Por Sofía Diamante - El diagnóstico fue
bueno, sensato y lógico, pero todavía falta ver las medidas concretas que se
tomarán. Esa es la conclusión que sacaron los economistas que siguieron atentos
la primera conferencia de prensa del flamante ministro de Economía, Martín Guzmán.
Su análisis estuvo
alejado de la heterodoxia esperada y se acercó más al pensamiento ortodoxo:
habló de la necesidad de llegar a un superávit primario, "importante para
que la política monetaria y la economía funcionen correctamente".
"El
diagnóstico es bueno, la secuencia es lógica. Dijo que necesitamos ir a un
superávit primario, pero que no se puede hacer el ajuste ahora. Se necesita
conseguir oxígeno y plantear una convergencia gradual. Dijo que tampoco se
puede alejar del equilibrio primario, sabe que cuando negocie la deuda será
necesario que el programa fiscal sea consistente. Pero me parece que la falta
de anuncios concretos no se condice con la gravedad de la situación inicial que
se describe, que dijo era muy frágil", señaló Gabriel Caamaño, de la
consultora Ledesma.
Miguel Kiguel,
exsecretario de Finanzas, dijo que le "pareció bastante sensato el mensaje
que mandó". "Es una persona que parece entender la macroeconomía, la
piensa bien. Ahora vendrá el tema más complejo de implementar. Los detalles los
iremos conociendo de a poco", comentó.
"Es razonable
enfocarse en el corto plazo para solucionar la situación de los más vulnerables
y está bien decir que no se puede sacar el cepo porque no están dadas las
condiciones", agregó.
Sobre el anuncio de
crear una comisión asesora de exfuncionarios de Finanzas, el director de
Econviews dijo que "le parecía una buena idea".
El economista Diego
Martínez Burzaco, por su parte, destacó tres conceptos de Guzmán. "En primer
lugar, habló de la necesidad de un plan macroeconómico integral, en el cual la
política monetaria, fiscal y económica tienen un complemento entre sí. Esto
parece una obviedad, pero fue uno de los principales fallos de la política
económica del gobierno anterior".
Luego remarcó que
el ministro de Economía reconoció que no hay lugar para ampliar el déficit
primario, porque no se puede recurrir a la emisión monetaria ni al
financiamiento externo. "Dijo que hay un límite de corto plazo en la
intención de financiar con emisión, en un contexto de baja demanda de pesos. El
dilema a resolver es cómo se mantendrá el déficit primario fiscal sabiendo que
habrá reasignación de prioridades. Posiblemente se resolverá con una
reformulación impositiva", analizó.
"Por último,
destacaría su mención de la necesidad de generar una relación constructiva con
los acreedores y no ponerse en pie de guerra para resolver rápido el problema.
Son frases que en la teoría suenan bien, pero habrá que ver los detalles en la
práctica. Lo que no quedó claro es si se seguirá pagando la deuda hasta que se
negocie. No pagar sería un suicidio", concluyó el director de MB
Inversiones.
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