Por Javier Blanco - El Banco Central (BCRA)
dará esta semana el primer paso para regular el negocio de las
denominadas fintech, es decir, las empresas de tecnología
que ofrecen servicios de pago y financieros.
La cuestión
estará en el temario que su directorio tratará en la primera reunión de 2020, a
concretarse -como es tradicional- pasado mañana, y apunta a "evitar
maniobras de elusión impositiva y los métodos de captación dinero de terceros
que utilizan" para solventar parte de sus negocios, adelantaron desde la
entidad.
La
conducción del BCRA, encabezada por Miguel Pesce, accederá de este modo a
algunos de los reclamos que las cámaras que agrupan a los bancos venían
haciendo para que se equipararan las condiciones regulatorias e impositivas
entre los distintos medios de pago disponibles. La conducción anterior de la
entidad venía evitando esa medida, pese a que los bancos habían expresado en un
documento encargado hace unos meses a FIEL, que sus competidores digitales
corrían con ventaja.
La principal
limitación será la prohibición de envío de dinero desde la CVU (cuenta virtual
uniforme) de una persona jurídica a otra CVU. Solo podrán girarlo a una cuenta
bancaria, es decir, a alguna identificada con una clave bancaria uniforme
(CBU). "Los que venden por una plataforma podrán seguir cobrando por ella,
pero no podrán girar esos fondos a otra CVU", adelantaron. Las que no
sufrirán esa limitación son las cuentas a nombres de personas físicas, las que
mantendrán la opción de transferir de CVU a CVU como hasta ahora.
El objetivo
es que queden alcanzados por el impuesto al cheque dado que la presunción
oficial es que evitan ingresar al sistema bancarios para eludir ese gravamen.
Otra
limitación que se impondría será la de obligar a estas empresas a que coloquen
el dinero que sus clientes tienen en las billeteras virtuales en una cuenta
corriente bancaria, para asegurar que sean colocaciones líquidas.
Por último,
avanzará en la determinación de algunos criterios que deberán observar
las fintech especializadas en crédito para que su
operatoria no sea considerada "de intermediación financiera",
concepto que sólo aparece cuando captan dinero de terceros para financiar a sus
clientes, lo que la mayoría suele evitar para no quedar encuadrada en una
operatoria bancaria y poder moverse con los mayores grados de libertad que
brinda la operatoria comercial.
La decisión
de avanzar en este sentido había sido adelantada por Pesce en entrevistas que
concedió antes de fin de año. "Lo que hay que ver es que cuando ofrecen un
monedero electrónico, es que no haya escondido detrás un mecanismo de
intermediación financiera porque lo único que pueden hacer las fintech con ese dinero es depositarlo en un banco.
Después, si quieren dar préstamos, lo tienen que dar con capital propio pero no
pueden utilizar para eso el dinero que reciben usando la diferencia temporal
que disponen entre el cobro y el pago a su clientes", sostuvo, por
ejemplo, en una entrevista con Crónica HD.
El adelanto
de la decisión oficial tomó por sorpresa a las empresas del sector, que habían
pactado con las autoridades del BCRA una reunión para el martes próximo
buscando avanzar en la revisión de posibles disparidades, habida cuenta la
explosión que tuvieron en los últimos meses las denominadas "cuentas
virtuales" (CVU) a partir de la interoperatividad lograda con sus pares
bancarias (CBU).
"Ese
encuentro está pactado, sería una sorpresa encontrarnos con una norma antes de
ella", indicó Juan Pablo Bruzzo, presidente de la cámara en que se agrupan
223 empresas fintech, uno de los pocos sectores
que creó empleo durante 2019 en el país y en el que trabajan casi 10.000
personas. Bruzzo evitó opinar sobre las posibles medidas, pero advirtió que
"cortar la interoperatividad entre cuentas bancarias y virtuales sería un
grave retroceso". "Prohibirlas no es el camino: en todo caso, que la
AFIP extienda el impuesto a estas transferencias si la idea es
igualarlas", insistió.
Para el
ejecutivo Mauro Zuccolo, de Efectivo Ahora, el BCRA debería ser cuidadoso
"para no afectar la utilidad que estas herramientas mostraron para
fomentar la inclusión financiera", en especial por la explosión lograda
tras la interoperabilidad de sus cuentas con las bancarias. "No hay
antecedentes en el mundo de un auge similar y no debería desalentársela porque
en la mayoría de los casos quienes eligieron a las fintech son clientes que salieron de la
informalidad", sostiene.
"Son
micropymes o profesionales que no quieren operar con bancos por cuestiones de
costos o recelos y las eligen para hacer pagos y cobros por su practicidad y
porque remuneraron mejor los saldos, algo muy valorado", detalló.
Algunas
claves de la regulación por venir
Transferencias
limitadas
Se
prohibirán las transferencias de dinero desde la CVU (Cuenta Virtual Uniforme)
de una persona jurídica a otra CVU. "Ese dinero deberá ir a una CBU, a la
cuenta corriente que tenga en un banco, para evitar que sigan eludiendo el
impuestos a débitos y créditos", explicaron en el BCRA. Las transferencias
entre CVU de personas físicas se mantendrán.
Saldos correlativos
El saldo de
una billetera virtual deberá tener correlato en una cuenta corriente física. El
BCRA busca garantizar así que el saldo que sus clientes tengan en un monedero
virtual sea efectivamente líquido y no utilizado temporalmente por la fintech
con otro propósito. Esto no afectará lo ya girado a fondos comunes como los
vinculados a Mercado Libre o Ualá.
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