Por Luis Beldi - El gobierno recibió una cantidad de señales
suficientes de los inversores para hacerle ver qué es lo que tolerarán en el
canje de la deuda, la baja de tasas y el tipo de cambio. Por supuesto, arriba,
en las prioridades, está la negociación de la deuda. Que el ministro de
Economía, Martín Guzmán haya dicho que no va a ayudar a la provincia
de Buenos Aires en el pago del próximo vencimiento del 26 de enero del bono
Buenos Aires 2021, preocupó a todos.
Este título, el BP21, fue emitido el 26 de enero de 2011 cuando era
frecuente que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner mandara
a Daniel Scioli a buscar divisas a los mercados internacionales
porque sus bonos eran bien aceptados por los inversores. Buenos Aires,
junto a las provincias petroleras -luego de la estatización se sumó YPF- eran
las elegidas porque colocaban bonos en dólares con facilidad pagando excelentes
tasas. Esos títulos los cambiaban inmediatamente en el Banco Central por pesos
al precio oficial que tenían una enorme brecha con el dólar de mercado marginal.
El Central estaba escaso de reservas y necesitaba esos dólares. No hay que
olvidar que llegó al fin del mandato aferrado al dólar futuro y a los swaps
chinos y que el año anterior, en 2010, tuvo que renunciar Martín Redrado al
Banco Central porque se negó a pagar la deuda con reservas. “Es mi limite”, le
dijo a la presidente y luego a Carlos Zaninni, secretario legal y técnico de la
presidencia que negoció la renuncia.
Con esos dólares que las provincias e YPF no usufructuaban, la Nación
pagaba vencimientos de la deuda nacional bajo la curiosa denominación de
“desendeudamiento”, cuando en realidad era el pago de deuda con reservas porque
el Banco Central no recibía los pesos del Tesoro que estaban en manos de la
provincia colocadora de los bonos
Así, Buenos Aires fue endeudada a niveles intolerables por la
aceptación que tenían sus bonos. Axel Kicillof, fue uno de los ideólogos del
sistema, que cobró más vuelo cuando en 2013 asumió como ministro de Economía.
Jamás imaginó que un día le tocaría pagarlos como gobernador de la provincia de
Buenos Aires y, mucho menos, que no tendría divisas para hacerlo.
Señal 1
Fuera de esta historia, pocos creen en el mercado que dejarán caer
esa deuda provincial. El ministro de Economía busca la manera de que se
solucione el tema, pero antes Alberto Fernández quiere hacerle sentir su rigor
de presidente de la Nación al Gobernador. Va a hacer que esos bonos
pierdan más paridad y servirá de dato para los acreedores y para el resto de
las provincias.
Sería infantil pensar que por USD 236 millones se ponga en peligro la
negociación de la deuda nacional y todo el plan económico que debe durar seis
meses como mínimo. No pagar los bonos provinciales, pondría en guardia a los
acreedores y volaría el riesgo país. Por supuesto, ni hablar de devaluar y de
un aumento de precios por la caída de la demanda de pesos.
“Nadie piensa que el Gobierno por un tema moralizante, para demostrar a
las provincias que no se hará cargo de sus deudas, comprometa todo el plan
económico”, señaló el economista Federico Furiase, director de la
Consultora Eco Go y profesor en UTDT.
Señal 2
La otra señal que le llegó al Gobierno desde el mercado es que las tasas
tocaron el piso permitido para no pasarse a dólares. Si las sigue bajando
subirá el dólar y se terminará la tan necesaria demanda de pesos. Por eso el
contado con liquidación subió 1,6% a $ 80.90 y el dólar Bolsa o MEP, aumento
casi 3% a $ 79.90.
El Banco Central tomó nota de la situación y en el mercado mayorista,
donde el dólar subió 15 centavos a $ 59,92, autorizó la compra de dólares para
pagar exportaciones y deuda de los privados tomada con Obligaciones
Negociables. De paso, absorbió dinero de la plaza que estaba sobre expandida
debido a las últimas fuertes compras de la autoridad monetaria. En Bancos y
casas de cambio se mantuvo en $ 62,96 y el dólar libre siguió en $ 77.
Señal 3
Pese a la venta de dólares, defendió el tipo de cambio oficial. La idea
es mantenerlo por debajo de $ 60 en la plaza mayorista hasta que se negocie la
deuda. Nadie cree que se terminará de negociar a fin de marzo como lo anunció
el presidente de la Nación. En ese lapso también se negociarán salarios y, con
los datos en la mano, se verá que retoque se le hace al tipo de cambio. Este
dato es clave porque tocar el tipo de cambio define el acuerdo de salarios y
precios.
Señal 4
La negociación de la deuda será amigable. Se acabó la época de mostrar
los dientes. Se trata de conseguir las mejores condiciones en un mundo que
se muestra permeable a una buena negociación porque los bonos tienen
rendimientos atractivos.
Por eso, al final de la rueda, cedieron los precios de los bonos de la
deuda que habían comenzando con fuertes alzas. El Bonar 2020, que llegó a tocar
un mínimo de USD 49,50 cerró a 48,15 (-0,83%). El Bonar 2024 bajó de USD 42,50
a 40,60 (-4,43%). Los bonos más largos, que inciden en el riesgo país, tuvieron
un comportamiento más regular. El Discount con legislación en Nueva York bajó
de 92,10 a USD 91,75 lo que representa una suba de 082%. El mejor
comportamiento de los bonos largos permitió que el riesgo país moderara su
caída a 34 unidades y finalizó en 1.828 puntos básicos.
La Bolsa padeció la tensión que causó la provincia de Buenos Aires y
cerró con una baja del S&P Merval, el índice de las acciones líderes,
de 1.69% con negocios por $ 790 millones que constituyen un volumen importante.
Los más castigados fueron los bancos. Galicia (-5%), Supervielle (-3,94%)
y Macro (-3,34%) fueron los más afectados.
En Wall Street los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que
cotizan en dólares- mostraron mayoría de bajas. Central Puerto encabezó
el ranking con 4,87%, seguido por Banco Supervielle con menos 4,75%
y Grupo Financiero Galicia con 4,58%.
Para hoy se espera una recuperación del precio de los bonos en dólares.
Los nominados en pesos ya están en su techo. Son pocos los que creen que
dejarán a la provincia de Buenos Aires ir a un default. La estrategia de
mostrar a Axel Kiciloff dependiente de Alberto Fernández, duró
unas horas.
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