Por Carlos Burgueño - Alberto Fernández le
dio ayer una misión al Banco Central. Antes que termine 2019, y una vez que
esté definido el próximo directorio de la entidad, las tasas de interés de
las Leliq deberán
estar cerca del nivel de la inflación proyectada para el año. Esto quiere decir
que el porcentaje del 63%, clavado desde que asumió el nuevo Gobierno, deberán
bajar casi 10 puntos, hasta el 53%/ 54%. Ese es el nivel que desde el
oficialismo espera que termine el IPC de 2019 y, en consecuencia, el valor
máximo que deberá pagarse por los créditos con los que opera la entidad.
La decisión fue
tomada antes de la llegada de Fernández al poder, y reiterada ayer
ante el propio Pesce, que por primera vez se reunió con el jefe de Estado
desde la asunción del 10 de diciembre. El titular del BCRA mencionó que ese
mismo día desembarcó en la entidad, que esa jornada manejó la política cambiaria
a través de la mesa de dinero y que ese mismo martes recibió las renuncias de
Francisco Gismondi, Fabián Zampone y Enrique Szewach, los tres directores que
aún permanecían en sus puestos; luego de las renuncias del lunes pasado de
Guido Sandleris y su vicepresidente Gustavo Cañonero.
Como indican los
estatutos del BCRA, la decisión de comenzar a desmantelar la estructura de
tasas de Leliq (una promesa firme de campaña de Fernández) debe tomarse con, al
menos, miembros del directorio además de Pesce: el vicepresidente que
acompañará al extitular del Banco de Tierra del Fuego (que debería
ser, por tradición, alguien afín a su visión económica y monetaria) y otros
tres directores. Hasta que no se concreten los nombramientos, aunque sea
por decreto y en comisión en el Senado para que los nombre por acuerdo de la
Cámara alta, Pesce no puede tomar medidas de fondo. Esto fue manifestado
ayer al jefe de Estado en la Casa Rosada y, se supone, será una cuestión que se
salvará en las próximas horas. Según el Presidente, los nombres ya están;
y sólo restaría la formalización de sus nombramientos. Y una vez que estos
asuman sus cargos, se concretará la primera reunión formal del Comité de
Política Monetaria (COMPOM), la dependencia de la que depende exclusivamente la
formalización del nuevo piso de las Leliq.
Además de la
reducción de la tasa de Leliq del 63%, debe resolver la política de
encajes bancarios y de las nuevas líneas de préstamos productivos y para
capital de trabajo que tiene en mente lanzar el nuevo Gobierno, y que se
financiará con parte de los depósitos en pesos que tienen las entidades
públicas y privadas y que hasta la semana pasada se destinaban a las Leliq. Lo
único sobre lo que puede actuar el BCRA es en la política cambiaria que se
ejecuta cada jornada a través de la mesa de dinero de la entidad. Pesce
dio el martes la orden de sostener el ritmo de compras promedio de 200 millones
de dólares diarios, instrumentadas desde la aplicación del cepo hard y que
hasta ayer continuó firme. La única diferencia, hasta ahora, entre el
mecanismo de los últimos tiempos de Sandleris y los que ahora aplica Pesce, es
que en las últimas dos jornadas las compras se dieron a última hora, luego que
el dólar cayera por debajo de los 23 pesos. Finalmente, el cierre fue a 63,09
pesos, mostrando un alza de 0,02%.
|