Por Mariano Casal
- La Cámara de Diputados tuvo
ayer una frenética jornada, tras el empuje del kirchnerismo al festín de
impuestos y emergencias de todo tipo que logró dictaminar anoche. En medio de
un clima tenso, el Frente de Todos intentará votar el paquete desde las 15 de
hoy y enviarlo rápido al Senado, que ya agendó un convite en el recinto para
las 14 de mañana, con el fin de sancionar una ley clave para Alberto Fernández y
también para un Estado que busca ser, cada vez, más voraz.
Desde que se inició
la desorganizada agenda de sesiones extraordinarias, el Congreso no paró de
sumar tensión. Un pico de presión se dio anteanoche, cuando el macrismo votó en
una reunión privada no dar quórum -ante un panorama inicial de sesión única- y
así evitar la jura de legisladores que reemplazarán a quienes se fueron a
gestiones nacional, provinciales y municipales. De esa manera se frenaba todo.
La postura de
Juntos por el Cambio generó un fuerte cruce con los gobernadores radicales como
Gerardo Morales -el más peronista de los opositores- y, con más silencio pero
igual queja, con el jefe de Gobierno porteño, Horacio
Rodríguez Larreta. Ya habían pactado ellos con el kirchnerismo
bajo un modo similar al de justicialistas con Macri, pero entre 2015 y 2019. Al
fin y al cabo, se deben pagar sueldos y obras. Por ese motivo, el oficialismo
en Diputados pidió al presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, que divida en
dos las sesiones.
Frente a ese
panorama y la intención modificada del macrismo para permitir la jura de
legisladores -atribuyeron riesgos de gobernabilidad contra la nueva
gestión-, Massa partió las sesiones: una será a las 14 para la jura y
luego, desde las 15, la que debatirá la emergencia. Todo este embrollo se
definió ayer y durante la reunión de las comisiones de Presupuesto y Hacienda,
y de Legislación General. Allí, el kirchnerismo llevó a funcionarios nacionales
-faltó el más importante, Martín Guzmán, que estuvo en la Universidad de La
Plata-, quienes no dieron explicaciones concretas sobre el plan integral que
plantea el Ejecutivo, y sólo se refugiaron en explicar un poco el articulado de
la polémica megainiciativa.
Como trampa para
ingenuos, el kirchnerismo decidió, antes del plenario de comisiones,
comunicar la eliminación del delirante artículo 85, que metía mano en
decenas de organismos del Estado. Los operadores celebraron y difundieron
la noticia como un éxito que, en realidad, no fue más que un globo de ensayo.
Metodología -algo similar- de anteriores gobiernos.
Con la jura
solucionada, el kirchnerismo deberá ahora esforzarse y mimar a los dos bloques
menores que quedan en Diputados -uno de ellos, el lavagnismo- para lograr
quórum en la sesión de las 15 -el macrismo no aportará- y luego sellar los
votos para una discusión que será extensa. Mientras tanto, el Senado ya tiene
armado un encuentro para las 14 de mañana y, allí, Juntos por el Cambio se
muestra proclive a habilitar los dos tercios que necesitará la iniciativa para
que la Cámara se constituya en comisión y avanzar con la sanción del paquete.
Dudas y guiños
La oposición
apuntó, en gran parte de la jornada, a denostar el freno a la actual fórmula
de actualización jubilatoria. También rechazó la suba de retenciones, impuestos
como Bienes Personales y solicitudes de emergencia que consideran “exageradas”.
Algunos guiños aparecieron en el dictamen de mayoría, como evitar la
incorporación de prestaciones al Programa Médico Obligatorio (PMO) que
le pidió la experimentada legisladora Carmen Polledo (PRO) al
ministro de Salud, Ginés González García.
El macrismo dejó en
manos del resbaladizo Luciano Laspina la defensa de la postura económica del
principal bloque opositor. Lo único que logró fue fastidiar al
ultrakirchnerista Leopoldo Moreau, quien convirtió a sus gritos como principal
modo de conversación en comisiones.
Al cierre de esta
edición, las bancadas menores que prometieron dar quórum peleaban por las
jubilaciones -defensa implacable del Gobierno para justificar un ajuste más que
ortodoxo en esa zona, y que golpea a todas las clases- y las retenciones. Quizá
logren más fondos discrecionales para alguna provincia.
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