Por Mariano
Jaimovich - En el marco de la polémica sanción realizada días atrás de la Ley
de Solidaridad Social, se abre el abanico de causas y consecuencias para la
economía argentina.
Entre sus
consideraciones, a nivel general opina que el paquete de medidas del Gobierno
lleva a una mejor situación fiscal pero no a una mejora productiva.
-¿Cómo ve la
economía en medio de tantas medidas?
-La economía
dependerá muchísimo de lo que ocurra con este paquete económico, que en
realidad es mucho más que eso porque incluye otros temas. Hoy está en un
impasse, como en una nube, paralizada, porque nadie se anima a tomar decisiones
porque hay un enorme nivel de incertidumbre. En la medida que se vaya
conociendo qué pasa con esta normativa, habrá mucha gente que la considere
positiva y mucha otra que no resulte para nada favorecida. Tengamos en cuenta
que se declaran múltiples emergencias y esto le da la suma del poder público en
esos temas, pero no en todos, al Poder Ejecutivo.
-¿Qué le genera más
ruido?
-Los temas impositivos son de vital importancia, los
costos para las Pymes no parece que se estén reduciendo porque hay aumentos de
las cargas sociales. No hay nada que indique que las tasas de interés vayan a
bajar pronto, entre otras indefiniciones.
-¿Cuál es su
opinión respecto al impuesto del 30% sobre las compras en dólares?
-Me parece que son
rémoras del pasado, medidas que nunca
tuvieron efectividad, no veo por qué la tendrían ahora. De hecho, son bastantes
más exigentes de lo que era el cepo cambiario durante el kirchnerismo,
entonces generan una restricción muy grande en la economía, desmoralizan. Sobre
todo no consideran a los diversos sectores, porque "marketineramente"
le han puesto el nombre que es un impuesto al turismo o a Netflix, pero en realidad abarca a una enorme
cantidad de actividades, desde comprar un repuesto para una máquina hasta los
jóvenes profesionales que trabajan para el exterior. Creo que va a causar
muchísimo daño porque hará subir al dólar y generará inflación, es decir, todos
efectos que son contraproducentes. De nuevo, creo que es una medida que fue
pensada para hace unos 8 años, cuando se introdujo el cepo, pero en aquél
momento no fue oportuna y ahora tampoco lo va a ser, sobre todo por el cambio
de la estructura económica argentina.
-¿De qué manera
cree que impactará en los precios el incremento del dólar generado por las
nuevas medidas?
-Desconozco
completamente porque eso depende de la escasa demanda de dinero y, por otra
parte, hay un elevado nivel de recesión. No
creo que los precios puedan subir muchísimo porque la gente no tiene
capacidad de compra. Entonces hay un equilibrio entre el empresario que
busca protegerse manteniendo los stocks de alguna manera y la gente que no va a
comprar la mercadería. La verdad es difícil decir cuál de los dos efectos
(recesión o inflación) va a primar. Básicamente, este paquete aprobado lleva a tener una mejor situación fiscal pero no
una mejor situación productiva.
-El Presidente
había anunciado que pretendía impulsar la producción para que la economía salga
a flote. ¿Las medidas aprobadas no van en contra de esa dirección?
-Alberto Fernández
lleva pocos días en el gobierno, es difícil encontrar mágicamente algo que
impulse la productividad. Si estas medidas conllevan alguna desregulación
adicional, como por ejemplo lo que estaba previsto de tomar los
organismos estatales, entre otras cosas, puede ayudar. Pero si es solamente un
aumento de impuestos, no va a ayudar. En resumen, es todavía una medida
parcial, los primeros indicadores muestran que, por lo menos, hay conciencia que no se puede mantener un déficit
fiscal, eso me parece extremadamente positivo. Aunque el mecanismo por el que
lo están buscando no me parece tan atractivo todavía, y el crecimiento
es algo que vendrá con la suma de múltiples elementos que brinden confianza.
Sin esto último, la verdad que va a resultar muy difícil. Igual, todavía hoy es
todo prematuro.
-En medio de este
contexto tan complejo, ¿qué margen de acción tiene el Gobierno?
-Creo que hay que
dar una serie de señales con respecto a la reducción de la burocracia, que
eventualmente terminará en la reducción de gastos. Hay que dar también una
serie de señales, como si se va a renegociar la deuda rápido o despacio, y en
otros elementos importantes, como la estructura del sector productivo, ya que
se está afectando al sector exportador que es dinámico. Además, hay que ver
para qué y qué se va a hacer con esos recursos. Acá lo que se necesita es
dinamizar las exportaciones, no ponerles impuestos adicionales. Las retenciones tienen un impacto muy grande que debiéramos
considerar, porque no afectan sólo al productor, sino también a todo el ámbito
en el que está él porque no va a poder comprar zapatillas para sus
hijos o no va a poder cambiar las ruedas del auto. Tengamos en cuenta eso.
|