer semestre del 2020 está claro que
las reservas del BCRA no sufrirían tanto por el pago de los bonos bajo ley
Nueva York: este mes son menos de u$s600 millones pero en enero vencen poco más
de u$s800 millones y recién en marzo hay vencimientos por casi u$s220 millones.
En abril vuelven fuerte con más de u$s500 millones, luego mayo da un respiro
para volver en junio con casi u$s530 millones. El segundo semestre también
viene cargado con un monto similar.Otro tanto también ocurre con los organismos
financieros internacionales donde se destaca el pago al Club de París (ver
aparte) más los vencimientos con el FMI y otros. Todos
estos vencimientos son los que deberían respetarse para mantenerse sin un
status de default formal mientras dure la negociación. Ya que de lo contrario
detonan las cláusulas especiales y sobreviene el peligro de la vuelta de los
“buitres”. En el primer semestre son aproximadamente u$s6.300 millones y menos
de u$s3.000 millones.
El resto de los
compromisos, es decir, toda la deuda bajo ley argentina es candidata
seguramente a un reperfilamiento general. Esto incluye tanto a los bonos en
pesos como a las Lecap en pesos y a los bonos en dólares y Letes en dólares.
Los vencimientos en pesos arrancan con fuerza desde febrero con más de $160.000
millones hasta junio. En total más de $700.000 millones. El segundo semestre
viene menos cargado. Mientras que los vencimientos en dólares, sobre todo en
Letes, empiezan fuerte en febrero con más de u$s1.000 millones (el doble que en
enero) y no paran hasta mayo donde se suma otro importante vencimiento por más
de u$s2.000 millones.
|