Por Liliana Franco - Entre las urgencias que se
ha planteado la gestión de Alberto Fernández, la renegociación de la deuda externa
ocupa un lugar relevante. Con el anuncio de la decisión de renegociar y
cumplir con los vencimientos inmediatos, el ministro de Economía Martín
Guzmán ha comenzado a construir un camino en este sentido como
lo demuestra la baja del riesgo país por debajo de los 2.000 puntos básicos –
en torno de los 1.800 puntos – que si bien sigue siendo una cifra importante,
no deja de mostrar una tendencia.
El Palacio de
Hacienda viene manteniendo encerrados bajo siete llaves los términos de la
negociación. Uno de los temas que más preocupa a los acreedores es la
perspectiva fiscal de la Argentina. Sin embargo, aunque aún sin conocer la
propuesta argentina a los tenedores o el tenor de las conversaciones con el
FMI, en los mercados se detecta calma.
Esta “tranquilidad”
respondería a que una de las decisiones que más se ponderó en el mundo
financiero internacional fue la posibilidad que logró el gobierno de Fernández
de manejar a piacere los ajustes de las jubilaciones que
junto con otras partidas sociales representan el 60% del gasto público. Es
que, el gobierno de Fernández - aunque no mencionan la palabra “ajuste” que fue
reemplazada por “solidaridad”- lo cierto es que, cálculos preliminares estiman
que la mejora fiscal podría llegar hasta 2 puntos del PBI.
“El
presidente (Emmanuel) Macron de Francia acaba de frenar su proyecto
de reforma de pensiones por la presión popular pese a que sólo quería extender
a 64 años el límite para jubilarse, y ustedes en la Argentina -sin casi ninguna
reacción- de un solo golpe congelaron las jubilaciones”, señaló un analista de
un fondo de inversión a Ámbito.
Esto no significa,
explicaba el mismo analista, que el camino de la renegociación de la deuda
argentina esté despejado aunque, en los mercados internacionales se señala que
“a nadie le conviene que la Argentina caiga en default”. Es que para los
acreedores significaría degradar sus activos. En tanto, las tasas de interés
internacionales continúan siendo bajas y sin perspectivas de un cambio
significativo en el futuro inmediato lo que ayudaría a que exista disposición a
escuchar una propuesta por parte de Argentina.
En la misma
sintonía, fuentes del Palacio de Hacienda señalan que “las negociaciones
vienen bien y ya hubo varios contactos con privados”.
Actividad
Mientras tanto,
analistas económicos locales señalan que el gobierno ha optado atacar en primer
término la caída en la actividad y ocuparse luego de una baja significativa de
la inflación. En este contexto, las principales consultoras vaticinan que la
inflación del primer trimestre del año difícilmente baje de escalones del 3 a
4% mensual.
El relanzamiento
del sistema de “Precios Cuidados” constituye una herramienta para mantener
estables los precios por tres meses. “Son precios de referencia para el
consumidor”, explican fuentes de la conducción económica al tiempo que
anticiparon a Ámbito que “se incorporarán permanentemente productos y se
realizarán también canastas regionales”.
El acuerdo es por
un año y los participantes se han comprometido a no cambiar el producto
ofrecido, salvo alguna situación muy particular como por ejemplo, faltante de
la materia prima. Es decir, la intención es que el consumidor siempre encuentre
los productos ofrecidos y observe que por tres meses los precios no se alteran.
La previsibilidad
para el consumidor a lo que se sumó el paquete de medidas para impulsar una
mejora en el consumo, son dos herramientas que tienen como objetivo que el
motor de la economía comience a funcionar.
El gobierno cuenta
con una ventaja, la importante capacidad ociosa de los sectores productivos,
pero también sabe del elevado nivel de endeudamiento que hoy sufren las
empresas -y no solo las Pymes-.
Moratoria
Por esta razón y a
todo vapor se trabaja en la AFIP para tener lista la reglamentación de la
moratoria en “unas semanas”, según comentaron fuentes oficiales.
El rol de la
moratoria será clave para dar oxígeno a las empresas de todo tipo, por eso el
beneficio fiscal abarca a los monotributistas que podrán acceder con
la sola inscripción como pyme (sin cambiar su condición fiscal).
Más allá de que se
baja de manera sustancial la tasa de interés de los planes, a 3% mensual fija
por un año, uno de los puntos clave es que la primera cuota vence recién el
próximo16 de julio, es decir dependiendo de cuán rápido se inscriba el
contribuyente, puede llegar a tener casi seis meses de gracia. Este dinero que
se ahorra, estiman a nivel oficial, se volcará hacia consumo que estaba
reprimido y/o inversiones postergadas.
Atraso cambiario
Las expectativas
también están puestas en el consejo que coordine con empresarios y sindicatos
políticas de estabilización y crecimiento, un tema sobre el que mucho se ha
hablado pero del que todavía faltan definiciones.
Mientras tanto,
algunos analistas muestras preocupación por la estabilidad del tipo de cambio
que, en un contexto de alta inflación mensual, perfila el riesgo de un nuevo
atraso del dólar en el futuro. “Nuestras estimaciones son que el tipo de
cambio real se encuentra ligeramente por encima del promedio histórico, pero en
un contexto de una mayor presión impositiva que lleva a pensar en la necesidad
de un dólar algo más alto si es que se quiere lograr un repunte significativo
de las exportaciones”, señaló un analista a Ámbito.
De acuerdo a la
opinión de un economista heterodoxo, “si bien las medidas no son las ideales,
en tanto el Banco Central siga comprando reservas y se preserve el equilibrio
fiscal, creo que hay margen para una recuperación moderada, tal vez de 3 a
4% de crecimiento en el año medido entre puntas”.
Quienes dicen
conocer al ministro Guzmán afirman que todavía es prematuro hacer pronósticos.
“Es un economista, que entiende el equilibrio general y tiene una visión
pragmática, no debería extrañar que el verdadero plan económico se conozca una
vez que termine la renegociación de la deuda externa”.
De todas maneras,
el presidente Alberto Fernández hoy cuenta con las herramientas
necesarias para y ajustar las variables que necesite. Un trabajo de Synopisis
sintetiza las facultades delegadas por el Congreso al Poder Ejecutivo por la
Ley de Emergencia. De su enumeración surge la referida “centralización” en
la toma de decisiones:
Renegociar la Deuda
para darle sustentabilidad
Fijar o Modificar
los Derechos de Exportación (con un tope)
Renegociar la
Revisión Tarifaria Integral vigente
Bajar las
Retenciones a Economías Regionales
Intervenir
Organismos de control de los Servicios Públicos
Determinar los
aumentos Jubilatorios
Fijar impuestos
adicionales para bienes en el extranjero
Decretar aumentos
para el Sector Privado
Incorporar nuevas
operaciones al impuesto PAIS
Facultades para
emitir Deuda por un monto determinado.
Con estas diez
facultades delegadas, los analistas consideran que el Poder Ejecutivo cuenta
con las herramientas necesarias para tomar decisiones rápidas en un contexto
que el gobierno ha definido como de “profunda crisis”.
Por qué un Gobierno
que tiene mayoría en el Senado y casi mayoría en Diputados provoca semejante
proceso de centralización de la toma de decisión. Según señala la consultora,
“quizás la decisión se entienda como una respuesta de Fernández a los desafíos
de estar al frente de una alianza poderosa, pero con el poder descentralizado”.
Al respecto, indica
que si bien la coalición tiene mucho poder “no todo ese poder está en manos de
Fernández” y por esta razón al menos para el manejo económico el
presidente centralizó la toma de decisiones en un contexto de crisis.
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