Por Fernando Meaños - Los
bancos de capital extranjero agrupados en la Asociación de Bancos de la
Argentina (ABA) reiteraron su pedido de que exista una tasa de interés
real positiva para los depositantes, es decir, un interés que se ubique por
encima de la inflación. El pedido llega cuando la nueva conducción del Banco
Central, encabezada por Miguel Pesce, se apresta a reducir la tasa de
referencia hoy ubicada en 63%.
“Es esencial cuidar
al ahorrista, generar confianza y retribuir a quienes depositan sus pesos para
que no pierdan ante la inflación. Técnicamente, es fundamental que la tasa sea
positiva en términos reales. Solo así podremos salir de un sistema
prácticamente transaccional y crecer en depósitos a plazo, que son la materia
prima de nuestro sistema” señaló el presidente de ABA, Claudio Cesario, en
el habitual agasajo a los medios de la entidad.
La tasa de interés
para los plazos fijos minoristas se ubica en 40,8%, según el promedio que
publica el BCRA. El Banco Nación, que habitualmente tiene una de las tasas más
altas del mercado, paga 44% a los minoristas. Para los próximos 12 meses,
el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) recopilado por la
autoridad monetaria espera una suba del IPC del 45,6%.
Cesario destacó que
si la tasa no ayuda a mantener “la materia prima” el escaso volumen de crédito
del sistema financiero argentino continuará en niveles bajos. A la vez, el
tamaño reducido del sistema fue una herramienta útil para enfrentar la corrida
de depósitos iniciada después de las PASO.
“Por lo ácido del stress test, en
cualquier otro país ese porcentaje hubiera generado un colapso sistémico. En
nuestro caso, sirvió para demostrar que lo que venimos diciendo respecto de la
solvencia y la liquidez del nuestro era cierto, se cumplió en tiempo y forma
con los depositantes honrando los contratos firmados, resultado de la
aplicación de rigurosos criterios de liquidez y normativa prudencial” señaló
Cesario.
“Para crecer en
depósitos es importante recuperar el valor de nuestra moneda atacando la
inflación. Más depósitos significan más créditos, los bancos queremos
prestar. El crédito es un factor de igualación social que permite el desarrollo
de todos los sectores de la economía,” agregó.
El titular de ABA
admitió que ese proceso de caída en los depósitos “no fue gratuito” porque
“perjudicó la capacidad prestable en dólares, cuestión que es importante
revertir a la mayor brevedad para poner en marcha el círculo virtuoso de las
exportaciones y generación genuina de divisas.”
Rechazó además las
expresiones desde distintos sectores que hablan de ganancias excesivas de las
entidades financieras: “Nuestro sistema comparado con los países de la
región es el más pequeño, medido tanto en depósitos como créditos frente al
PIB. La morosidad es de 4,9% mientras que la rentabilidad llega a 42,9%, por lo
que, si bien luce positiva en términos nominales, cuando consideramos la
inflación, resulta negativa.”
Por último, como es
habitual en cualquier expresión pública de los banqueros, Cesario reclamó con
respecto a la situación de las fintech: “El aumento del acceso y uso de
los servicios financieros debe darse en un marco de sana competencia y equidad
regulatoria con las fintechs. Si bien hubo avances en la equiparación de
regímenes de retención y percepción de gravámenes como IVA e Ingresos Brutos,
todavía hay una competencia desleal con las cuentas de recaudación bancarias
que termina con una menor recaudación del Estado.”
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