Por Juan
Bergelín - El dólar blue se volvió a transformar en el principal
indicador de referencia para el mercado financiero. A partir de la confirmación
por parte del Gobierno de un impuesto del 30% para las compras con tarjeta de
crédito en el exterior, en la City se comenzó a seguir la evolución de este
tipo de cambio paralelo que, si bien opera un volumen bajo, tiene la capacidad
de influir sobre el oficial y el índice de inflación.
En su primera
jornada tras la noticia del desdoblamiento cambiario de hecho, se registró un
aumento, pero con menos fuerza de lo que preveían en la City.
Por un lado, porque
la necesidad de pesos de empresas y particulares contrarrestó la demanda de
billetes y acotó la suba del dólar blue a 8,6%, para cerrar en $72,50 en el
microcentro porteño. Por otro lado, porque se espera que la mayor demanda
resurja en los próximos días, cuando se concrete el pago del medio aguinaldo y
parte de esos fondos vayan al dólar.
"Lo lógico y
esperable es que el blue suba y se acerque al valor de lo que sale pagando
con tarjeta en el exterior, por un tema de arbitraje", explica Gabriel
Caamaño, economista de Consultora Ledesma.
En la misma línea,
Santiago Abdala, director de PPI, sostiene que "el tipo de cambio marginal
rápidamente debería ir ajustando el diferencial que hoy refleja contra el dólar tarjeta". De hecho, agrega, la divisa operó
por la mañana en torno a los $71, frente a menos de $67 en que cerró el
viernes.
En concreto, resume
Abdala, aunque el contado con liqui y el MEP dependen del movimiento de los
bonos, "todas las brechas deberían
alinearse al 30% o incluso más, si finalmente se confirma la medida".
La misma
apreciación hacen en algunas financieras de la City, donde destacan que ya
desde hace una semana la necesidad de pesos venía manteniendo sedado al blue y ahora sirvió para amortiguar la suba. "El que
la semana pasada vendía a $64, ahora con el precio a $70 ni lo piensa",
comentan en una cueva.
Si
bien el precio estuvo "firme" desde la apertura, según destacan en
esa financiera, se notó una gran oferta de empresas y personas, que salieron a
vender sus dólares para hacerse de pesos.
Los
primeros, para hacer frente al aguinaldo y a otros compromisos en pesos. Los
segundos, en parte para llegar a fin de mes -después de haberse dolarizado
previo a las elecciones- y también para hacer una pequeña bicicleta financiera
con el nuevo ‘dólar turista’.
"Muchos
vinieron a vender divisas y al mismo tiempo compraban paquetes turísticos sin
el impuesto y lo pagaban con pesos", destacan en una financiera.
La clave, de todos
modos, es analizar el impacto que este impuesto tendrá sobre la economía en
general y cuánto puede presionar el blue sobre los precios.
El economista
Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF, graficó
esta situación en su cuenta de Twitter con un mensaje en el que sólo posteó
tres preguntas referidas al tema:
1) Si se pone un
impuesto al turismo en el exterior, ¿que pasará con los precios del turismo
local?
2) Si hay un "dólar turista" superior al blue, ¿que pasa con la
brecha cambiaria?
3) Si sube la
brecha cambiaría, ¿qué pasa con la inflación esperada?.
"La
respuesta es simple, en los tres casos sube", dice Spotorno, en diálogo con iProfesional.
Lo interesante es ver las razones detrás de cada suba, agrega.
"En primer
lugar, cuando uno pone un impuesto al turismo, que en este caso sería como un
impuesto a la importación de servicios turísticos, se protege a la industria
turística local y como consecuencia de eso, los precios locales van a subir,
como en cualquier proteccionismo", explica el economista de OJF.
En parte porque
empieza a aumentar la demanda de los servicios turísticos locales y eso hace
subir el precio; y en parte porque algunos se van a anticipar a eso y van a
remarcar antes de que aumente la demanda. "Es como que los proveedores de
servicios turísticos locales están cazando en una jaula, por decirlo de algún
modo", comenta Spotorno.
Por otro lado,
agrega Spotorno, el efecto que tiene sobre blue es directo. Si
el precio del "dólar turista" es mayor al paralelo, los que
pensaban viajar al exterior y usar su tarjeta de crédito van a optar por viajar
con efectivo, alimentando aún más la demanda en el mercado paralelo,
sostiene.
Respecto de la
relación entre la brecha cambiaria y la inflación, el economista de OJF destaca
que cuanto más alta sea la diferencia entre las distintas cotizaciones
del dólar mayores van a ser las expectativas inflacionarias.
"Eso no significa que los precios van a estar fijados por el paralelo, eso
es muy diferente", comenta y no tarda en agregar: "Lo que sí sabemos
es que de alguna forma la brecha cambiaria actúa sobre la inflación".
Spotorno destaca
que no hay una forma de mensurarlo exactamente, pero la historia reciente
muestra que la brecha termina impactando sobre los precios. "No sabemos
exactamente en qué proporción, pero cuando hay control de cambios, entonces la
brecha cambiaria empieza a generar una expectativa de inflación", asegura.
Cómo impacta en las Pymes
La consultora
Elypsis publicó a fin de noviembre una encuesta que realizó entre 150 Pymes
industriales y de servicios de CABA, a las que les preguntó qué incidencia
tiene el dólar blue en sus costos y en sus precios de venta.
El resultado fue
que el 46% percibe que el blue en mayor o menor medida incide en sus costos y
el 42% cree que repercute sobre sus precios de venta. "Si bien gran parte
de la estructura de costos de las empresas dependen del oficial (al cual se
realizan las operaciones de comercio exterior y deuda, aunque aún se registren
demoras en los bancos para concretarlas), el dólar blue tiene una incidencia no menor", advierten
desde Elypsis en el informe que acompaña la encuesta.
Para
Gabriel Caamaño, la relevancia que tiene el dólar paralelo para la formación de precios depende de lo
que a través de restricciones va quedando fuera del mercado oficial. "En la medida en que el grueso de
las importaciones y exportaciones sigan por el mercado oficial, el blue no tienen tanta relevancia para la fijación de precios,
aunque puede jugar por el lado de la expectativa", explica el economista
de consultora Ledesma. Esa expectativa, cuenta, es como un "indicador de
corrección esperada para el oficial".
En el entorno del
presidente del Banco Central, Miguel Pesce, no creen que la brecha cambiaria
vaya a presionar al alza al tipo de cambio oficial, aunque siguen de cerca la
evolución de los distintos tipos de cambio. La clave, a su entender, es que la
mayor brecha no esconda detrás un atraso cambiario, como pasó cuando se produjo
la devaluación de enero de 2014.
Para Caamaño, es
tan relevante el dólar que pague el comercio exterior como la
accesibilidad que tenga. "Si se empiezan a alargar los plazos, por
ejemplo, si vuelven a poner las DJAI o autorizaciones para comprar divisas en
el caso de las importaciones y empieza a haber un tiempo mayor entre el momento
en que el importador cursa la operación y le terminan autorizando las divisas,
ahí si el blue impacta más en precios", sostiene el economista, aunque
aclara: "Hoy eso no pasa por cómo está armado el cepo".
Con
el cepo cambiario y la llegada del "dólar turista", en la city dan por descontado que el
mercado paralelo va a ir tomando mayor fuerza con el correr de los meses.
"Hoy se está operando mucho más que cuando comenzó el cepo duro y todo
indica que cada vez va a haber más volumen", advierten en una financiera.
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