Por Fernando Meaños - El Banco
Central de la República Argentina (BCRA) se apresta a sancionar una normativa
para regular la actividad de las fintech. Con esa decisión, marca una clara
diferencia con la gestión de Cambiemos en relación al tema y, a la vez, accede
a un expreso pedido de los bancos, que desde hace tiempo acusan a las empresas
tecnológicas que prestan servicios financieros como una competencia desleal.
La
regulación, que será tratada el próximo jueves en la habitual reunión del
Directorio, apunta al mismo tiempo a las dos grandes patas del negocio fintech:
el crédito para el consumo y los medios de pago electrónicos. Pocas empresas
ocupan ambos espacios con tanto protagonismo como Mercado Libre, que aparece
como uno de los grandes destinatarios de la regulación.
Uno de
los puntos centrales que trascendió sobre la regulación es la precisión
sobre qué debe ser considerado intermediación financiera, la actividad central
de un banco que consiste en captar depósitos del público y prestarlos a un
tercero. Hasta el presente, en el BCRA rigió el principio de que quienes
prestaban fondos propios, como suelen hacer las fintech, no intermediaban y,
por tanto, no estaban sujetos a la regulación del BCRA y a sus costos.
Los
bancos mantienen un antiguo reclamo, dirigido hacia el BCRA, sobre este punto.
Y la innovación del negocio fintech trajo algunas situaciones intermedias que
la normativa se propone definir.
El
punto es clave ya que, según pudo saber Infobae de fuentes del sector
financiero, el BCRA ya abrió sumarios a algunas fintech que otorgan créditos
para investigar si se realizó intermediación financiera no autorizada. Las
actuaciones se iniciaron en la gestión Cambiemos pero podrían acelerarse.
“Los
únicos que pueden hacer intermediación financiera en la Argentina son aquellos
autorizados por el Banco Central. Quienes toman depósitos y los invierten sin
explicarle al cliente qué están haciendo con el dinero, solo pueden ser los
bancos. Lo único que pueden hacer las fintech con ese dinero es
depositarlo en un banco. No pueden hacer otra cosa”, dijo el presidente del
BCRA, Miguel Pesce, en una entrevista reciente.
Según Juan
Pablo Bruzzo, presidente de la Cámara Argentina de Fintech, hace falta
“explicitar qué es la intermediación financiera ya que hoy se la conoce bajo
una idea antigua y ambigua, que no contiene a los nuevos modelos de negocio.
Hay diferencias de interpretación, que ante un cambio de gobierno pueden
acentuarse”.
La
Cámara tuvo solamente contactos informales con la nueva conducción del BCRA. La
primera reunión formal entre ambas partes está pautada para el próximo martes
14. Para entonces, la norma podría estar sancionada.
“Mantenemos
la expectativa de poder hacer conocer a las autoridades del BCRA nuestra
posición y que escuchen todas las voces antes de que salga la normativa. Cuando
pedimos la reunión, la respuesta fue rápida y positiva”, señaló Bruzzo.
Otro
aspecto que podría recibir regulaciones es la interoperabilidad entre las
cuentas virtuales (con su clave, denominada CVU) y las cuentas bancarias (con
su Clave Bancaria Uniforme, CBU), es decir, que se pueda transferir dinero entre
ambos instrumentos. El BCRA se propone prohibir que las personas jurídicas
puedan hacer transferencias de CVU a CVU y obligarlas a que utilicen cuentas
bancarias.
La
razón es que este mecanismo le servía a grandes empresas para la elusión
impositiva. Muchos supermercados o grandes cadenas cobraban a sus clientes con
billeteras electrónicas y acreditaban sus fondos en cuentas virtuales (en
general, de Mercado Pago). De ese modo, evitaban el “impuesto al cheque” que sí
debían afrontar si depositaban en una cuenta bancaria.
La
“asimetría impositiva” siempre fue uno de los aspectos que los bancos
resaltaron para hablar de la “competencia desleal” de las fintech. Ocurre que
cada tipo de transferencia, sea a través de bancos o de fintech, tiene
diferentes tratamientos tributarios.
La
normativa que aprobará el BCRA, según trascendió, no traerá obstáculos para la
interacción de transferencias entre cuentas virtuales y bancarias para las
personas físicas.
Para
Bruzzo, si bien acepta la necesidad de igualar ciertos aspectos tributarios,
advierte que “no tiene lógica matar la interoperabilidad. El Estado tiene que
incentivar cualquier tipo de transacción digital porque eso desalienta el uso
del efectivo y ayuda a la inclusión financiera. En un sentido estratégico, la normativa
debe apuntar hacia allí. No tiene sentido ir contra las fintech”.
La
normativa a tratar por el Directorio del BCRA incluye la obligación para las
fintech de no utilizar el dinero que está en las “billeteras” de sus clientes
para inversiones propias o para fondear préstamos a otros clientes. En una
entrevista reciente, y en una clara alusión a Mercado Libre, Pesce había
anticipado: “Si quieren dar préstamos, lo tienen que dar con capital propio. No
pueden utilizar el dinero que reciben en depósito, ni la diferencia en el
tiempo que tienen entre que cobran y que le pagan a su clientes como un
mecanismo de financiar crédito”.
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