Por Juan Carlos de Pablo - En su primer discurso como presidente de la Nación, ante
la Asamblea Legislativa, Alberto Ángel Fernández le
dedicó a la economía los primeros 30 minutos, dentro de una alocución que duró
poco más de una hora. Toda una definición de la importancia que el Presidente
le asigna a la cuestión.
Se ocupó de los resultados económicos de su antecesor, y también de los
objetivos de su gobierno. Esto es lo que se espera de un discurso presidencial.
Pero Fernández también incursionó en el plano instrumental, y esto amerita el
correspondiente análisis.
La política económica irá "de abajo para arriba". Primero los
hambrientos, después todos los demás. Los demás son los argentinos que ya
comen, los que trabajan, los tenedores de títulos de deuda, etc.
La política económica se implementará por la vía de canales no
convencionales. Habrá un sistema masivo de créditos, a tasas de interés bajas,
que otorgarán instituciones "no bancarias"; y la economía popular y
sus movimientos organizados, el cooperativismo y la agricultura familiar, serán
actores centrales.
Un Consejo Económico y Social diseñará, consensuará y consagrará un
conjunto de políticas de Estado para la próxima década. Las expuestas son
líneas concretas para la acción, no meras expresiones de deseos, que ahora
tienen que ser complementadas por la acción ministerial.
Preguntas
Preguntas elementales que se hace cualquier decisor. ¿Por qué, en la
organización de su gabinete, Fernández copió a Mauricio Macri, encargándoles a
cinco ministros el área económica? ¿Y encima proyectando un Consejo Económico y
Social, cuyo funcionamiento no tiene nada que ver con el Consejo de Asesores
Económicos, que funciona en Estados Unidos?
Si en los hechos Martín Maximiliano Guzmán será "más ministro que
el resto", esto depende de una decisión presidencial y sobre todo de un
rol que, vía funcionamiento, se tiene que ganar.
La política económica es algo práctico. ¿En qué consistirá el sistema de
tarjetas para que coman quienes hoy se mueren de hambre? ¿Cuáles son las
organizaciones no bancarias que están en condiciones de otorgar préstamos (es
decir, dinero que se devuelve)? ¿Cómo funcionan, pero en serio, la economía
popular y la agricultura familiar, en competencia con quienes para operar
tienen que pagar los impuestos, las cargas sociales, etcétera?
Por razones técnicas estas líneas fueron escritas antes del
pronunciamiento inicial de Guzmán. Propio de quien pasa del ámbito académico al
de la política económica práctica, lo que se ha denominado "plan
integral" probablemente sea una monografía donde el flamante ministro
volcó algunas ideas. Para arrancar, no es poco.
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