El mercado tratará
de digerir hoy las primeras palabras públicas de Martín Guzmán, el flamante
ministro de Economía. Ayer, en conferencia de prensa, el funcionario dio a conocer lineamientos
generales de su programa económico.
“La situación es de
extrema fragilidad. La macroeconomía está navegando por un corredor muy
fino. Venimos a resolver una profunda crisis económica y social”, dijo.
El nuevo titular
del Palacio de Hacienda volvió sobre conceptos ya adelantados por el
presidente Alberto Fernández, como que para pagar la deuda es necesario
crecer, oficializó que las negociaciones con acreedores ya empezaron y que los
primeros contactos con el Fondo Monetario están en marcha.
“El programa del
Fondo no funcionó, ya se cayó. No vamos a llegar en el 2020 a un ajuste
para cumplir con un programa caído con el FMI”, aseguró ante una pregunta
de Infobae.
Respecto de los
temas más directamente relacionados con lo que será una renegociación de la
deuda, dejó una serie de definiciones que durante la rueda de
hoy afectarán la actitud de los inversores respecto de los bonos soberanos
argentinos.
“En 2020 no se
puede hacer más ajuste fiscal”, dijo. Tampoco hay margen para una
expansión fiscal, así como tampoco monetaria, ya que “sería desestabilizante”.
“Hay que detener la contracción pero sabiendo que no hay recursos para hacer
una expansión fiscal fuerte”, aseguró.
El BCRA continúa con la compra de reservas
Mientras las nuevas
autoridades recién están empezando a desembarcar en la autoridad monetaria, el
Banco Central mantuvo el piloto automático encendido durante la rueda cambiaria
de ayer. En un mercado mayorista formal con limitada cantidad de
operaciones dada la vigencia de estrictos controles de cambio, la mesa de
operaciones de la entidad aprovechó que las regulaciones cambiarias dejan a la
mayor parte de la demanda fuera de la plaza para aprovechar la oferta de
exportadores y sumar reservas.
La entidad compró en torno a USD 100 millones en la rueda. De
esa manera, sumó dólares a sus alicaídas reservas internacionales y con sus
compras evitó que el dólar mayorista cayera y se alejara de las cotizaciones
paralelas de la divisa, ensanchando la brecha cambiaria.
Es una continuidad
de la lógica que siguió a la imposición de controles cambiarios reforzados el
28 de octubre pasado, momento desde el que la entidad sumó más de USD 2600
millones a sus reservas en base a estas compras diarias.
Hablando de
cotizaciones paralelas, mientras tanto, ayer anotaron notorias bajas. El
dólar “contado con liquidación” cayó 4,09% hasta los $76,88, mientras que
el dólar libre acompañó con un retroceso de 1,44% que lo dejó en $67,50.
Subió la Bolsa, pero sufrieron las
energéticas
El buen tono del
mercado cambiario tanto en el mercado oficial como en las plazas paralelas
ayudó a las acciones y bonos de empresas argentinas, aunque no a los papeles de
empresas energéticas.
El S&P
Merval cerró con una suba de 1,04% y alta volatilidad, con un escaso
volumen operado de $561 millones. El avance medido en dólares supuso un
repunte del 3,82% en el día para el indicador porteño, dado que el dólar
contado con liquidación retrocedió fuerte en el día.
Respecto a las
variaciones de la jornada el sector de servicios públicos fue el más golpeado
luego de que el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, anunciara que dejaría sin efecto aumentos de tarifas. Las principales bajas
fueron encabezadas por Edenor, Transener y TGN en 4,1%, 3,3% y 2,7%, en igual
orden.
Los bonos soberanos
terminaron con subas de entre 20 y 60 centavos de dólar en promedio, que
ayudaron a un retroceso del 1,11% del Riesgo País. El indicador elaborado
por JP Morgan cayó 24 puntos para quedar en 2.141 unidades.
Wall Street arranca con tono alcista
Las acciones en
Europa y Asia subieron hoy, mientras que los futuros de Wall Street que
permiten operar los principales índices neoyorquinos antes de la apertura de
las operaciones señalan una tendencia ascendente para las primeras horas
de la rueda de hoy.
Los
inversores evaluaron de manera positiva la señal de la Reserva
Federal de que las tasas de interés estadounidenses se mantendrán sin
cambios a lo largo de 2020, mientras se preparan para la decisión de tasas de
hoy del Banco Central Europeo (BCE), la primera de la ex FMI Christine Lagarde
al frente de la entidad.
Los futuros del
S&P 500 -el índice más abarcativo de Wall Street- subieron después de que
las acciones neoyorquinas detuvieran una caída de dos días el
miércoles. Los bonos del Tesoro de los Estados Unidos a 10 años
cayeron después de la suba de ayer, después de que los comentarios de la
Reserva Federal impulsaran las apuestas de que cualquier suba de la tasa es
difícil. Los bonos del Tesoro son activos de refugio cuya cotización tiende a
repuntar cuando los inversores venden acciones y otros activos de riesgo para
comprar estos papeles. Cuando su precio cae, el mercado está dispuesto a
invertir para ganar.
La atención de los
inversores se desplaza ahora de Washington a Fráncfort, donde Christine
Lagarde dará su primera conferencia de prensa como presidenta del BCE el
jueves, y tendrá la oportunidad de deshacerse de la sombra de su predecesor,
Mario Draghi. Lagarde ha prometido una amplia revisión de la estrategia, y dijo
que el actual estímulo monetario se mantendrá.
Es probable
que los operadores vuelvan a prestar atención a si las dos principales
economías del mundo pueden avanzar lo suficiente en un acuerdo comercial
interino como para evitar que Estados Unidos aplique nuevos aranceles a las
importaciones chinas. El jueves puede traer noticias, ya que se espera que el
presidente Donald Trump se reúna con su equipo de comercio, según la gente
familiarizada con las conversaciones. El domingo se cumple el deadline para que
los Estados Unidos apliquen aranceles a USD 160.000 millones de importaciones
chinas.
El Brexit otra vez atrae las miradas
Los votantes
británicos acudieron a las urnas el jueves en unas elecciones que
allanarían el camino para Brexit bajo el Primer Ministro Boris Johnson o impulsarán
a Gran Bretaña hacia otro referéndum que, en última instancia, podría
revertir la decisión de abandonar la Unión Europea. La cara de la campaña
“Leave” en el referéndum de 2016, Johnson, de 55 años de edad, llegó a las
elecciones bajo el eslogan de “Get Brexit Done”, prometiendo poner fin al
estancamiento y gastar más en salud, educación y policía.
Su principal
oponente, el líder laborista Jeremy Corbyn, de 70 años de edad, prometió un
aumento del gasto público, la nacionalización de servicios clave, los impuestos
a los ricos y otro referéndum sobre Brexit.
Todas las
principales encuestas de opinión sugieren que Johnson ganará, aunque los
encuestadores se equivocaron en el referéndum de 2016 y sus modelos predicen
resultados que van desde un parlamento colgado hasta el mayor deslizamiento de
tierra de los conservadores desde la era de Margaret Thatcher.
La libra esterlina
ganaba y los índices de acciones europeas repuntaban a la espera de esos
resultados. Una sorpresa, sin embargo, podría tener impacto sobre los mercados.
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